Final Fantasy X-2 International, Impresiones (PlayStation 2)

Aunque a pesar de que hace alrededor de mes y medio MeriStation ya os presentó un completo análisis de la extensión / segunda parte de Final Fantasy X, que recibió el nombre de X-2 y supuso un antes y un después en la historia de Square al continuar por primera vez uno de sus títulos, era de esperar que la versión 'International' se dejase caer poco tiempo más tarde.

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Y como nosotros no íbamos a ser menos, aunque no creemos que la versión por sí misma merezca un análisis propio, tras un tiempo con el juego en nuestro poder hemos decidido poneros a vuestra alcance nuestras impresiones del título: cuáles son sus diferencias, sus mejoras y cambios en general. Valorar si merece su compra es una cuestión propia de cada uno que, por lo menos, espero que tenga más clara después de la lectura del texto.

En primer lugar, aclarar que la versión 'International' muchos la pueden ver como una nueva vuelta de tuerca para exprimir los ya cada vez más solitarios bolsillos de los consumidores. En cierto sentido así es, quede claro, pero dejadme añadir una salvedad: Final Fantasy X-2 International es tal y como debería haber sido X-2 desde un buen principio y que, por razones que desconozco pero me atrevo a imaginar, no fue.

De entre todas las peculiaridades que existen entre las dos versiones cabe destacar una cosa: el bloque de la historia en sí no ha cambiado en casi nada, el motor gráfico es idéntico al 99% y el audio, como en anteriores versiones 'International' se ha mantenido con las voces del doblaje en inglés pero con los subtítulos, menús y demás parafernalia escrita en japonés.

En realidad si uno ha jugado lo suficiente a X-2 se dará cuenta que encontrará sin problema los comandos y navegará por los menús por pura intuición; podrá encontrar algún problema menor porque se añaden un par de esferas de vestido y hay algunas escenas cinemáticas extra, tanto para los que lo jueguen en primera ocasión como para los que estén cargando una partida guardada del final de X-2 (y ojo, porque NO reconoce las partidas guardadas del FFX-2 PAL)

Last Mission supone una nueva aventura a través de 80 pisos en los que deberemos derrotar a una cantidad ingente de enemigos distintos sin la ayuda previa de ningún objeto y con un aspecto ligeramente diferente, huyendo del sistema de lucha de Final Fantasy y aproximándose más al ya visto en Wild Arms 3 o en BOF: Dragon Quarter. Es decir, existe movimiento durante los combates, más allá del adelante-atrás al que estamos acostumbrados.

Así, existe una parrilla dibujada en el suelo, con una serie de puntos fijos determinados por los que podremos deambular con libertad, pero todavía atados al sistema de ataque por turnos. Habilidades temporales como 'prisa' o 'freno', así como las propias que ya requieren de por sí mayor cantidad de tiempo en realizarse se ven afectadas de igual forma que anteriormente gracias al ATB. Sin embargo, al seleccionar estas habilidades, el sistema entra automáticamente en el modo de pausa.

Si finalizaste X-2 y empezaste a jugar a Last Mission (cargando la partida) se podrán ver nuevas escenas cinemáticas incluidas para la ocasión, contando ya los auténticos finales de las tres protagonistas al llegar a la parte superior de la torre, está claro. Una muerte inoportuna, además, nos envía de vuelta a la entrada del primer piso sin ningún objeto en nuestro poder, para más inri.

Y por si esto fuera poco, el sistema de adquisición y equipamiento de los trajes distintos ha cambiado. Para empezar, se le han añadido dos: Saikikka y Omatsurishi; creedme, no fue sencillo encontrar la trascripción de los nombres. Ambas esferas pueden encontrarse tras finalizar la primera misión en Luca, aunque no son imprescindibles para alcanzar el final del juego.

Las esferas de vestuario funcionan de la misma manera que en el X-2 original con una salvedad: pueden subir de nivel. Y no solo eso, si acumulan demasiado daño consecutivo se pueden romper y pueden quedar absolutamente inutilizadas. Para subirlas de nivel es necesario ganar batallas con ellas y además pueden combinarse para crear vestidos más potentes y con mayor cantidad de puntos de vida y magia (pues estos atributos no son inherentes a las chicas sino a sus vestidos).

Para capturar las criaturas deberemos colocar primero una especie de trampas y esperar a que los monstruos caigan en ellas. Una vez ahí tendremos disponible, en el menú de criaturas, la posibilidad de entrar en combate en cualquier momento del juego y por una cantidad de tiempo totalmente ilimitada, comprobar las características e historia de la criatura e incluso cambiarles el nombre, si ese fuera nuestro deseo.

Sin embargo, durante el combate, no podremos controlar a las criaturas, sino que lo hará la consola por nosotros, excepto si una de las chicas está presente en el combate. Cualquier monstruo podrá utilizar cualquiera de las habilidades que haya previamente aprendido mediante su correcta alimentación (hasta 8 habilidades posibles) y llegar al máximo potencial de cada una de ellas supone una inversión de tiempo muchísimo mayor que lo que nos puede llevar completar el juego en sí.

No todos los monstruos son iguales, sin embargo. Hasta 3 combatientes podrán estar en combate simultáneamente, siempre y cuando sean del menor tamaño posible. Existen los tamaños mediano y grande que, sin embargo, permiten menos flexibilidad de configuración de grupo y, por supuesto, son considerablemente más lentos a la hora de ejecutar sus movimientos, aunque obviamente son también más poderosos.

Y aún con todo, creo que el juego todavía no está a la altura de lo que un Final Fantasy debería ser. Y no soy de los que juzga a un juego por lo que no tiene, sino todo lo contrario. Pero ante la avalancha de buenos RPG que azotan nuestra consola en estos momentos, sumado a lo que está por venir dentro de no demasiado, encuentro que estamos delante de un juego notable a todos los niveles y excelente en ninguno.

Por otro lado, si uno ya posee el X-2 original se tirará de los pelos al comprobar el contenido de su versión International que, además, se vende como un juego original al precio 'normal'. Si uno no lo posee y además tiene un buen nivel de inglés, no le importará jugar a ésta que tenemos en nuestras manos y probablemente no le decepcione, pues a pesar de no estar a la altura de sus predecesores no podemos olvidar que nos encontramos, tal vez, con un notable juego de rol que proporcionará muchas horas de diversión.