Silent Scope se pierde de vista

Silent Scope al completo. La conversión de la popular recreativa de Konami de finales del 99 llega por fin a la verde de Microsoft en todo su esplendor, por llamarlo de alguna forma. En una moda cada vez más extendida, Konami ha reunido las 4 ediciones anteriores de Silent Scope en un solo paquete, añadido un par de detalles y hecho realizar un periférico para la ocasión.

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Y sin embargo, eso no ha solucionado nada. Hace algo más de un año tuve la ehem- inmensa fortuna de realizar el análisis de la versión PS2 (la que había) de Silent Scope 3, que incluía además un título aparte denominado Silent Scope EX. Y la verdad es que, de un tiempo a esta parte y en lo que refiere a este juego, poco o nada ha cambiado desde entonces. En realidad, tengo que hacer grandes esfuerzos para no repetir el mismo texto de ese análisis.

Y de nuevo esa extraña sensación de deja-vu tras los primeros compases y disparos, aunque en esta ocasión noté el error en matrix de forma mucho más contundente puesto que incluso conforme evolucionaba a través de los distintos escenarios iba recordando el guión al pie de la letra; y a pesar de que definitivamente no es lo más importante del juego, para mi era una de las pocas cosas que me mantenía atento a la pantalla.

Pero si eres un usuario de Xbox que estabas esperando el juego con todas tus ansias, y a estas alturas ya me estás maldiciendo en todas las lenguas posibles por estar destrozando un juego desde el primer párrafo, te pido disculpas. Si tienes la suficiente paciencia como para leer todo el texto, comprenderás que mi ira va enfocada directamente a la falta de originalidad, técnica, inspiración, diseño e incluso honestidad que Konami ha demostrado con esta saga.

Por lo tanto, amigo lector, creo importante destacar una cosa: Silent Scope Complete es la mejor de las entregas de Silent Scope que ha visto la luz hasta la fecha en una consola, sea cual sea. Es el más largo, el que tiene mejores gráficos, el sonido sigue siendo igual de malo que siempre y además incorpora, por vez primera, soporte para utilizar una pistola estilo Sharp-Shooter o similar, aparte de un periférico especial para la ocasión del que hablaremos más tarde.

En cualquier caso, y para todo aquel que no conozca la serie, Silent Scope es un shooter on rails, un juego de disparos donde la única acción posible a realizar es precisamente esa, la de disparar, sin posibilidad de movimiento o de cualquier otro tipo de interacción con nuestro protagonista. Es una versión más sofisticada de Time Crisis o The House of the Dead, por ejemplo y con algunas limitaciones, pero del mismo estilo.

Como ya he dicho antes, el juego original es de finales del 99 y su última entrega (Silent Scope 3) es de finales del 2002; la buena noticia es que en su portabilidad a Xbox, se conserva exactamente el aspecto que en el arcade; la mala noticia es que lo primero que he dicho no es exactamente una buena noticia, sino más bien todo lo contrario.

Lo lógico sería valorar al juego por tal y como se ve en sus versiones EX y 3, que son en las que el motor está ligeramente más depurado, hay algunos polígonos más en pantalla y las texturas son algo más brillantes. Lo digo porque, ni aún así, estaríamos hablando de un nivel al que estamos acostumbrados en nuestra Xbox; de hecho, ni de un nivel correspondiente a esta generación.

Por empezar por alguna parte, lo haré por los enemigos. Apenas 4 modelados distintos para los terroristas que nos encontraremos durante las fases, y con agravantes. En las fases de la nieve, por ejemplo, todos los enemigos son iguales. Todos llevan el mismo traje, todos se mueven de la misma forma… no hay apenas variedad; existe la sensación de estar viviendo una guerra contra los clones sin estar en el universo de Star Wars.

Además, el uso del zoom no favorece la apreciación de las animaciones. En ocasiones está tan cerca que apenas podremos ver nada y en otras la acción estará demasiado lejos como para ser seguida continuamente con el punto de mira; además, las veces que realmente necesitemos apuntar con certeza, los enemigos siempre estarán estáticos (salvo en jefes finales).

Y una suerte similar corren todos los elementos de atrezzo del escenario, inalterables casi en su totalidad. Las texturas en general son pobres, montadas encima de elementos muy poco detallados poligonalmente; hay algunos detalles que se salvan (el caza, un helicóptero, incluso los coches de policía), pero por norma general el nivel es muy inferior a lo esperado y deseado.

Sin embargo, no se puede decir que la fotografía, es decir, la selección de lugares desde los cuales se nos muestra la acción o el enfoque de los planos esté mal escogida. En realidad es bastante buena, como ya lo era en su versión original; el problema es que se ve antigua, como cuando observamos una película en Technicolor de los años 60: no se ve actual (lo que no implica que no sea buena, ojo) debido a la pobre calidad gráfica.

Los cuerpos, además, tampoco reaccionan según el impacto de la bala (incluso Time Crisis tiene eso) y no hay efectos de sangre, a pesar de que el juego recibe la calificación de +18. Sin embargo, sí me gustaron especialmente dos momentos. El primero es cuando la pantalla está en negro y activamos, a través de la mira, la visión en Rayos X o térmica. Eso sí está bien hecho. El segundo momento es uno con el helicóptero, que cuando vuela bajo levanta nubes de polvo que afectan a la visión.

Toda la comunicación que recibimos acerca de los objetivos del juego (que en realidad no tiene objetivos, es ir disparando sin más antes de que se termine el tiempo límite) se realiza a través de un interlocutor que nos habla a través de un intercomunicador, similar a lo que recibimos a través del auricular en Rainbow Six 3, solo que sin auricular y de peor calidad. Y no porque el doblaje al castellano sea malo, es que el doblaje simplemente no existe.

Pero aún así, por mi parte, que soy un tremendo fan de escuchar las cosas en versión original, es que la localización inglesa también me pareció muy desacertada. Incluso tuve que fijarme en los subtítulos en alguna ocasión por no entender bien qué se me estaba diciendo.

Por lo demás, un poco siguiendo la tónica general del juego. Es decir, hay diversos detalles que no están mal (de nuevo el helicóptero, el disparo del arma, alguna explosión que otra) pero en general yo diría que es incluso el apartado más flojo y menos explotado del juego, lo cual no es hablar demasiado a favor del desarrollo de Silent Scope, sinceramente.

Los objetivos del juego, radiados antes o a medida que vamos eliminando enemigos, son una mera excusa para ir pasando de posición en posición hasta que eventualmente llegaremos a un jefe final que deberemos derrotar disparando a su punto débil, que generalmente requerirá más que rapidez de disparo, yo diría que una gran precisión y paciencia.

Dado que los enemigos siempre aparecen en el mismo lugar y de la misma forma, pasarse el juego es simplemente una cuestión de memoria y habilidad. De cualquier modo, no es nada complicado llegar al final del juego; terminar los dos primeros requiere no más de 3 ó 4 horas en total, y para terminar los dos siguientes aproximadamente el doble. Un total de 10-12 horas no es mucho, teniendo en cuenta que son 4 juegos en uno.

La gracia del juego, como ya expliqué al principio, es la integración con él que provoca un periférico como el rifle con LCD incorporado, donde podemos ver una visión ampliada de lo que está ocurriendo en pantalla. Lamentablemente, parte del encanto se pierde al llevar la jugabilidad a las consolas, donde el efecto zoom lo produce la pulsación del gatillo izquierdo.

Sin embargo, por primera vez es posible adaptar una pistola y jugar a Silent Scope. A estos efectos he podido probar dos variantes; la primera es usar un tipo Sharp Shooter o similar, con el efecto de recarga en un botón de la culata. Se trata de apuntar lo mejor posible y entonces activar el visor para mejorar la precisión mediante la pulsación del mencionado botón.

La segunda es mediante el periférico especial que Pelican Performance ha diseñado para la ocasión; un rifle de francontirador especial para el uso con el juego. Aunque el comportamiento es como si fuera el de una pistola normal y corriente, su funcionalidad más espectacular en que incorpora una mira telescópica con sensor de movimiento, que podemos quitar y poner a nuestro antojo.

¿Cómo funciona el sensor de movimiento? En teoría, cuando aproximamos el ojo a la mira telescópica, dado que el periférico no incorpora pantalla LCD de ninguna clase, se activa el zoom en nuestra televisión de forma automática y centrada justamente en el tubo de plástico por el que estamos mirando. Como concepto me parece una grandísima idea, la verdad.

Y hay más cosas: un force feedback que golpea contra la culata, una estación de recarga por bombeo, como en las escopetas, un cañón largo… y todo puede desmontarse hasta quedar como si fuera una pistola normal y corriente. ¿Cuál es el problema? Pues no, no es el precio. Lo cierto es que el auténtico problema es que no sólo no mejora el rendimiento al apuntar sino que configurarlo bien es un auténtico calvario. Y si tienes una Sony de 100Hz ya te puedes ir olvidando.

Pero bueno, pistolas aparte hay que centrarse en lo que tiene la mayoría de la gente, y eso es un mando normal o un controller S. En realidad, como acabo de decir y a pesar del soporte para pistolas, recomiendo encarecidamente jugar con un controlador normal si queremos terminar el juego sin demasiados dolores de cabeza. Y ello no va a ser demasiado complicado, la verdad.

En la pantalla principal aparecen varios indicadores; el más importante, el que aparece más grande: el tiempo. De terminarse, se acabó la partida. Por lo tanto deberemos eliminar a los enemigos con rapidez para poder conseguir bonificaciones y aguantar vivos durante más rato. También existe un contador de vida pero raramente veremos la pantalla de Game Over debido a la falta de botiquines.

Y ya está, eso es todo. Memorizar, apuntar y disparar; siguiente posición, apuntar y disparar. Cuando se lleva un rato jugando y ya se le ha pillado el truco es relativamente sencillo ir avanzando sin mayor dificultad; incluso se incorpora un modo de semi-apuntado automático en EX y en la tercera parte. Existen varios modos de juego aparte del historia, e incluso hay varios finales disponibles en el juego dependiendo de varios factores.

Incluso el juego nos puntúa de acuerdo al porcentaje de acierto de los blancos e incluso a la precisión de nuestros disparos, así como por la cantidad de blancos consecutivos que somos capaces de encadenar. También hay la posibilidad de realizar pruebas de puntería, al estilo Point Blank, que añaden algo de profundidad y durabilidad al juego, es cierto, pero no son nada del otro jueves.

Y el resultado está ahí. Si eres un auténtico fan de la serie, no dudes en subirle un par de puntos a la nota; yo seguiré siendo un fan Silent Scope… en recreativa. Justificar el pago de 60€, aunque incluya 4 juegos en 1, por su calidad, duración y apartado técnico, me parece difícilmente aceptable. Supongo que algunos me lapidarán por este análisis, por considerar que Konami trata de vendernos un refrito en nuestra Xbox sin apenas tocar nada y cobrarnos por ello; también estoy seguro que a algunos les gustará y lo apreciarán. Mi opinión es que el juego, en consola, ha perdido casi todo su encanto.

l  o    m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r