El taxi loco ataca de nuevo

Puede que hacer locuras con un taxi sea una idea genial para un videojuego, pero si las secuelas no aportan nada nuevo, la idea acaba por no ser suficiente para mantener enganchados a sus seguidores. La tercera parte de Crazy Taxi llega a los PC's, pero las cosas ya no son lo que eran.

Cuando la primera entrega de Crazy Taxi salió a la luz en forma de arcade hace años, ni sus creadores, los chicos de Hitmaker, habían imaginado el éxito que iba a tener. Millones de jugones por todo el mundo se gastaban las monedas en partidas y más partidas en los salones recreativos.

Luego por supuesto vino la versión de Dreamcast, una conversión píxel perfect para la máquina de Sega que tuvo el mismo impresionante éxito de la recreativa original. La clave del éxito: originalidad y sencillez a partes iguales.

Los jugadores podían entonces disfrutar en su propia casa de todas las partidas que quisieran, y es que Crazy Taxi divertía simplemente al jugarlo, como los buenos títulos arcade. Era difícil cansarse de él… pero tal cosa ocurrió.

Llegó la segunda parte, totalmente idéntica a la primera excepto en el diseño de la ciudad y un par de maniobras nuevas que se podían hacer con el taxi. El resto era idéntico, y la idea se empezó a volver repetitiva.

Pasó más tiempo y Hitmaker realizó la tercera entrega en exclusiva para la máquina de Microsoft. El resultado: más de lo mismo. Y claro, volver a pagar por la misma idea, por la misma diversión y por lo mismo que ya se ha jugado hace años, pues no es un buen principio de marketing.

Ahora dicha parte llega a PC, y no es la primera vez. El primer Crazy Taxi ya tuvo su oportunidad, y el resultado fue un título idéntico a la versión de Dreamcast, con más reslución, pero con algunos problemas técnicos del tipo 'ralentizaciones'.

Crazy Taxi 3 para PC es totalmente idéntico a la versión de Xbox que ya lleva un tiempo en el mercado. Eso quiere decir que incluye todos sus defectos, desde el aburrido planteamiento del juego (original en su día, pero ahora visto hasta la saciedad); y añade algunos nuevos, como algunos problemas técnicos que no había en consola.

Hay que reconocer que hoy en día jugar a Crazy Taxi se hace aburrido. Era una buena idea, pero de tanto usarla ya no engancha. El planteamiento arcade no acaba de gustar a mucha gente, y los fans de la saga no encontrarán alicientes para hincarle el diente a esta 'nueva' entrega.

Graficos y sonido

En lo referente al apartado visual, hay varios puntos que tratar por separado, aunque por desgracia son todos negativos. En primer lugar, que nadie se espere que este juego exprima su tarjeta gráfica de última generación, porque ni de lejos.

Las tres ciudades que componen el juego están reproducidas con un pequeño número de polígonos, sobre los que se aplican texturas bastante pobres en cuanto a resolución y detalle. El único punto positivo aquí es que el uso del color es acertado, con colores vivos y alegres, pero no arregla la mala impresión que genera.

Los vehículos, que no son reproducciones de vehículos reales (ni se parecen), están construidos con texturas planas, a excepción del taxi que manejamos, que está algo más trabajado, pero que en estos tiempos no impresionará a nadie.

La animación es pasable, pero sin grandes alardes. La suspensión del coche está muy exagerada, pero en este juego queda bien. Luego los giros del taxi, a parte de irreales e incontrolables (a veces), son demasiado rápidos y bruscos, lo que repercute en que muchas veces salgan mal, y no por culpa del jugador.

Los defectos técnicos que se hablaban, son similares a los del primer Crazy Taxi en PC. En ciertos momentos, y sin motivo aparente se producen ralentizaciones. Esto ocurre en las tres ciudades, y a pesar de que tampoco es lo habitual, sí resulta molesto cuando pasa.

Por otro lado, la suavidad del juego no es igual en las tres ciudades. En West Coast, que es la ciudad del primer Crazy Taxi, se disfruta de una suavidad excelente, como debería ser en todo el juego (ralentizaciones a parte). Sin embargo, en Small Aple y Glitter Oasis se juega con una cierta sensación de falta de fluidez. No es algo que tenga excusa, pero quizás se deba a que en estas dos ciudades se conduce de noche, y el juego tiene que generar las luces de la ciudad y de los otros coches, con un poco agraciado efecto blur en sus iluminaciones.

Además de lo mencionado, el juego demuestra un clarísimo Popping (se aprecia todavía más en los saltos muy elevados), pero lo compensa con un decente anti aliasing.

En cuanto al sonido, es quizás el mejor apartado gracias a los temas musicales incluidos. Temas de corte rock de grupos como Offspring o Bad Religión. Desde un punto de vista personal, no son tan buenos como los del primer Crazy Taxi para Dreamcast (la BSO de PC no era la misma que la de Dreamcast), pero se le acercan bastante.

Quizás la pega en este punto sea que suenan siempre en el mismo orden en cada ciudad, y eso puede hacer que el jugador se canse rápidamente del primer tema de cada ciudad, pues será el que más escuchará.

Añadir que tampoco hay demasiados temas, y el jugador hábil que prolongue la partida al cabo de un rato volverá a escuchar el primer tema de nuevo, y así todos los demás.

Los efectos de sonido pasan desapercibidos, pues son los mismos que llevan sonando desde la primera entrega, incluida la voz del locutor que anuncia el inicio de la partida y el título del juego. Se repiten muchísimo, y no dan la talla.

Guión

Evidentemente, este juego de argumento tiene más bien poco… demasiado poco. El objetivo del juego es coger uno o varios pasajeros, llevarlos a su destino antes de que acabe el tiempo, y volver a repetir el proceso. Cuando se acaba el tiempo se acaba también la partida.

Es el mismo argumento visto en anteriores entregas, que no ha variado ni lo más mínimo, y que no ofrece nada nuevo o que enganche al jugador a seguir con él. Para la ocasión (y como ya se comentó previamente) se han usado tres ciudades distintas, dos provenientes de las entregas anteriores de Crazy Taxi, y otra creada para lo ocasión.

En las tres se puede jugar con dos tipos de reglas: Con, o sin límite de tiempo. Con límite de tiempo, éste puede ser fijado a 3, 5, 10 ó 15 minutos, y en ese tiempo hay que hacer el máximo posible de clientes (y de dinero, claro está).

Sin límite de tiempo, cada cliente recogido suma segundos extra en el momento en que se sube, y si lo llevamos rápido, también en el momento en que se baja. Esos segundos se suman en un marcador general que va restando. Cuando llega a 0 se acaba la partida.

También en esta ocasión están disponibles los mini juegos, aunque todos son bastante simples, y repetitivos en cuanto a mecánica cambiando simplemente el escenario. Saltar muy lejos, cazar objetos o cosas similares serán las únicas tareas que hagan variar el objetivo del jugador, pero poco más, y durante poco tiempo.

Jugabilidad

La jugabilidad de Crazy Taxi no ha cambiado ni mejorado un solo ápice con el paso del tiempo. Lo único destacable ha sido la inclusión de nuevos movimientos, pero que poco aportan a la diversión que este juego podría ofrecer si pusiera algo más de empeño.

El control del taxi, antiguamente clasificado como 'puramente arcade', ahora no pasa de ser 'puramente incontrolable'. El taxi gira de manera muy brusca, lo que origina los choques contra absolutamente todo. En su día hacía gracia, e incluso era divertido, pero a estas alturas, es algo que pesa mucho en su contra.

Para subsanar en parte el pésimo control del taxi, hay ciertos movimientos, que en la mayoría de los casos son ayudas, pero que a veces incluso complican más las cosas. Entre los más útiles están los saltos, los derrapes y el turbo.

Los saltos sirven para sortear obstáculos, encontrar atajos y evitar choques. Pero a veces se consigue caer en algún lugar poco recomendable y perder tiempo, chocar contra elementos elevados o sencillamente fallar el salto y darnos de bruces contra cualquier cosa. Además los saltos no se realizan en el momento en que pulsamos el botón, sino medio segundo después, lo que muchas veces propicia el fallo.

Los derrapes sirven para tomar curvas muy cerradas o de 180 grados. El resultado es casi siempre un choque, pues son muy difíciles de controlar, cosa normal pues el giro normal ya lo es.

Los turbos son el elemento más útil, pues dan un impulso muy necesario a la hora de arrancar, o durante las rectas. Lo único malo que pueden tener es que nos acostumbremos demasiado a usarlos, y los activemos en algún momento poco recomendado, como al entrar en una curva.

Para jugar, desde luego es casi imprescindible un mando de control o un volante, pues jugar con teclado, aunque no es imposible es bastante incómodo, a pesar de que las teclas se pueden situar a gusto del consumidor.

Estrategia y trucos

La mejor estrategia es conocerse la ciudad al dedillo. La flecha que indica la dirección en la que está el punto al que quiere ir el pasajero no siempre es una ayuda (en realidad casi nunca). Por ello lo mejor es fijarse a donde quiere ir el pasajero, y saber cuál es la mejor ruta.

También es recomendable prescindir de los grupos de varios pasajeros. Dan más tiempo, pero también nos complican más el llevarlos a sus diferentes destinos. Mejor los pasajeros individuales.

En el control conviene aprender a curvar lo mejor posible, aunque esquivar los coches que circulan es bastante complicado en general. También es importante acostumbrarse al uso del salto, y al retardo que hay entre la pulsación y el salto.

Para conseguir más dinero, es importante pasar cerca de otros vehículos, pero sin tocarlos. A medida que se va haciendo, se van encadenando en un combo, y las propinas que da el cliente irán siendo mayores.

Comparándolo con…

En comparación con la primera parte de PC, el juego va más suave y fluido, aunque ofrece muy pocas cosas nuevas. Falta la segunda ciudad de la primera parte, pero hay dos nuevas. También están los nuevos movimientos como el salto, pero poco más.

Comparándolo con la versión de Xbox, es el mismo juego. Sin embargo, hay una ventaja y un inconveniente. La ventaja es la posibilidad de aumentar la resolución, lo que mejora la calidad de imagen. El inconveniente son las absurdas ralentizaciones que sufre el juego y que no tienen explicación en vista de la poca carga gráfica que lleva el juego.

Por poner otra comparación, se le podría comparar con Need for Speed Underground. Ambos de carreras por una ciudad con tráfico. Cierto es que a partir de ahí son todo diferencias, pero quien quiera velocidad por ciudad, que se olvide de llevar pasajeros, porque la última entrega de NFS se come con patatas a estos taxistas.

Lo que está bien

Muy poco, pero se podría destacar una cosa: jugar en la ciudad del primer Crazy Taxi con los nuevos movimientos de entregas posteriores. En el fondo es un valor puramente sentimental que apreciarán más los que disfrutaran con dicho juego en su día, ya que poco más hay positivo en este Crazy Taxi 3.

Lo que no está tan bien

En primer lugar la falta de innovación, y el hecho de que alguien intente vender otra vez, lo que ya han vendido en dos ocasiones, y para varias máquinas diferentes. Además de eso se podría destacar el pobre control, y la limitada variedad de objetivos que plantea el juego. Aburrirse de él en 30 minutos es algo no demasiado complicado, a menos que se sea muy fan de los juegos arcade, y no se haya disfrutado previamente de ningún otro Crazy Taxi.

Requisitos del sistema

Mínimos: 1Ghz Intel Pentium III o AMD Athlon, Windows 98/ME/2000/XP, DirectX 9.0b (incluido en el disco de Crazy Taxi 3) 256MB RAM, Tarjeta aceleradora compatible con Direct X 9, 500MB de espacio en el disco duro.