Ridge Racer + Moto GP

Namco presenta la convergencia de dos de sus sagas de conducción más carismáticas. Por un lado, el realismo y la simulación sus Moto GP y por otro el espíritu de competición y el toque arcade de Ridge Racer. Rena Hayami te espera al volante...

Ya es hora de sacar algo más. Son demasiados títulos arcades los que la compañía nipona lleva en sus espaldas. Han buscado un vuelco, un tratamiento más simulador, pero sin olvidar la jugabilidad de sus anteriores títulos. Y de largas sesiones en busca de ideas novedosas, han sacado este título, plagado de algunas buenas y otras no tanto. Al menos, nadie podrá negarles que lo hayan intentado con todas sus fuerzas.

Éste es el comienzo del modo Competición donde a lo largo de 14 pantallas aprenderemos a conducir los diferentes tipos de coches y circuitos. No es un modo de juego muy largo. Es más, en unas pocas horas lo podremos finalizar sin muchos problemas.

Durante el transcurso de este modo, iremos conociendo la historia de los 4 personajes del juego. Rena Hayami, nuestra piloto novata que se hará conocer como 'el número 76'; Stephan Garnier, un ex-manager que vuelve al mundo de las carreras bajo el mando de G.V.I.; Gina Cavalli, que será nuestra mayor rival, en lo que a conducción y belleza se refiere; y Eddie O'brien, nuestro impulsivo ingeniero que nos dará algunos consejos de conducción.

La historia no es para llevarla a la gran pantalla, pero cumple su cometido, máxime hablando de un juego de carreras donde hasta hace bien poco no había protagonistas. Los sucesivos videos que enlazan las carreras, cortos pero muy buenos visualmente, nos cuentan como lleva Rena su nuevo empleo como piloto dentro del G.V.I., una organización que no pinta muy limpia.

El modo Desafío se sustenta en el uso de los PR, que son unos puntos con los que nos recompensan al finalizar cada carrera, independientemente del modo en que juguemos. Nuestra conducción nos dará cierto número de puntos, como marcar la vuelta rápida, conseguir velocidades punta, no chocar con los contrarios, etc. El grueso de los puntos pero, los conseguiremos si ganamos los diferentes tipos de carreras.

Los puntos los podremos invertir en los tres menús del Desafío. En el Concesionario podremos comprar nuevos coches para nuestro garaje. Dentro del taller podremos invertir los puntos mejorando dos de las características de algunos modelos, en concreto el peso y el potencia. Y en el apartado carrera, podremos desbloquear carreras donde si participamos, ganaremos coches extra y mas puntos PR.

Las carreras del Desafío son muchas y cada una tiene un listado reducido de coches que pueden participar. De esta forma, además de conseguir el objetivo de la carrera, se deben hacer con una serie de coches o no nos otorgarán el oro. Evidentemente, terminar este modo plantea el invertir los puntos en las carreras que veamos más asequibles y en las que podamos participar según nuestro garaje.

Para haceros una idea de la duración del juego, estas son todas las carreras que hay:

Con semejantes número de carreras podéis comprobar que conseguir el oro en todas, no es tarea de una sola tarde.

Del resto de los modos antes mencionados, destacar el modo versus, en los que podemos jugar contra un amigo, en dos modalidades de juego. La lucha normal será por acabar primero en la carrera, mientras que la lucha a puntos, ganará el que consiga más puntos PR al final de las vueltas. En la personalización de los jugadores también disponemos de la posibilidad de darle cierta ventaja a nuestro oponente para igualar las carreras.

El estilo más general es el GT, donde están la mayor parte de los coches, divididos en 3 categorías según su potencia, desde coches como Fiat Punto hasta los potentes Toyota Supra y Nisan Skyline, todos ellos de competición. Por debajo de ellos están las carreras de clásicos como el Renault Alpine que siempre cuestan más de controlar por su baja velocidad y su inercia, mientras que sobre todos destacan los potentes prototipos. En esta categoría hay que mencionar el Advant Kondo, el coche que esta patrocinado por Namco.

El modo rally, esta representado por dos categorías, la baja con coches como el Honda integra, y la alta con los coches del mundial de Rally como el Ford Focus o Subaru Impreza. Hay que decir que el modo rally no destaca mucho sobre el modo GT. La simulación ya no es tan real, y el hecho de que sólo se incluyen 3 circuitos se nota la falta de dedicación a un género muy difícil de representar.

El modo Drag, carreras de un punto a otro, donde prima la potencia bruta, consta de coches como el Dodge Charger. Estos vehículos además disponen de un depósito de Oxido Nitroso, que podremos usar una sola vez, lo necesario para una carrera Drag.

Todos los coches pueden ser visualizados desde nuestro garaje una vez lo hemos conseguido, donde también podemos leer algunos datos sobre ellos. Destacar que en la versión Europea hay más coches que en la nipona, con lo que la diferencia en las fechas de salida queda compensada.

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Los circuitos no son muchos para lo largo que es el juego. 14 en total, algunos reales como Mónaco o Suzuka. Si tenemos en cuenta que 2 de los rallies también están invertidos, que uno es un óvalo de velocidad, el de Drag que es una sola recta también esta invertido, y Suzuka tiene el trayecto completo y el corto, tenemos sólo 5 circuitos reales y completos.

Ésto dado que tenemos que realizar una gran cantidad de carreras para conseguir el 100% del juego, provocará cierta repulsión a ciertos circuitos que serán repetidos hasta la saciedad.

También existen diferentes niveles de dificultad. En el modo Campeonato podremos seleccionarlo manualmente, mientras que en el Desafío cada carrera tiene el suyo. Es fácil, a mas puntos RP vale desbloquear una carrera, más difícil será de pasar. En general, no es el título más difícil que hoy en día.

El control, como ya he dicho, es de un estilo muy simulador. Los coches tienen por lo general mucha inercia. Si no frenamos bien, antes de entrar en las curvas, el coche se irá de adelante exageradamente. Si nos pasamos acelerando, también perderemos tracción, sobretodo con coches como el Dodge Viper. Para facilitar la conducción, disponemos de 2 barras en la parte inferior, que nos muestran cuanto tenemos pulsado el acelerador y el freno, con lo que podemos hacer aceleraciones progresivas evitando derrapes o evitar clavadas de frenos que nos envíen a la cuneta.

No cuesta mucho hacerse con el control, excepto con el freno de mano, quizás un poco mal ajustado. El mayor problema lo tendremos por una sensación de ser poco fino, ya que con ligeros movimientos del stick el coche gira bastante. Quizás sea simplemente un efecto del la falta de velocidad del juego, pero igualmente los prototipos giran realmente mucho.

Algunos coches permiten modificar bastante número de parámetros, como inclinación de alerones, fuerza de frenado, etc. Algunos incluso podemos cambiarlos durante la carrera, si es que conseguimos encontrar un momento para dedicarnos a movernos por el menú mientras conducimos.

La AI de los rivales esta bastante bien realizada. No es el mejor ni mucho menos, pero al menos no tenemos la sensación de conducir contra coches de Scalextric que nos dan otros títulos. Los rivales se apartan si les vas a adelantar muy rápido, se ponen en paralelo, y alguno con malas gaitas te intentará sacar de la pista.

Cada rival esta caracterizado por un personaje. Aunque nunca veremos imágenes propias de los pilotos, sí que veremos sus nombres sobre los coches cuando estén cerca. Algunos nombres se repetirán durante las carreras y aprenderemos a reconocerlos ya que siempre están en sus mismos coches. Alguno de los lectores se preguntarán entonces para que identificar con personajes los coches, si nunca los vemos. Pues únicamente para la barra de tensión.

La barra de tensión consiste en una pequeña barra que aparece sobre un coche cuando está relativamente cerca. A medida que le vamos presionando, la barra se llena. El contrario se pondrá nervioso, se quejará por la radio y al final, si se llena la barra, cometerá un error más o menos grave, desde salirse en una curva un poco, hasta realizar un trompo delante de nosotros. Ésta táctica nos será muy útil para ganar las carreras más difíciles. Por lo tanto, cada piloto contrario, incluída nuestra amiga Gina, tendrá una barra más o menos grande, y que se llenará más o menos rápido según nuestra presión.

Las pistas están bien diseñadas, teniendo en cuenta que algunas parten de circuitos reales. Muestran un buen nivel de detalle en cuanto a gráficos de fondo, como son los edificios o el parque de atracciones de Tokio. Sin embargo, carecen de movilidad. Toda la gente está representada por simples troquelados, que están en 2D. No se mueven según el enfoque de la cámara, ni están animados. Correr con un nivel de participación del público 0, le resta muchos puntos a la sensación de realismo que quiere trasmitir el título.

Los vehículos están bien modelados, y se reconocen perfectamente, ya que tanto los normales como los pintados de competición son licencias reales.

Dispondremos de 2 cámaras, una a la altura del parachoques delantero, con la que tendremos toda la panorámica de la pista, y otra situada detrás del coche, que ocupa buena parte de la pantalla y llega a molestar en ciertas situaciones.

Técnicamente, el motor gráfico tiene sus pros y sus contras. En la parte buena lo que más puede destacar es su implementación de sombreados. Los circuitos abusan bastante de zonas con claro/oscuros, que notaremos sobretodo con la vista de bumper, llegando al extremo en las entradas y salidas de los túneles. Es un buen detalle que destila calidad, aunque el acabado tampoco es digno del todo, ya que el coche o se ensombrece o se ilumina, sin término medio independientemente de que sólo nos toque una parte el sol. El mapeado del entorno no se hace notar mucho en el coche, a no ser que lo veamos en la galería donde los modelos parecen crecer en calidad gráfica.

En el lado malo, junto a lo ya comentado anteriormente tenemos un aliasing demasiado elevado, con demasiados dientes de sierra. Es tan extremo, que la primera vez que juguemos a algún circuito, en las curvas con cambio de rasante no sabremos en que dirección hay que girar.

Al principio de cada carrera, se nos da la posibilidad de seleccionar la canción como ya viene siendo norma de la casa en sus creadores.

El juego esta completamente doblado, con lo que no hará falta leer los mensajes de la radio cuando salen en pantalla, que seria realmente complicado. Cabe decir que al estar la voz distorsionada por la frecuencia de la radio, casi todos los contrarios sospechosamente tienen la misma voz.

Los comentarios son de todo tipo. Stephan alabará o se quejará de nuestro estilo conduciendo, el ingeniero nos dará las notas para los rallies, y los rivales se quejaran de la presión que sufren al tenernos detrás, o no se creerán la velocidad a la que los adelantamos. No todos los comentarios son acertados, pues a veces nos felicitaran el tomar una curva donde nos hemos salido, o el contrario se queja de la presión cuando ya lo hemos adelantado. Al final, puede que hasta cansen un poco, pero le dan mucho dinamismo al juego.

En el resto, el sonido del motor, tanto de nuestro coche como los de los contrarios, harán uso del Dolby para dar más realismo.

En el sonido, dado la potencia de Xbox con su Dolby Digital 5.1, siempre notaremos la mejoría sobre el Dolby ProLogic de GameCube y PlayStation 2.

No hay ninguna diferencia más visible, exceptuando el coche extra que trae la versión de Xbox, el Hummer cargado de cajas de Xbox en su interior, que es más que otra cosa anecdótico, ya que en carrera no es muy útil. Quizás el control en PS2 sea un poco más brusco con el mando, pero hay que recordar la gran cantidad de volantes disponibles para esta consola, por lo que no debe ser un problema.

Sin embargo, el título destila buenas intenciones y suficiente capacidad para mantener pegado al volante un buen número de horas al jugador. Sin llegar a ser un título revelación como pretendía ser, llega a ser un juego capaz de entretener con un simulador a quien le gustan las carreras rápidas y sin quebraderos de cabeza.

l  o     m  e  j  o  r

l  o    p  e  o  r