El Príncipe de las plataformas...

El Príncipe del tiempo
Embárcate en las misteriosas tierras de Persia, adéntrate en el fastuoso palacio imperial donde accidentalmente residen las arenas del tiempo. Usa tu habilidad, tu fuerza y tu inteligencia para recuperar tan temible poder y salvar las almas de los pobres hechizados.

La avaricia rompió el saco
Durante el IX Siglo, el rey de Persia, el gran Sahraman continúa su afán imperialista batallando por nuevos territorios. Como sus hijos y sucesores al trono que somos, acompañamos a nuestra padre en su batalla. Nuestra intención es impresionarlo y nada mejor para ello que infiltrarnos en el castillo enemigo y robar su bien más preciado: la daga del tiempo.

g  r  á  f  i  c  o  s
Basándose en una versión retocada del motor gráfico JADE, creado por los de Montreal para Beyond Good & Evil, Ubi ha conseguido crear un mundo envolvente y cuidado, realmente agradable visualmente y que destaca sobremanera por la gran integración de los escenarios con la historia y el excelente diseño de los mismos. Comenzamos por la perlita del personaje principal, el Príncipe, que ha sido realizado con un lujo de detalles mayúsculo y cuyas animaciones son tan sorprendentes como en su día fueron las del primer Prince of Persia.

Más de 1500 polígonos y 750 movimientos que nos sorprenderán por su calidad y porque prácticamente todas las habilidades con las que cuenta son necesarias durante la aventura. Desde los saltos, rodar por el suelo, agarrarse o moverse por salientes, hacer equilibrismos sobre barras, balancearse agarrado a cuerdas o los movimientos de lucha. El resultado no cabe ni decirlo, es realmente fantástico puesto que otros añadidos como el pelo que se amolda según el viento, la ropa representada con unas texturas realistas que le dan volumen e incluso que el aspecto exterior del hijo del sultán varíe a lo largo de la aventura, nos hacen presagiar que no será el último juego que basado en este personaje veamos en los próximos años...

m  ú  s  i   c  a
Algunos son de la opinión de que cuando no percibes la música en un videojuego es que es buena; te hace sentir más la acción, la exploración, pero no la escuchas, solo la oyes pasar y es la impresión la que queda. Algo así ocurre aquí, donde las melodías suaves y tranquilas, que llegan incluso a desaparecer cuando debemos concentrarnos en encontrar una salida o cuando estamos saltando de plataforma en plataforma. Cuando la acción arremete y los enemigos salen al estrado, esas melodías arábigas, persas y orientales van en crescendo hasta que limpiamos el escenario.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Prince of Persia es una aventura que mezcla sabiamente elementos de exploración con toques clásicos de plataformas, resolución de puzzles y momentos de acción. En esta mezcolanza predomina sobre todo la exploración y los plataformas, quedando los combates en un segundo plano y en ocasiones, como un "descanso" una vez que hemos superado una zona de difícil resolución. Se mantienen muchas de las premisas que dieron vida al clásico de Mechner, como los pinchos que salen del suelo si pasamos muy deprisa, los botones que debemos apretar para abrir algunas puertas o las cuchillas que intentarán rebanarnos en dos.

Atendiendo a los añadidos que incorpora este renacer, hay dos que destacan por encima del resto. El primero es Fahra,  la princesa de la India, que nos acompañará en buena parte de la aventura y que nos ayudará resolviendo los puzzles y luchando contra los enemigos. A cambio debemos protegerla de los enemigos, lo que le asemeja un tanto a ICO, el grandioso juego de PS2 que ha inspirado en muchos fragmentos a los diseñadores de Ubi. En este caso, Fahra sobrevive bastante bien sin nuestra ayuda, con la excepción de los combates.

Hemos encontrado algunos ligeros bugs relacionados con ella, como que no nos siga en una pantalla hasta el punto donde debe interactuar con algún objeto del escenario para abrirnos camino o en otra ocasión donde tras cargar una partida, se arrojaba como si fuera un Lemming al vacío. A pesar de estas dos incongruencias, su comportamiento y su IA son, como norma general, bastante decentes. Además, la presencia de la linda hindú en el juego da una nueva perspectiva a la historia, ocasionando algunos de los momentos más emotivos del argumento.

Los poderes del tiempo
La segunda característica novedosa incluida es el uso de la daga del tiempo. Una vez en nuestro poder, será nuestra más fiel aliada en el transcurso de la aventura. Para usarla debemos recuperar las arenas del tiempo desperdigadas por los castillos, así como rematar a los enemigos derrotados con dicho puñal para rellenar unos depósitos temporales.

El control del personaje es realmente sencillo y con una respuesta muy intuitiva a nuestras órdenes, haciendo pleno uso del control analógico del stick. La cantidad de movimientos y acciones disponibles son fácilmente ejecutadas, por lo que el manejo es bastante sencillo. La dificultad reside en descubrir la salida de determinado complejo o resolver algún puzzle que nos abra la puerta hacia la próxima zona. Estos últimos, pese a no ser excesivos en número, en ocasiones son un tanto complicados y nos obligarán a probar todas las opciones antes de resolverlos satisfactoriamente.

Pese a ello, la dificultad no es excesiva (sobre todo en la primera mitad del juego) lo que unido a su limitada duración nos hará creer que PoP es un juego corto; y es cierto, es corto y se hace corto. Su duración variará dependiendo de cuanto nos entretengamos admirando los escenarios y también según las capacidades y habilidad de cada uno, pero entre 9 y 11 horas sería lo normal. Si añadimos que la rejugabilidad es limitada, puesto que los extras (Prince of Persia 2 y un nivel del primer juego rehecho en 3D) no son aliciente suficiente.

Prueba el acero de mi cimitarra
Las escenas de lucha, son también abundantes aunque su dificultad viene más bien marcada por el número de enemigos en pantalla que por su inteligencia. Disponemos de varios golpes, algunos de ellos bastante espectaculares tanto en desarrollo como en los efectos de luz que mostrarán; si bien suponen un respiro e incluso una recompensa una vez superemos una zona de plataformas complicada, son bastante machaca-botones y no nos harán sufrir demasiado hasta el último tercio del juego.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Pocas veces una remodelación de un clásico deja tan buen sabor de boca como este Prince of Persia, que cuenta con un elaborado argumento, un personaje con la suficiente personalidad para revivir en nuevas entregas, unos gráficos de altura y que mezcla tan agradablemente elementos de acción, aventura, plataformas y combate. La escasez en Xbox de títulos de este calado o con un gameplay similar, le sitúan en un listón muy alto y es una compra obligada para los que gocen con los buenos juegos, más si les gustan los plataformas con un poco de diversidad.