Full Metal Alchemist, Impresiones (PlayStation 2)

Acompaña a Edward y a su hermano a través de una historia en un mundo alternativo donde la alquimia existe y los milagros son posibles. Full Metal Alchemist es el complemento en forma de videojuego de una de las series que más está pegando ahora mismo en Japón.  

Full Metal Alchemist fue presentado por primera vez en el pasado Tokyo Game Show de la mano de Square Enix, encargada de su distribución y entra dentro de la nueva política que la compañía nipona ha adoptado. En los últimos tiempos hemos visto a Square más como Enix (no es de extrañar dado que se han fusionado), pero resulta curioso ver como Square es la que ha sufrido más cambios, tradicionalmente una compañía muy espectacular en lo que se refiere a desarrollar proyectos (lo que a largo de su trayectoria le llevó a situaciones complicadas desde el punto de vista económico).

Pero con la fusión se ha adoptado el pragmatismo más propio de Enix, que en realidad era una productora pura y dura, no hacía prácticamente nada a nivel interno, sino que era una compañía sumamente pragmática que ha sabido construir excelentes licencias a base de conseguir que algunos de los mejores estudios trabajen por encargo en sus juegos. Así sucede con Dragon Quest y muchos de los títulos publicados por esta como Valkyrie Profile o la saga Star Ocean.

Primero fue la aparición de Final Fantasy X-2, un movimiento sumamente atípico que rompía la tradición de que los Final Fantasy "oficiales" eran definitivos, el suceso más importante dentro del mundo sobre el que corrían los hechos. Pero el pragmatismo y la lógica comercial marcan que si puedes aprovechar lo hecho en un juego para lanzar otro, puedes obtener importantes beneficios y así ha sido, con un título que ha vendido millones de copias en Japón y Estados Unidos, todo a partir de un engine ya creado y unos personajes y ambientación ya definidos.

Ahora le toca a Full Metal Alchemist, que para optimizar recursos, ha sido desarrollado con una versión mejorada del engine que alimenta a Kingdom Hearts, cogiendo bastantes elementos de este e incluyendo algunos propios para adaptar el juego a la serie, que hoy por hoy es una de las que más fuerte están pegando en Japón con una mezcla bastante común, cuyo éxito no es siempre alcanzable, de acción, humor y valores humanos.

La trama principal gira entorno a los Alquimistas, un grupo de individuos que tienen la capacidad de transformar los objetos y materiales en herramientas para usarlas a placer, pero a costa de un precio. La serie comenzó está temporada en las televisiones niponas y en el primer capítulo se puede ver como comienza la trama, con los dos hermanos protagonistas un poco más jóvenes experimentando con la alquimia hasta que algo les sale terriblemente mal. Como consecuencia, el hermano mayor, Edward, pierde un brazo y una pierna, mientras que el hermano menor "muere".

La historia sigue dos años después, Edward es ya un poderoso alquimista a pesar de su juventud y lleva un brazo y una pierna mecánicas, mientras que el alma del hermano menor consiguió ser captada e introducida dentro de una enorme armadura que en realidad está hueca por dentro, sólo estando animada por el espíritu que se encuentra en su interior. Tamaña proeza de alquimia requiere un alto precio para poder ser mantenida, así que los hermanos parten en búsqueda de un amplificador de poder que les permita mantener el conjuro, viviendo en el proceso emocionantes aventuras.

Cada vez se hace más común ver proyectos de anime cogidos de la mano con los videojuegos. Antes, lo normal era ver como después de que una serie alcanzara el éxito, se empezaran a ver videojuegos sobre ella. Pero ya se han visto variaciones importantes en esta mecánica, como .Hack en donde videojuego y serie estaban estrechamente unidos. En Full Metal Alchemist no se ha llegado a ese extremo de compenetración, pero en vez de esperar a que la serie tuviera éxito, el título basado en ella para Playstation 2 ya estaba siendo desarrollado antes incluso de que fuera emitido el primer episodio en la televisión nipona, por lo que más que capitalizar el éxito que pudiera tener una licencia, lo que se ha hecho ahora es ayudarla en su promoción desde el comienzo.

El juego centra su historia en un episodio intermedio entre el capítulo 8 y 9 de la serie, contando hechos y aventuras exclusivos del juego aunque interconectando sucesos y personajes para que a los jugadores y aficionados de la serie les resulten familiares las cosas, a la vez que se deja de manera que los que no tengan interés en el juego no se pierdan nada que les haga perder el hilo entre el salto de los dos capítulos.

Ya hablando de la parte jugable en sí, se trata de un Action RPG en 3D y en tercera persona en donde se tiene el control directo de Edward, al que pronto se le unirá su hermano que es controlado por la I.A. Los combates se desarrollan en diferentes escenarios en donde el protagonista puede utilizar tanto la acción directa a base de combos con su espada, o bien utilizar la alquimia.

La alquimia es precisamente el elemento más enriquecedor de este juego, ya que han sabido sacarle un enorme partido a esta habilidad. La manera más sencilla de usar es la que se podría esperar de una magia cualquiera. Edward puede ejecutar diferentes ataques mágicos basados en la potencia que consiga acumular (o lo que es lo mismo, del tiempo que se mantenga el botón pulsado). Con eso puede crear muros de piedra para protegerse, o hechizos más ofensivos como picos de piedra surgiendo de la tierra. Golpes físicos y magias pueden combinarse en diferentes combos con satisfactorios resultados.

Las armas fijas son precisamente eso, armas que por su gran tamaño permanecen fijadas en el sitio y deben ser montadas para usarse. Hay cañones, lanza-arpones, ametralladoras... se controlan como si fueran la torreta de un tanque y suelen tener efectos devastadores, aunque no tienen mucha duración.

La alquimia también tiene otros usos, como por ejemplo el de restaurar una plataforma rota. Seguramente muchos de los que ya lleven algún tiempo en esto ya hayan tenido que lidiar con un juego de esos en los que tienes que hacer algo y si no lo consigues debes salir y volver a entrar de la sala para encontrarte todo mágicamente como estaba al principio y así volver a intentarlo (Zelda es un buen ejemplo). Este fenómeno tan antinatural es resuelto aquí mediante la alquimia, pidiendo que restaures lo que no hayas conseguido utilizar correctamente para volver a utilizarlo. También sirve para "resucitar" a tu hermano cuando este cae en combate o crear un clon de Edward que andará aleatoriamente por la pantalla recibiendo los golpes de los enemigos, pudiendo así despistarles.

Gráficamente, el modelo de Edward y su hermano aparecen con un aspecto bastante bueno y definido, ricos y fluidos en cuanto a sus animaciones e inmediatamente reconocibles. Mirando en los enemigos se ha detectado bastantes repeticiones de los mismos con diferentes armas, aunque no por ello deje de haber alguno que resulte interesante, especialmente cualquiera de los gigantescos animales que aparecen tanto como enemigos regulares como de jefes finales, que además han sido animados con mimo.

A nivel de entornos y uso de efectos, se queda lejos de lo que se puede esperar a estas alturas de Playstation 2, pero están recreados con solidez para no desentonar. Los paisajes no van a dejar a nadie embobado, pero cumplen su cometido con oficio sin que haya problemas más allá de la indiferencia que provocan. En cuanto a los efectos tampoco es que se pueda hablar de nada destacable, unos efectos de luces muy simples y unas magias bastante simplistas en su ejecución, lo suficiente para adornar la acción, pero no para destacar.

Full Metal Alchemist es un buen juego, divertido y original en su justa medida gracias a lo interesante que resulta la alquimia, pero su razón de ser fundamental es la serie que le da nombre, así que salvo que esta llegara a España, es poco probable que se llegue a ver este juego si no es por importación (y aún así no estaría asegurado). Una pena ver títulos mucho peores que este en las tiendas, y el pobre uso que se hace en general de las licencias de dibujos animados en comparación con este título, que debería ser un ejemplo a seguir en como aprovechar una licencia.