R: Racing Evolution, Impresiones (GameCube)

Ridge Racer + Moto GP...
Tras más de 20 años haciendo juegos de carreras, Namco nos presenta la evolución de dos de sus sagas más míticas. Si bien Ridge Racer marcó en su día unos de los puntos de referencia en cuanto a jugabilidad en los arcades de carreras, la saga de MotoGP ha buscado la simulación de la categoría reina del motociclismo. Ahora, Namco ha decidido juntar sus fuerzas para crear el juego definitivo, un título de carreras que consta de dosis iguales de arcade y simulación.

La vida es una carrera....
La primera novedad que encontramos en R: Racing Evolution es la inclusión de un modo historia, algo que ya hemos visto en títulos como Pro Race Driver, y que nos pondrá en la piel de Rena Hayami, una bella conductora de ambulancias que un día decide competir en las carreras de mas alto nivel. Durante 14 fases deberemos medirnos en las diferentes modalidades de carreras y con diversos y variopintos vehículos, midiéndonos en ocasiones contra nuestra mayor rival: Gina Cavalli.

Desbloqueando extras....
El sistema de puntuación RP (Reward Points) nos recompensará al final de cada carrera con una serie puntos en base a nuestra actuación, como los metros derrapados o el tiempo que mantenemos el coche al maximo de velocidad. Gracias a estos puntos podremos desbloquear tanto los eventos del modo Event Challenge como nuevos coches o aumentarles la potencia a algunos de los que ya tenemos.

Desde los menus de Event Challenge decidiremos en que invertir nuestros puntos RP ya que si queremos participar en varios eventos de rally, es aconsejable invertir antes unos puntos en subir la potencia de alguno de los coches que tengamos desbloqueados de rally, o competir en el evento VS. contra Rene para desbloquear su Peugeot 206 que ya tiene las mejores equipadas. El resto de modos de juego son los clásicos Time Attack, Arcade y Versus donde podremos dedicarnos a batir records, disputar una carrera personalizada o batirnos con un compañero de juego respectivamente.

Si bien todos los modos de juego son del estilo de Ridge Racer, el equipo de programación de MotoGP son los que claramente se han encargado de definir el estilo de conducción y es que nos encontramos ante un simulador en toda regla. Cada uno de los 32 coches disponibles tiene sus características y se comporta de forma bastante realista, aunque en general quizás tienden a tener demasiada inercia, con lo que el coche pierde toda capacidad de giro si no frenamos bien y con anticipación.

Además, se nos permite modificar una gran cantidad de parámetros antes de la carrera e incluso dependiendo del coche, podemos terminar de ajustar algún parámetro como la distribución de los frenos durante la misma carrera. Para rematar la faena, se han permitido poner un modo de autofrenado para que los novatos en el género de carreras tengan una ayudita inicial.

Pocos coches, pero de categoría...
Si bien 32 coches no son muchos, algunos coches aparecen en varias categorías con características distintas, además de tener varias pinturas tanto reales como no. Todos los coches tienen licencias oficiales y contamos con coches tan diferentes como los de categoría GT BMW McLaren F1, Saleen S7R, De Tomaso Pantera GTS y Audi R8, los de Rally como el Ford Focus, Mitsubishi Lancer Evo VIII y Honda Integra Type R, los Drag Dodge Charger R/T y Shelby GT500, o los clásicos como el Fiat 500 F y el Renault Alpine A110.

Los enemigos... unos tipos listos...
Un aspecto destacable es la IA que se le ha aplicado a los contrarios. Los podremos ver apartándose de nuestro camino cuando les adelantamos, intentando sacarnos de la pista si nos ponemos a la par e incluso nos usaran como punto de apoyo en las curvas al igual que lo hacemos nosotros con la excusa de que para ganar todo vale. Y para redondear el trabajo han incluido un medidor de nerviosismo en forma de barrita que sale sobre un coche rival cuando nos ponemos tras de él. A medida que le hacemos presión la barra se llenará hasta que llega al estado máximo y se pondrá a parpadear. En ese momento el conductor del coche contrario perderá de tal forma la concentración que se saldrá en una curva o dará un trompo inexplicable perdiendo unos segundos preciosos.

Gráficamente... no muy buenas vibraciones
Y aunque hasta aquí Racing Evolution nos ha demostrado que realmente aporta novedades, en el aspecto gráfico sin embargo, deja un poco que desear. En el aspecto general el motor gráfico recuerda bastante a MotoGP y comparado con otros títulos de carreras a día de hoy sale bastante mal parado. Los modelos de los coches están bien realizados y están pintados imitando a la perfección los conocidos modelos reales, sin embargo los circuitos son bastante simples. No es que no demuestren profundidad y elementos decorativos, sino que éstos son demasiados poligonales. Un buen ejemplo son la gente que son simples dibujos en 2D que ni siquiera se mueven hacia la cámara, provocando que en algunos circuitos parezcan más una valla que otra cosa.

Dale volumennnnn... 
Y si hablamos de Namco, es difícil dejar de hablar de la música que caracteriza sus títulos. Como es de costumbre, unos cortes de techno electrónico de buen hacer nos acompañará durante las carreras. Y es que por mucho simulador que sea, este titulo no podría olvidarse de uno de los sellos característicos de la compañía, algo que quizás pueda desconcentrar a quien no este habituado a encontrar música cañera de fondo mientras intenta hacer una vuelta rápida en un circuito de velocidad.

El sonido cumple perfectamente su cometido. Cada coche suena distinto y parece ser bastante realista, algo complicado teniendo en cuenta la disparidad de vehículos que podemos encontrar en una misma carrera. Durante toda la carrera además escucharemos, aunque no lleguemos a entender todo lo que dicen, los comentarios de nuestro box que no se cansaran de repetirnos una y otra vez que hemos perdido demasiado tiempo al tomar esa curva o que un rival se nos acerca peligrosamente por detrás.

Son comentarios algo repetitivos y que llegarían a cansar si no fuera por los comentarios que recibimos del resto de corredores cuando por ejemplo, aparece el número 76 (como nos conocerá todo el mundo) en su retrovisor con claras intenciones de adelantarles. Solo queda destacar que hay que tener buen oído para pillar todo lo que dicen, mas si no hemos bajado un poco el volumen de la música que por defecto es bastante alto.