Gusanos tridimensionales

Han pasado ya muchos años desde que un joven anglosajón llamado Andy Davidson programase con bastante arte un sencillo juego, el cual resultó ganador en cierto concurso que organizase en su día una prestigiosa revista inglesa sobre el ordenador AMIGA. Dicho juego, que basaba su divertido mecanismo en el clásico "Scorched", supuso toda una revolución lúdica que no pasó en absoluto desapercibida para los integrantes de la compañía Team 17.

Esta empresa, emblemática donde las haya para los jugones de ese mito llamado Commodore Amiga, fichó rápidamente la creatividad de Davidson para convertir su revolucionario trabajo en el que, a día de hoy, se ha convertido en la principal fuente de ingresos de la compañía. Así nació "WORMS", asentándose en su primera incursión en el mundo del software de entretenimiento dentro del más que potente AMIGA 1200.

Si bien, tras muchos años de éxitos amigueros con títulos como "Super Frog", "Assassin" o "Full Contact", la política de la compañía cambió a mejor, acercándose también al PC con la saga "Alien Breed" o la divertida saga de one vs one "Body Blows". Por consiguiente, "WORMS" no tardó en ser convertido a los compatibles, con una versión que compartía al cien por cien todas y cada una de las premisas de diversión de la versión Amiga.

Ya en dos sistemas, el bombazo se hizo patente, y Team 17 alcanzó la gloria que tocaría tan buenamente antaño. Y es que "WORMS", basándose en pequeños detalles básicos de los más clásicos de la historia de los videojuegos, imprimía una jugabilidad sin precedentes, que con sólo aunar grupos de gusanos dándose una paliza con todo lo que tienen a mano, conseguía que la familia, amigos y demás personas con ganas de divertirse se juntasen en torno al ordenador.

La evolución de la serie

Como todo producto de éxito, "WORMS" contó con alguna que otra ampliación, pero lo que es una segunda parte vendría con la tecnología que ya mostraba a los gusanos en alta resolución. "WORMS 2" alucinó a propios y extraños con unos diseños cartoon que no hacía más que potenciar la vena cómica del producto. Aparte se añadía nuevas armas, mejores escenarios, nuevos modos de juego... Más y mejor.

En fin, toda una maravilla que se vio igualmente potenciada, aunque en menor medida, con "WORMS ARMAGEDDON" y "WORMS WORLD PARTY", pequeñas variaciones de la segunda entrega. Más armamento aún para nuestros pequeños soldados, mejoras en la resolución gráfica y un añadido modo online que se hacía de rogar. A lo cual, los gusanos no sólo iban guerreando más y más, sino que a la par iban conquistando otros territorios, tales como la práctica mayoría de las consolas.

Pero la serie "WORMS" ya había sido renovada todo lo renovable. No daba más de sí en cuanto a mejoras, pero sí había que reconocer que, pese a la indudable capacidad lúdica del producto, su tecnología había quedado un tanto desfasada. Bueno, desfasada para la nueva generación de jugones, que prácticamente rechazan cualquier juego que base su contenido visual en los gráficos bidimensionales.

Así que, para Team 17, ya había llegado la hora de que sus gusanos se modelasen en 3D. Y qué mejor momento que el presente, cuando la tecnología permite hacer algo alucinante a todas luces. Y quién le iban a decir a ellos que su antiguamente idolatrada SEGA iba a ser la que se encargase de publicarles su nueva obra. Ahora bien... ¿cómo pasar a un entorno poligonal la clásica metodología de juego de "WORMS"? ¿Será para bien o para mal? Veamos pues...

Gráficos y sonido

Como ya se ha dicho, "WORMS" siempre ha sido un claro exponente de lo que son los gráficos 2D. Es por ello que el salto a los entornos tridimensionales debería estar plenamente justificado por unos gráficos de alto standing. Y no sería equivocado decir que todo se muestra excelente de cara a la pantalla, con un modelado general cuyo mejor calificativo es el de simpático.

El entorno es francamente curioso, muy cartoon todo ello, destacando en especial lo llamativo de los colores usados. Todo hay que decirlo, a nivel técnico, "WORMS 3D" se muestra lo suficientemente decente como para ejecutarse con el mismo aspecto e igual rendimiento a nivel multiplataforma. No es que se usen efectos demasiado llamativos, ni una cantidad de polígonos reseñables a nivel fuera de lo normal, pero "WORMS 3D" luce de maravilla, por encima de todo gracias a un elogiable trabajo artístico.

En cuando a los movimientos, y como muchos lectores ya sabrán, "WORMS 3D" es un título que no se lanza a directamente a la acción pura y dura. Sus animaciones son más pausadas que otra cosa, pero la suavidad con la que se han plasmado todas las explosivas situaciones del juego son dignas de elogio. Se hace evidente que, pese a que la jugabilidad de Worms se acerca en demasía a la clásica estrategia "por turnos", los de Team 17 han sabido programar algo en lo que prima sobremanera la capacidad de desarrollar las más trepidantes salvajadas.

Hay que destacar la destrucción progresiva que van sufriendo los escenarios. En 2D era sencillo lograr la deformación de este, pero en 3D ya es otra cosa... y vaya, lo han hecho genial. "Red Faction", muérete de envidia... ¡llega "WORMS 3D"! Otra cosa que se me olvidaba es el decir que, aparte de la deformación y tal, los variados decorados son todo un prodigio de diseño, siendo un protagonista más de la partida.

Los aspectos sonoros siguen en la habitual línea de calidad de estos programadores, con el amigo Bjorn Lynne a cargo de los magníficos temas musicales, maravillosamente compuestos y con un alto grado de ambientación. Los efectos sonoros van a la par, con todo un repertorio de explosiones, disparos, ovejas y todos los sonidos absurdos típicos de la saga.

No hay que olvidar las hilarantes vocecillas de nuestros alargados protagonistas, nuevamente configurables para adaptarlas a la personalidad de nuestro grupo. Estupendo es el detalle de que se haya logrado una comiquísima sincronización labial en los gusanitos, a todas luces brutal y tronchante.

Guión

Difícil es buscar una justificación argumental a los gusanos estos... Digamos que son así de belicosos, por naturaleza, y que no hay cosa que les guste más que darle caña a los enemigos. El guión lo pones tú o tus amigos ;-)

Jugabilidad

Todo aficionado a la saga de los gusanos sabrán que aquí no hay concesiones al gatillo fácil. Todo lo contrario, si bien el trasfondo de "WORMS 3D" es bastante arcade, la metodología lúdica es en gran medida estratégica. Aunque claro, hay que remarcar que, sin duda alguna, para ser un ganador en este juego hay que añadir unos buenos toques de puntería, cálculo de trayectorias y, más que otra cosa, bastante mala leche.

Lo que ocurre es que toda la sencillez que atesoraban los anteriores juegos de la serie se pierde en gran medida con la nueva tridimensionalidad que envuelve esta entrega. No es sólo por el hecho de que ya no nos movemos por un simple gráfico simple plano, sino que ahora tenemos un auténtico entorno poligonal en el que juega un papel fundamental la orientación.

Pasaron a la historia las clásicas premisas que rodeaban a la forma de apuntar con las armas al enemigo en "Worms". Ahora, al estar en unas 3D reales, la puntería se transforma totalmente, el cálculo de la trayectoria es ahora mucho, pero que mucho más duro. Y para colmo de males, el viento, siempre presente, nos hará errar una y otra vez los disparos. O sea, todo es cuestión de acostumbrarse, pero cuesta.

En esto, la curva de aprendizaje es infinitamente más compleja que en otros "Worms", pero se llega a dominar, que no quepa duda. Una vez dominado el juego, las partidas se tornarán increíblemente adictivas, al más puro estilo de los clásicos gusanos. Eso sí, se ha perdido bastante frescura, a causa de que no es tan directo en cada uno de nuestros movimientos, y tenemos una visión global más confusa, pero sigue siendo un "Worms".

Donde de verdad se disfruta este monstruo de la diversión es usando las armas. Más que nada porque, aparte de los clásicos bazucas, minas y demás petardos, siguen presentes los locos artefactos que han dado tanta identidad a la saga: la ovejita, la abuela, la bomba sagrada... Todos y cada uno de estos elementos son para mondarse, aunque en más de una ocasión nos riamos a la par que nos proporcionan más de una baja. Eso sí, lo mejor es usarlos nosotros mismos y ver la cara del enemigo... ¡jur jur jur!

Evidentemente, a pesar de que para un solo jugador es divertido gracias a la diversidad de modos (entrenamiento, campaña y el interesante de los desafíos), la esencia más loca y adictiva de "WORMS 3D" es el poder jugar con otras personas. Participando con gente que ya sepa dominar el juego, ya sea vía wormnet, lan o multijugador (o en el mismo PC), el presente título se torna prácticamente imbatible a nivel de vicio. Como siempre, con hasta cuatro grupos de gusanos dándose tortas, en ese sentido "WORMS 3D" es un juego increíble. Aún así, y como he dicho antes, escenarios monojugador tales como el que parodia el desembarco de Normandía son dignos de reseñar.

Para alargar el entretenimiento, contamos también con una singular "gusaciclopedia", en la cual se nos detalla la historia y la explicación de las diferentes acciones y armas, los nuevos modos que se abrirán superando progresivamente los retos del modo desafío... en fin, muchos detalles que se añaden a los ya de por sí apasionantes enfrentamientos multiplayer, que hacen de este programa un juego que dura para toda la vida.

Comparándolo con...

¿Con qué juego se puede comparar "WORMS 3D"? Evidentemente, con sus parientes, con los anteriores títulos de la saga. En ese sentido, la nueva entrega intenta heredar la mayoría de sus premisas jugables, y lo ha hecho de forma elogiable dentro de lo increíblemente difícil que es el implantarlo en un entorno tridimensional. No hay más que decir que casi es lo mismo, pero más bonito e impresionante... ¡puro vicio!

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

Enlaces

SEGA Europa

Requisitos del sistema

Equipo de pruebas: Pentium IV 2Ghz, 510Mb RAM, GeForce 4 MX. El rendimiento en altas resoluciones fue a todas luces satisfactorio, sin merma alguna en la tasa de imágenes por segundo y estable en todos los sentidos.

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