El as en la manga..

¡Europa está en guerra! Las fuerzas alemanas se expanden victoriosas por toda Europa, su terrible potencial aéreo está poniendo al borde del colapso al resto de naciones. La entrada en escena del ejército de aire estadounidense es la última oportunidad para acabar con la amenaza. Y tú eres su mejor piloto. En tus manos, el destino de la Guerra... y tal vez el de la humanidad.

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Tomamos así el papel de Chase, un piloto americano de la RAF, que en su primera misión debe colaborar en la evacuación de las tropas británicas del continente. Una vez cumplimentada con éxito la evacuación de Dunquerque, somos reclutados por los Battlehawks, un grupo de élite internacional preparado para combatir por todos los medios contra el escuadrón Némesis del Ejército del Aire alemán.

Secret Weapons over Normandy podría redefinirse como la secuela del que en su día fue aclamadísimo Secret Weapons of the Luftwaffe, que nos ponía en una tesitura similar con el ejército aliado luchando frente a la ofensiva alemana. Mucho han variado las cosas desde entonces, aunque su creador Larry Holland, parece seguir teniendo una espina clavada e intentando mejorar los denominados arcades aéreos.

Lo primero en lo que posamos la vista nada más comenzar a jugar es en los aviones. No son un delirio gráfico, pero no están mal. Tienen un aspecto un tanto tosco, como si fuesen mazacotes de polígonos, pero una vez en el aire comprobamos rápidamente que gozan de elementos animados, como los alerones que varían de dirección según giremos. Echan también unas buenas cantidades de humo, que pese a no ser el mejor que hemos visto en ninguna de las dos consolas, sí que cumple con la ambientación. Eso sí, su disolución en el ambiente es tremendamente rápida.

El juego se controla desde una perspectiva en tercera persona, aunque podemos activar una primera para mejorar nuestro blanco, una vista superior para cuando tenemos que bombardear algún objetivo terrestre y una perspectiva externa, cuando pulsamos el botón de fijar objetivo, y que sirve para localizar al enemigo más cercano y mantenerlo en el punto de mira. La cámara, en especial la trasera que es la que más usaremos durante el desarrollo de las partidas, se muestra un tanto inestable lo que provoca que los giros sean bastante mareantes a la par que lentos. Si al avión le cuesta virar, a la cámara le cuesta aún más. Y esto hace que apuntar a objetivos, sobre todo cercanos, nos cueste muchos sufrimientos. Por otra parte el HUD que nos mantiene informados de todos los parámetros relativos al vuelo y a la misión es bastante completo y con un diseño muy cuidado.

La vista que contemplamos desde el avión varía según la misión en la que estemos. Hay batallas que se desarrollan sobre zonas marítimas, otras sobre lacustres terrenos y alguna más sobre ciudades. El horizonte que se nos muestra en el juego es muy lejano, sin pizca de popping y con una temida niebla que aparece sólo en momentos puntuales. Eso sí, algún sacrificio se debía hacer para conseguir que esos dos efectos no apareciesen por todos lados y tener una tasa de frames estable. Pues bien, los grandes sacrificados han sido los escenarios y las texturas.

Lo que tenemos a nuestros pies muestra un aspecto como granulado, muy similar a dibujos o renders en ocasiones. Como si no se hiciese en tiempo real. Da un aspecto de cómic a los escenarios vistos desde gran altura; unido a esto tenemos unas estructuras demasiado poligonales que distan de la belleza presente en otros juegos. Similar calidad tienen las texturas, bastante pobres en todos los elementos del juego, sean aviones enemigos, casas, campos o globos.

A pesar de estas carencias, la cantidad de enemigos que se muestra en pantalla es tremenda en muchas ocasiones. Es mirar a lo lejos y poder contemplar una oleada de enemigos lanzándose sobre el aliado que debemos cubrir o como decenas de kamikazes se arrojan como locos tras nosotros.

Por otra parte, el juego cuenta con unas excelentes voces en castellano, sobre todo en lo que se refiere al doblaje de los documentales, que gracias a su calidad y al excelente sonido nos harán pensar que estamos viendo un canal temático de la televisión. Sin embargo, no todo el texto está doblado, ya que las misiones se nos irán dando al vuelo en perfecto inglés, eso sí, con subtítulos para que nos enteremos. Nos harán desviar la vista de la pantalla en muchos momentos, por lo que no entendemos muy bien el motivo por el que se han decidido a doblar unas partes y a dejar otras en versión original. Aún así, todo el apartado sonoro del juego goza de un nivel magnífico.

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Disponemos de una gran variedad de misiones, desde aquellas de protección donde tenemos que evitar que los aviones enemigos acaben con nuestra avanzadilla terrestre, otras donde debemos bombardear ciertos objetivos estratégicos o mermar el contingente marítimo de las fuerzas ocupantes y las más habituales, donde tenemos que acabar con las élites del aire de las fuerzas alemanas. En medio de cada misión suelen informarnos por radio de misiones secundarias que debemos cumplimentar para conseguir dinero y puntos extras con los que obtener nuevos aviones y mejoras para los que ya tengamos.

Los modelos de los aviones responden a aeroplanos reales de la época, pertenecientes a los dos bandos que participaron en el cruel acontecimiento. Podemos así pilotar un Mustang, un Flying Pancake, el Comet, el Corsair F4U o el Me 262. Cada uno de ellos tiene sus propias características en cuanto a velocidad, capacidad de maniobra, potencia de fuego y armadura, a la vez que podemos equiparlos con armas secundarias cuyo poder de destrucción es muy elevado, como torpedos, cañones e incluso, con alguna licencia por parte de los programadores, cohetes teledirigidos.

Las misiones, pese a su variedad y la inclusión de submisiones, se hacen en muchas ocasiones cortas, bien por su escasa duración, bien por su sencillez de desarrollo o por la facilidad en la que nos deshacemos de los enemigos. Y este tal vez sea el punto más flojo del juego, ya que las sucesivas mejoras que podemos obtener convertirán nuestros amigos alados en objetos imparables por las débiles huestes rivales. Con unos pocos disparos podemos eliminar sin mayor problema a las tropas aéreas rivales, mientras que a ellos les costará mucho sudor y alguna que otra lágrima el acabar con nosotros.

Esto ocasiona que el título sea bastante cortito, a pesar del gran número de misionessecundarias existentes. Si a eso le incluimos que no existe la posibilidad de juego online, tan solo la posibilidad de jugar escaramuzas a pantalla partida o la inclusión de un modo cooperativo, se queda algo cortito sobre todo comparándolo con otros rivales consoleros como Crimson Skies, Yager o incluso Rogue Squadron III.

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