Splinter Cell: Pandora Tomorrow (GameCube)

Después de ser uno de los títulos revelación del año pasado, y convertirse en la mayor alternativa a Metal Gear Solid, el futuro para Sam Fisher parece asegurado gracias a las secuelas que ya se están preparando desde Ubi Soft. Descubre lo que va a ofrecer esta nueva secuela.

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Cuenta la leyenda que poco a poco fue creciendo en Pandora una gran curiosidad por conocer el contenido de la caja cuyo contenido no había sido esparcido aún en la creación. Inevitablemente, y tentada por su curiosidad, un día Pandora quebró el sello y abrió la tapa para mirar dentro, pero en ese mismo instante escaparon del interior una multitud de plagas para atormentar a los hombres. No obstante, algo quedó en el fondo: allí aguardaba la Esperanza. Lo que no contaba la leyenda es que la caja tuviera forma de cubo...

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Hace varios años, el escasamente poblado pero exitoso género del espionaje táctico tuvo un rey indiscutible, el archiconocido Metal Gear Solid. En su momento, reinó solo, y cuando se dieron a conocer los primeros detalles de su segunda parte, el panorama no pareció cambiar: evidentemente Kojima era mucho Kojima y resultaba difícil que un juego llegara siquiera a poder medirse con él. Pero los tiempos cambiaron, y por entonces un llamativo juego titulado Tom Clancy's: Splinter Cell se asomó disimuladamente para luego conseguir que todos nos fijásemos en él. En aquel momento el ciclo estuvo completo: todo lo que intente presumir de grandeza necesita de un rival igualmente grande con qué medirse, por eso siempre ha habido Sonic y Mario, FIFA y ISS, Tekken y Virtua Fighter... inevitablemente también Solid Snake y Sam Fisher.

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Aquella primera parte, con un impecable estreno que abanderó los primeros pasos de Xbox, y después en otras plataformas, no se limitó a copiar un estilo, llegó más allá. Logró evolucionar hasta dejar a su rival a años luz en cuestiones técnicas y jugables, lo que provocó un manido debate entre fanáticos y críticos al juego de Konami. Es cierto que su trama no era tan apasionante, y que sus personajes andaban escasos de carisma. Pero bastaba coger los mandos para que en cuestión de minutos nos cercioráramos de que aquello era el nuevo ejemplo a seguir en el género, la referencia tras la cual seguiría el resto. El protagonista, Sam Fisher, un agente de Third Echelon -"filial" de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense- llevaba todas las papeletas para hacerse con el trono.

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Splinter era diferente, en el propio juego se respiraba un aire distinto al Metal. Más real, más detallista en cuanto a equipación, con más peso en el espionaje puro y la situación política actual, emanaba la esencia de Tom Clancy por los cuatro costados. Además, jugablemente elevaba el listón a cotas nuevas. Nuestra capacidad de interacción con los escenarios era tal que cada tubería, recoveco o artilugio del escenario nos servía para traspasar las medidas de seguridad enemigas. Y estaban, por supuesto, los gadgets con los que contaba Sam.

Si existía un icono característico de Splinter Cell eran sin dudarlo las impresionantes gafas trioculares -no sabría cómo definirlas- que llevábamos durante el juego. Con ellas, y en cualquier momento, disponíamos de la posibilidad de usar las visiones nocturnas e infrarrojas más realistas vistas hasta el momento. También nuestro traje contaba con un medidor de luz, que nos indicaba lo visibles que resultábamos al enemigo, y no faltaban juguetes como minicámaras y toda clase de armamento, que unida a nuestra capacidad en el cuerpo a cuerpo nos convertía en un portento de la infiltración.

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Toma dos tazas

Una vez dejado claro que la primera parte era y es un gran juego, sorprendente y de innegable calidad, es hora de dejar a un lado el pasado para pasar a lo realmente importante, el actual desarrollo de su segunda parte y el futuro inmediato en el que, por fin, Sam Fisher verá la luz en nuestras Gamecubes. Muchos se estarán comiendo las uñas pensando en el inminente estreno.

De la trama los desarrolladores poco han dejado escapar, es evidente que la historia es lo último que se desea dar a conocer de un juego en profundidad. Sólo se conoce que tratará de experimentaciones biológicas y que se desarrollará, además de en saturadas urbes, en ambientes más salvajes y naturales, sin apenas civilización: nos veremos las caras con la inhóspita selva del Vietcong, por poner un ejemplo. Esto provocará sustanciosos cambios en cuanto al planteamiento de las fases, pues no es lo mismo camuflarse entre cajas que entre maleza, ni el equipamiento para la húmeda jungla que para unas oficinas, lo que ampliará notablemente la variedad. Pero hay múltiples y jugosas novedades en el ámbito de la jugabilidad que merecen una mención especial.

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La primera que llama la atención es la nueva forma de jugar, completamente en visión subjetiva, con lo que podremos optar, cuando lo deseemos, de una jugabilidad a medio camino entre los más trepidantes tipo Doom y las posibilidades estratégicas del Rainbow Six, sin abandonar en ningún caso la típica visión en tercera persona para el resto del juego. La mezcla de fases de sigilo, escondiéndonos como siempre entre los majestuosos juegos de luces y sombras, los momentos de exploración en diferentes niveles tanto en altura como en anchura, y esta nueva forma de enfrentamiento puede resultar explosiva. Pensad por un momento en la emoción de ver los movimientos enemigos desde los ojos del propio Fisher, o poder darse el gustazo de, si la situación lo requiere, enfrascarse en un tiroteo más complejo que el típico 'apunte automático' de este tipo de juegos.

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Otra de las grandes bazas serán los modos multijugador. Dejando a un lado la limitación del juego en online en la cube, es de esperar que Ubisoft sepa aprovechar esta opción, ya que resulta seductora la idea de enfrentarse unos a otros de la forma fría y calculadora habitual en Splinter; los duelos sin duda serán memorables. Además, nuevos movimientos como atacar colgados boca abajo y todo tipo de piruetas nos permitirán finiquitar rivales con estilo, además de eficiencia. Por si fuera poco, a la ya amplia gama de armas y artilugios se le unen una nueva visión de rayos-x, similar a la usada por la seguridad de los aeropuertos. Ya sabéis, podréis traspasar casi cualquier material de un grosor determinado... como por ejemplo ropa, ejem.

A principios de la Primavera del 2004 es la fecha elegida para el pistoletazo de salida, y seguramente no muy tarde gamecube verá un enfrentamiento sin igual en una consola nintendo: será la hora de ver a Splinter Cell: Pandora Tomorrow y Metal Gear: Twin Snakes, frente a frente. Ambos intentarán dejarse la piel por ser el mejor y los ganadores sin dudarlo seremos los jugones. Nadie más que nosotros decidiremos a vencedor y vencido. Siempre con sigilo, claro. Sin ruido, sin dejarse ver... una sombra y tres pequeñas luces verdes esconden más de lo que puedas creer.

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