Do you know my name....?

A pesar de que hace algún tiempo os ofrecimos unas primeras impresiones, no hemos podido evitar darle unas cuantas más vueltas de tuerca al juego para ver si ofrecía algo más de lo que nos pareció en un principio. La casa de Gregory, cuanto menos, sorprende; aquí está nuestro análisis…
 
Realmente, debo admitir que me cuesta mucho completar las impresiones que hice hace escasas semanas. Más que nada porque Gregory Horror Show no cambia lo más mínimo en su desarrollo a lo largo de las 10 - 12 horas de juego que nos puede llevar completarlo. La verdad es que poca cosa ha cambiado desde que probamos la beta para impresiones a esta versión final, lo cual no digo en sentido peyorativo, claro está.

Argumento / Introducción
A primera vista, y ya para empezar, resulta difícil clasificar Gregory Horror Show. Está estructurado como una aventura en tercera persona totalmente en 3D y con cámara libre en la mayor parte del juego. No obstante, también podemos utilizar la primera persona en cualquier momento y, además, los eventos que sucedan en esta peculiar casa del terror estarán condicionados por la hora del día, añadiendo por tanto la cuarta dimensión al planteamiento de Gregory Horror Show. Pero en general hablamos de una aventura que consiste en solventar puzzles, de aprovechar el momento adecuado, de espiar al resto de habitantes del hotel, descubrir sus debilidades y utilizarlas a nuestro favor.

Un hotel muy peculiar
Gregory es una rata de cabeza cuadrada que regenta el 'Gregory House', un hotel al que hemos llegado cuando estábamos totalmente perdidos en el bosque. Una vez en su interior descubrimos que dicho hotel no es más que una representación de la peor de nuestras pesadillas, en la cual es fácil entrar pero difícil salir. La historia se revela a medida que avanzamos en el prólogo, y al llegar a la hora de dormir la Muerte se nos aparece en sueños explicando que la única forma de abandonar el lugar y evitar convertirse en un alma perdida es precisamente robando 12 almas correspondientes a otros tantos huéspedes que habitan en esta casa de los horrores. Tras sellar el trato con la Muerte decidimos seguir adelante con nuestro destino.

Graficos
Todos los elementos de la casa, tanto el mobiliario como el diseño de los personajes, tiene una clara estética de cómic a la que aquí no estamos acostumbrados. Todo es geométricamente básico, como podréis apreciar en los pantallazos que os adjunto con el texto. Es del todo intencional, por supuesto, y además están diseñados por Naomi Iwatani, que ganó el premio de animación para series de televisión en el VEAF de Vancouver este mismo año. Eso no significa que vaya a gustar a todo el mundo, está claro. Para algunos los gráficos serán un desastre y para otros les parecerán lindos, pero en ningún caso son o pretender ser el punto fuerte del juego.

Sonido / FX
Pues Gregory Horror Show mantiene lo que se debería denominar el 'estilo de sonido Capcom'. Es decir, excelentes efectos sonoros, buena ambientación musical y estupendo doblaje… al inglés. No hay constancia de que la versión PAL haya sido traducida al castellano (Devil May Cry, Onimusha, BOFV… alguien se acuerda?) aunque sí traducida a nuestro idioma.

Jugabilidad
Y es que la noche no se hizo para dormir en Gregory Horror Show. La estructura del juego requiere que robemos las almas al resto de habitantes del hotel, pero ellos no están dispuestos a dárnoslas por las buenas; además, todos saben nuestras intenciones y correrán para que no podamos atraparlos mientras tengan su alma en su poder. Por tanto, lo principal en GHS será conocer las debilidades de cada personaje para saber en qué momento y qué cosa deberemos hacer para tratar de arrebatarles el tesoro.
 
Cada personaje tiene un estricto horario que cumple a rajatabla. Miran la tele, toman la cena, duermen, juegan, caminan, hacen ejercicio, leen, apuñalan la cama, hacen prácticas macabras, etc. Lo que todo el mundo, vamos. Para saber lo que están haciendo, basta con acercarse a la habitación donde estén y espiar por el ojo de la cerradura. Aunque el juego se desarrolla básicamente con la tercera persona, pulsando el botón triángulo nos colocamos en perspectiva de shooter y así podemos ver lo que ocurre al otro lado de las puertas. Incluso podemos mover la cámara de un lado a otro lentamente, pues si lo hacemos demasiado deprisa seremos ruidosos y corremos el riesgo de ser descubiertos espiando.

 
Espiar no tan sólo es útil para establecer el calendario de los huéspedes (que se anota automáticamente en un memo, revisable en nuestra habitación) sino que es imprescindible para conocer sus gustos, temores… puesto que todos realizan monólogos en voz alta pensándose que nadie los escucha. En ocasiones hablan de sí mismos y en otras hablan de sus compañeros. Además, como cada uno suele tener distintas ocupaciones durante el día, resultará adecuado insistir en la práctica del espionaje bastante a menudo.
 
Puzzles a la vieja usanza
Gregory no deja de ser un juego de puzzles: consigue tal objeto, llévalo allí, recoge tal otro, usa hierba de curación, abre puerta, etc. Nuestro medidor de vida se llama 'Mental gauge', que refleja la sanidad mental de nuestro personaje. El simple hecho de estar en el hotel ya disminuye nuestra capacidad lentamente, y se recupera solamente durmiendo o con la herencia capcomniana de los Resident Evil, las hierbas de curación.

La capacidad de nuestro marcador puede aumentarse leyendo determinados libros esparcidos por todo el hotel; algunos aparecerán sólo si realizamos determinadas acciones (como devolverle una revista pornográfica al dueño, por ejemplo) y otros sólo lo harán en un momento determinado del día. Afortunadamente, todos pueden guardarse en el alijo que se ha dispuesto en nuestra habitación, auténtico santuario donde nada puede ocurrirnos mientras estemos dentro.
 
La dificultad del programa crece a cada alma que devolvamos a la Muerte, pues tras arrebatarlas a sus dueños, ellos iniciarán una persecución implacable hacia nuestra persona en la que, si nos dieran caza, nos obligarían a contemplar su 'Horror Show', que tiene serias consecuencias en nuestro marcador de vida. Marcador que además puede verse afectado por alguna de las múltiples enfermedades que pueden acontecernos durante nuestras aventuras: dolores de cabeza, nerviosismo, ceguera, melancolía, cansancio, confusión…

D-Do… yo-you k-k-know my name? JUDGEMENT!!
Un niño-ruleta, Gregory y su nieto, el cocinero del infierno, un gato zombie, Judgement-boy (y Judgement Boy Gold), Catherine (la enfermera de la muerte), un par de perros ángel-diablo, una niña con dos caras que ha perdido su muñeca (y no sabe que la muñeca que busca es ella misma), papá momia y su perro, Cactus Gunman y su sobrina, una televisión que atraviesa las paredes… Estos son algunos de los 16 singulares elementos con los que nos encontraremos en el hotel. La mayoría tratarán de hacernos la vida imposible, los menos nos ayudarán. Cada uno posee su propia personalidad que se va revelando a medida que avanza el juego, dando el guión algunos giros imprevistos y otros bastante previstos, todo hay que decirlo.
 
Aparte del mencionado paso del tiempo, que es probablemente la principal característica del juego, los programadores han dispuesto el 'Handy Item', un sistema que permite que prácticamente cualquier objeto se pueda utilizar en cualquier momento. La susodicha revista, pieles de plátano, muñecas, etc. En ocasiones deberemos dejar objetos en el suelo y esperar a que los huéspedes los encuentren (o forzar que los encuentren, dejándolo en el suelo frente a su habitación y llamando a su puerta con el botón cuadrado). En definitiva, múltiples opciones para un desarrollo básicamente lineal.