Todos a bordo, marineros de agua dulce.

La película de los Piratas del Caribe, como toda superproducción que se precie, ya tiene su conversión a videojuego. En esta ocasión, llega la versión para la portátil de Nintendo: un título bastante flojo, pero con alguna cosa interesante.

Desde que existen los videojuegos, todas las grandes películas, especialmente las provenientes de Hollywood, tienen su adaptación jugable. Antes era más fácil, cuando un juego se programaba en 3 meses. Ahora se necesita mucho tiempo, y por ello es que las adaptaciones llegan con bastante retraso respecto al film.

Del mismo modo, antes se hacían los juegos basados en la película, pero ahora la moda impone que el argumento del juego no sea el mismo que el del largometraje. En este caso concreto, manejaremos a Jack Sparrow antes de los acontecimientos que tienen lugar en la película, comprendiendo un poco mejor los hechos de la misma.

No obstante, lo primero que hay que recalcar es que el argumento del juego es tan flojo como todos los demás aspectos. No tiene gran importancia, ni revela hechos trascendentales, pero resulta curioso ver como Jack es abandonado por su tripulación la primera vez.

Otra gran tradición, es que los juegos basados en películas no suelen disfrutar de una gran calidad. Casi siempre se cumple esta regla, y este caso no es una excepción. No se sabe si por falta de tiempo, o si por disponer de un nombre que vende, pero el caso es que esta versión de Piratas del Caribe hace aguas por muchos lados.

También tiene algunos puntos a favor que se irán viendo a continuación, pero en general, la calidad de sus apartados es muy limitada. Una lástima, porque emular las acciones de Johnny Deep y Orlando Bloom en la película podría haber sido muy interesante, y se ha quedado en agua de borrajas.

El apartado visual es lo primero que llama la atención, provocando una buena impresión, que poco a poco se va diluyendo. La primera fase, en una isla desierta, es muy colorida, y agradable de ver. Igualmente, el enfoque del juego parece acertado, mediante el uso de unos gráficos parecidos a dibujos.

Mas adelante, se va viendo que esos gráficos no son tan brillantes. Los dibujos se van volviendo cada vez más toscos, y se va viendo como cada nuevo elemento que sale en pantalla es menos interesante que el anterior, como si los programadores se hubieran ido cansando a medida que iban trabajando.

Entrando en materia, hay que comenzar hablando de Jack. El pirata encarnado por Johnny Deep en la película, aquí no se parece en nada a su homónimo de carne y hueso. El estilo 'dibujado' que lleva todo el juego quita cualquier parecido con los actores, tanto en el juego, como en las imágenes que preceden a las fases jugables.

La animación del mismo no es del todo mala, aunque en los saltos es algo molesta para calcularlos bien. Esto afecta a la jugabilidad, pero no hay muchos lugares en las fases que necesiten saltos precisos.

Los decorados de las fases nos muestran una de cal y otra de arena. Algunos son buenos, y otros malos; algunos tienen detalles interesantes, que a pesar de su repetición no molestan, como la cueva de la primera fase, y otros apenas tienen detalles que valgan la pena.

El juego se divide en dos tipos, las fases a pie y en barco. En las fases a pie, se utiliza una perspectiva isométrica clásica, y los escenarios anteriormente mencionados, no dejan de ser dibujos estáticos. Las fases en barco, además de ser más pobres gráficamente, carecen de cualquier detalle, al desarrollarse en el mar abierto. Tan sólo los barcos enemigos darán algo de vida a unas fases muy frías.

En general, unos gráficos muy pobres, con unos dibujos muy simples. A veces cumplen, pero nunca más allá del suficiente raspado. El punto positivo es que los textos vienen en castellano con una traducción más que decente.

El apartado musical, ciertamente, se lo podrían haber ahorrado para hacer un favor al jugador. Las melodías, ya no sólo es que no sean las de la película, es que ni siquiera se parecen. Músicas que parecen rescatadas de alguna serie de piratas de los años 50, con una ambientación carnavalesca que no encaja con lo que uno espera oír en un juego que se basa en una película como Piratas del Caribe.

Por si eso fuera poco, son temas muy breves que se repiten hasta la saciedad, cansando al oyente como pocos juegos llegan a conseguir.

Los efectos de sonido, además de haber muy pocos, son de una calidad paupérrima. Es cierto que la escasa variedad de acciones, que se verá en la jugabilidad, no permite que haya más sonidos, pero a pesar de ello, los que hay, podrían estar más trabajados. Entre la música y los efectos, casi es mejor bajarle el volumen a la Game Boy Advance.

A pesar del fracaso en los apartados anteriores, éste ofrece el único punto positivo del juego. El juego de Piratas del Caribe, es minimamente divertido, lo que ya es de agradecer. El juego, de aventuras, va proponiendo misiones en cada fase a la que se llega. La mayoría de las veces es encontrar algún objeto, o varios; pero la ventaja es que explorar las fases puede llegar a enganchar.

En cierto modo, este efecto se produce por su sencillez. Las primeras partidas, por ello, son las más divertidas, y con el tiempo va desapareciendo la adicción, y las ganas de seguir jugando, pero de entrada, entretiene.

A Jack se le maneja con la cruceta, mientras que con A se salta, con B se desenvaina la espada, cosa inútil si no hay ningún enemigo cerca, pues la vuelve a envainar automáticamente. Cuando aparece algún enemigo, Jack también desenvaina la espada sólo, y los controles cambian: con A se hace un ataque rápido y corto, y con B fuerte pero lento.

No hay botón de esquivar ni de bloquear, por lo que las peleas de espadas se reducen a un toma y daca continuo. Se puede esquivar a los enemigos desplazando al personaje hacia atrás, o haciéndolo rodear al enemigo; pues al atacar, el juego utiliza un sistema de bloqueo, de manera que Jack siempre mira al enemigo más cercano.

Las peleas son un poco lentas, pero si fueran más rápidas serían injugables. Esa velocidad permite tantear a los enemigos, calcular sus ataques y lo mejor de todo, encararlos de manera correcta cuando hay que enfrentarse a más de uno. En ocasiones habrá que enfrentarse a animales, y a veces a personas, pero en ambos casos la estrategia es la misma.

El resto de la fase se limita a explorarla para encontrar aquello que se nos haya encomendado al principio de la misma. En cuanto a las fases navales, se limitan a batallas contra otros barcos en un recinto cerrado, que por lo menos, es bastante amplio. Aquí se utilizan los botones L y R para disparar los cañones de babor y estribor respectivamente.

Hay que reconocer, que en cierta medida, el juego engancha. Al principio sobre todo, se hace divertido explorar las fases, y eso es lo que salva a este juego del suspenso. Los problemas van surgiendo después: la diversión mengua, los objetivos de repiten, las fases navales no acaban de convencer, el apartado gráfico va decayendo…

Nuevamente, la tradición se cumple, y una nueva adaptación se queda con las ganas de ser un buen juego. Para colmo, ni siquiera los fans de la película encontrarán alicientes, pues ninguno de los actores está reconocible en los dibujos del juego, y de la música mejor no hablar.

En general, un juego no recomendable para nadie, a menos que sea únicamente para probarlo y unas partidas rápidas. El resto del público, mejor mantenerse alejados, y optar por muchos otros títulos del gran catalogo disponible en Game Boy Advance.