El Tigre ha vuelto

No hay manera. No lo consigo. Año tras año, edición tras edición (y ya van tres), no consigo acabar el análisis de la correspondiente versión de Tiger Woods PGA Tour en un tiempo razonable. Tengo que engañar, mentir, suplicar a Elena, jefa de la sección PC de Meristation, para que me deje jugar las más de 50 horas que le he dedicado a este fenomenal simulador de golf, que viene absorbiendo mi tiempo libre desde que llegó a la redacción.

Es un vicio. Lo llevo diciendo desde la versión 2002, y espero que a día de hoy haya alguien que me tomara en serio en su momento y adquiriera tanto aquella edición como la posterior, la 2003, que todavía era mejor. No me despego de la pantalla, torneo tras torneo, prueba tras prueba, para conseguir el campeonato mundial. Pero lo he conseguido, soy mejor que Tiger Woods. El tigre es difícil de vencer, pero nadie está a la par de mis putts, mi juego corto, mi fenomenal drive y mi capacidad de recuperarme de un mal golpe. Así es como me hace sentir Tiger Woods PGA Tour 2004 cuando acabo de embocar un putt desde 43 pies para conseguir un eagle en el hoyo 10. He saltado de la silla con el puño en lo alto, mientras mi mujer levantaba la vista de su ordenador dirigiéndome una mirada harto condescendiente que transmite un: 'mi marido está loco…'. No lo entiende, no puede entenderlo. No juega a Tiger Woods.

Alguien que lea este texto puede llegar a plantearse las siguientes preguntas: '¿No será una edición más? ¿Vale la pena comprarlo teniendo la 2003?' No voy a tratar de responder a estas cuestiones, sería demasiado parcial. Expondré mis impresiones en distintos apartados y juzgad vosotros mismos. Porque aunque el corazón del juego es el mismo que en la edición del año anterior, hay algunos cambios que considero muy interesantes. Empecemos por él…

Gráficos

Si tenemos que hablar de mejoría gráfica en algún sentido es obvio que el sistema se ha pulido un poco con respecto al año anterior. De todos modos, el gran trabajo en este sentido se realizó respecto a la versión de hace 2 años, que muchos recordarán como abusaba reiteradamente de los recursos del sistema haciendo cualquier ordenador que tuviéramos, incluso el más avanzado, obsoleto. No obstante, el juego mantiene los requisitos del año pasado y únicamente hay bajones considerables de rendimiento cuando la calidad está al máximo, haciendo trabajar horas extras a mi Geforce 4.

El diseño de los circuitos es sencillamente impecable. Ligerísimo popping y pequeñas brusquedades en el vuelo de la bola (cuando la cámara se sitúa justo en modo de seguimiento sobre ella) que no afectan para nada a la jugabilidad. En la beta para review 5.0 (la que EA nos ha dispuesto) encontramos algún que otro defecto en el motor de colisiones que tenemos constancia que ha sido corregido para la versión de la calle, así como errores menores en el diseño de los campos que también deberían haber sido resueltos. Hasta 18 campos, entre los reales y los de fantasía, están disponibles desde el primer minuto de juego; pero si contamos con las infinitas posibilidades que nos ofrece el editor incluido en el juego, el límite lo pone nuestra imaginación.

Las texturas también gozan de una muy alta calidad, y se ven alteradas por el transcurso de los acontecimientos. Es decir, vemos pedazos de hierba volar por los aires tras un golpe, arena tras la salida de un bunker… que unidos al oscilar de los árboles y la bandera cuando hay un día de viento o el ir y venir de las olas, el cantar de los pájaros o la tierna mirada de un cervatillo… influyen de manera muy positiva a recrear al máximo la experiencia de estar realmente en un campo real, compitiendo contra nadie más que no sea nosotros mismos. ¿Un punto negro clásico de la saga? Pues como viene siendo habitual, el diseño del público está a años luz de lo que debería ser, meros pegotes colocados alrededor del green que ni tan siquiera son capaces de apartarse cuando por error la bola se les viene encima, desapareciendo para esquivar el golpe y volviéndose intangibles para que la pelota les atraviese. Sí, ok, es poco importante para el desarrollo del juego, pero si se intenta recrear una atmósfera real, debería cuidarse más este aspecto.

Mención especial merecen las animaciones de los personajes sobre el campo, tomadas a partir de la captura de movimientos del propio Tiger Woods. Distintas para hombre y mujer, variadas y muy apropiadas a cada momento del juego, en ocasiones rivalizarán con nuestros propios aspavientos al otro lado del monitor en el momento de embocar un chip imposible o de ganar un partido en el último hoyo. Pero al fin y al cabo, lo único que ha conseguido Headgate Studios es seguir en la muy buena línea de años anteriores… y eso es decir mucho.

No juega Tiger. Juego yo.

Pero la innovación respecto a este año consiste en las posibilidades de personalización del jugador. De acuerdo, todo el mundo quiere ser Tiger Woods, ¿no? Os garantizo que es mucho más satisfactorio jugar con una representación de uno mismo… y eso es lo que ha conseguido Electronic Arts. La capacidad de personalización de los personajes es tan potente que ya la quisieran para sí la mayoría de RPGs. Desde el pelo a todas y cada una de las facciones de la cara, anchura y altura del mentón, mandíbulas, ojos, nariz, frente, orejas, hombros, cintura, altura y peso, muslos, gemelos, talla del pie... TODO.

En las fotos que os añado, realmente el personaje que veis en pantalla me recuerda a mí mismo (bueeeeeeno, he sido benevolente conmigo mismo y me habré quitado algún que otro michelín de más, pero el concepto está ahí), y le pasan a uno las horas volando incluso ANTES de coger los palos y saltar a la hierba.

Además, podemos adornar nuestro aspecto con más de mil, sí, MIL objetos distintos; desde varios tipos de gorra, pantalones, pendientes, relojes, camisetas, polos, zapatos, muñequeras, gafas de sol… e incluso podremos decidir la marca de nuestro equipamiento o ¡los tatuajes que queremos llevar!! Algunos estarán disponibles desde el principio y otros deberemos desbloquearlos a través del modo 'World Tour', lo que antes era conocido como el Tiger Challenge en las consolas.

Sonido

La pareja McCord en la narración / Feherty a pie de pista realiza un trabajo soberbio. De nuevo había algunos errores en determinados bucles de sonido en la versión que tuvimos en nuestras manos que a bien seguro ya han sido corregidos. En cualquier caso se nota la gran profesionalidad del equipo de sonido no ya sólo a nivel de comentaristas, sino también a la hora de recrear la multitud de efectos que acompañan al juego durante el desarrollo de un partido: pájaros, viento, las olas golpeando la roca… perfecto. La música de los menús es pegadiza sin llegar a ser un boom como EA nos tiene acostumbrados en los FIFA, pero la verdad es que pasaremos poco tiempo en los menús…

¿La pega de todo? Pues es el idioma, por supuesto. Todo, como viene siendo habitual, está en inglés, tanto comentarios en audio como lo que vemos aparecer en pantalla. Es bien cierto que la mayoría de los nombres de los golpes y nombres son de carácter universal: un flop, un chip, bump n' run, approach, pitch, bunker, tee, birdie, eagle, bogey… y otros son conocidos por casi todo el mundo: madera = wood, iron es a hierro y el drive… bueno, el drive es el drive.

Sin embargo, ya que las retransmisiones de golf no se prodigan por los canales de habla hispana (con excepción de Augusta, por ejemplo), son de agradecer los comentarios técnicos (aunque en inglés) de David Feherty y Gary McCord, que vuelve a esta edición tras su incomparecencia en la anterior. Muy buenas apreciaciones y lecturas tanto de los greens como de los campos en particular, comentarios puntillosos ('Well, It's 270-280 yards to the hole… I know Tiger can cover it with a 2 Iron, but I think no one else can do it anyway' - 'Bueno, tenemos 270-280 yardas hasta bandera… Sé que Tiger lo puede cubrir con un hierro 2, pero creo que nadie más puede hacerlo de todos modos), caminos a seguir… en fin, un grandioso y variado apartado que hará las delicias de todos aquellos a los que el idioma no les represente un impedimento.

Jugabilidad

Aparte de los ya mencionados campos nuevos incluidos en esta versión, hay un par de detalles añadidos que si bien no revolucionan el juego de por sí, lo mejoran ostensiblemente a mi entender. Como premisa cabe destacar que si en su momento dominamos el PGA Tour 2003, dominaremos con más facilidad esta nueva entrega. El true-swing se mantiene como sistema abanderado de control, haciéndolo único a cualquier otra versión que pueda salir en consola. Para aquellos que no sepan de qué va el tema, les puedo contar que el True-swing consiste en imitar el movimiento del palo vertical u horizontalmente, dándole la fuerza y orientación necesarias para dar un buen golpe.

En caso de desviarnos, dependerá del tipo de palo y bola el nivel de error, pero de buen seguro que hará que el siguiente intento tengamos que salvarlo desde la hierba alta, desde un bunker o hayamos caído en una trampa de agua. Como cada año, hago especial hincapié en que un buen mouse facilita mucho las cosas y además el juego nos posibilita la opción de adecuar los palos a nuestro propio estilo de swing, tanto si somos más lentos de los normal a la hora de mover el ratón (lo que cariñosamente el juego llama estilo 'senior') o si por el contrario somos los más rápidos del oeste.

El secreto está en el putt

Puedes ser el rey del campo, realizar drives de más de 350 yardas, plantarte en un par 5 en dos golpes, chipear como un maestro y calcular la fuerza del viento mejor que el Instituto Nacional de Meteorología… sí, sí, puedes ser todo eso y más, pero si no sabes puttear (que se lee 'patear' y no 'putear', que de eso saben muchos) no llegarás a ninguna parte. En la versión de PS2 tenemos al caddy que nos dice exactamente las lecturas de las caídas con total precisión; en PC la cosa no es tan sencilla. Aparece el clásico grid de colorines que nos da una idea de las inclinaciones del tapete verde y que será imprescindible que conozcamos mejor que nuestra propia mesa de trabajo, si queremos progresar en el juego. Eso sí, debo admitir que una vez hemos mejorado nuestras estadísticas, habrá pocos hoyos que se nos resistan. Si echáis un ojo a los pantallazos que os adjunto, veréis una de mis tarjetas con 14 birdies y 4 eagles en un mismo recorrido, lo cual no está nada mal.

Una curva extraña

Y es que eso es un punto en contra de Tiger Woods; bueno, no es que sea en contra exactamente, es que flojea. Vamos a ver si me explico, que no es sencillo. La curva de dificultad al principio es elevada, ya que apenas tenemos control sobre el true-swing y nuestros pobres stats no ayudan en absoluto a mejorar los golpes. Drives pobres, salidas del bunker tristes… putts de pena. Al conseguir dinero, podemos comprar tanto nuevas bolas, palos… o bien mejorar nuestras características, divididas en atributos como la recuperación, juego corto o largo, putt… Dichos atributos cuestan determinada cantidad de dinero dependiendo del nivel al que queramos llegar, que será una miseria al principio (aunque también serán una miseria los premios) e irá aumentando progresivamente.

No obstante, llegado cierto punto observaremos como baja drásticamente la media de golpes por hoyo hasta límites insospechados. Me gustaría pensar que mi habilidad es increíble pero no creo que lo sea tanto para apenas perder poquísimos hoyos en las pruebas de skins y casi ningún torneo o partido, firmando tarjetas realmente abrumadoras. Y opino que el problema se deriva a que una vez en champion o master, la cantidad de dinero que se gana es desorbitada y es relativamente fácil (que no significa necesariamente rápido) subir a nuestro jugador y junto con la práctica adquirida, encarar birdie tras birdie. Bueno, como mínimo es lo que me sucedió a mi. Tal vez es que cogí el juego demasiadas horas, tal vez es porque nunca dejé de jugar a la versión 2003…

Tipos de juego

Multijugador aparte, el juego ofrece diversos retos para cumplir, en este caso entrelazados entre sí. Como detalle principal, desaparece el modo de calendario que teníamos en la versión pasada; en efecto, el sistema de juego principal consistente en ir mejorando tu personaje (el modo 'carrera') consta de una serie de eventos organizados según nuestra propia capacidad, desde amateur hasta maestro. Ganar torneos y competiciones (como partidos, skins, juegos a dos, a cuatro, concursos de todo tipo…) dará principalmente dinero. En algunos casos, la dotación es fija; es decir, si ganamos el torneo nos llevamos el premio. En otros casos, la remuneración puede variar dependiendo de nuestro rendimiento.

Pero en una u otra situación, el resultado final es el mismo: el nivel de nuestra cuenta corriente. Y por esta vez, Electronic Arts ha decidido que no sea tan sencillo mejorar nuestras habilidades simplemente 'comprándolas'. Para poder aplicar el dinero a aumentar nuestros atributos, primero deberemos haber desbloqueado su potencial. ¿Cómo se hace? Muy sencillo. Mediante la realización de diversas pruebas en el modo World Tour, distribuidas a lo largo y ancho del globo y asimismo sólo disponibles en determinados puntos del juego. Y tiene su lógica, la verdad. Si realizamos pruebas de 'chip', lo más normal es que se nos desarrolle nuestro juego corto. Si practicamos en el green, el putt será lo que mejorará y si decidimos empezar a sacar bolas de entre los árboles, la habilidad de 'recovery' será la que en un momento dado podamos aumentar más. En mi opinión, gran acierto de los programadores para darle esta sensación, vamos a decir, pseudo-rpg.

Tienda y sponsors

Miles de objetos están a la venta en la tienda profesional para los jugadores, con multitud de ítems que se irán desbloqueando conforme avancemos en el juego. Pero eso no es todo; dependiendo de nuestro rendimiento en los campos de juego, distintas marcas comerciales nos harán ofertas para que juguemos equipados con accesorios de su marca, aunque sólo uno cada vez. Es curioso que Nike (patrocinador oficial de Tiger) sea la última marca en ofrecerte sus productos, a excepción de Tag-Heuer, que nada tiene que ver con el deporte.

Para desbloquear determinados palos o polos, no obstante, deberemos progresar en el modo World Tour con medallas, ya que si no podría darse el caso de estar sponsorizados con determinada marca y luego no poder acceder a sus productos. En cualquier caso, de ganar torneos y hacerlo equipado con los ítems del espónsor, recibiremos un agradable plus para nuestros ingresos. Marcas conocidas en España como la propia Nike, Adidas, Ping, TaylorMade, Callaway… están disponibles en el juego.

Y aparte del modo carrera, ¿qué?

Claro, no todos le van a querer dedicar 50 horas… alguno querrá jugar simplemente a ser Tiger Woods, ¿no? Pues tampoco para eso no hay problema ninguno. Las clásicas competiciones de partido, mejor bola, partido a cuatro, skins, puntuación mediante stableford, rondas inversas… en resumen, un sinfín de opciones con, además, la posibilidad de jugar con las mejores personalidades de este deporte. Como cada año, aparte de Tiger estarán Singh, Davis Love III, Justin Leonard, Olazábal, García, Appleby, Montgomerie… todos y cada uno con sus puntos fuertes y débiles. Pero siempre digo lo mismo: no hay nada más gratificante que vencer a Tiger en persona en un partido uno contra uno. Creo que os he adjuntado algún pantallazo donde queda clara mi superioridad :-)

Multijugador

Y otro de los alicientes del juego (y van…) es por supuesto la posibilidad de jugar online con jugadores de todo el mundo. Debo admitir que hay bastante nivel, sobre todo en Estados Unidos, donde se juegan campeonatos organizados por la propia Electronic Arts dotados con interesantes premios incluso en metálico. En algún pantallazo que os adjunto también podéis ver una de mis derrotas contra otro jugador de la categoría master aunque, todo hay que decirlo, perder ante determinados rivales es más un lujo que no una pena.

Partidos y competiciones de todo tipo se desarrollan con los servidores propios de EA y la verdad es que no noté ningún tipo de lag, incluso después de que este año la versión PS2 americana del juego funcione sobre estos mismos servidores. De este modo, la longevidad del producto se alarga hasta límites insospechados.