Bienvenido al parchís de Disney.

Los títulos multijugador son cada día más y mejores. Disney ofrece con éste, una oportunidad para que varios amigos lo pasen bien un rato con una única consola. Sin embargo, su simpleza en todos sus aspectos no lo hará llegar a todos los públicos.

Desde siempre, reunirse con los amigos para jugar a uno o varios videojuegos, ha sido una excelente manera de divertirse, a la vez que se pasa el rato en buena compañía. Esto demuestra que los videojuegos para nada aíslan a sus jugadores.

A raíz de esta premisa, empezaron a salir juegos dedicados exclusivamente al multijugador, aunque también incluyeran un modo para un jugador individual. Evidentemente, este modo es el menos usado, y el menos divertido. El caso es que Disney Party está en este grupo de juegos.

Disney Party es un título concebido de principio a fin para ser jugado de 2 a 4 personas. También puede jugar uno sólo, pero desde luego no se lo pasará tan bien. Este título tiene un modo de juego principal, y varios minijuegos secundarios. El modo principal permite que de 1 a 4 jugadores se diviertan durante el tiempo que quieran en un tablero y con unas reglas similares al parchís.

Después hay otros minijuegos. Algunos para ser jugados de manera individual, y otros para ser jugados con el cable link y varias consolas. Los minijuegos individuales son unas simples fases de plataformas, mientras que los minijuegos para varias consolas son algo más variados, tocando géneros como las carreras.

Todos los aspectos visuales del juego son de lo más simple que se haya visto en GBA. Lo mejor son los dibujos que ilustran lo que va ocurriendo, y que tienen como protagonista a los diferentes personajes de la factoría Disney. Pero al ser completamente estáticos pierden un poco de gracia.

Desde luego, al tener en cuenta que éste es un título similar al parchís, pues tampoco tiene mucha importancia que el aspecto gráfico esté descuidado, pero en general deja una muy pobre sensación de calidad.

Por lo menos todo es nítido, y fácilmente reconocible. Los 4 personajes que se pueden seleccionar (Mickey, Donald, Minnie y Daisy) son fáciles de apreciar cuando están sobre el tablero de juego, a pesar de que son pequeños. Los tableros, que son 5 en total, no tienen muchos detalles, pero sí los justos para que no se resienta la jugabilidad. Además, las casillas diferentes son fáciles de distinguir.

Los menús salen un poco mejor parados. Son bonitos, y a la vez prácticos. Y no hay que olvidar que en este juego se usarán mucho; tanto dentro, como fuera de la partida. La animación desde luego no es gran cosa, pero nuevamente no es algo importante.

La música es quizás el mejor apartado del juego. Melodías variadas a la vez que sencillas que encajan perfectamente con la ambientación desenfadada del juego. Se dejan oír en todo momento y no llegan a cansar. Acompañan la partida e incluso se puede decir que le dan más gracia. El juego no sería lo mismo sin ellas.

Los efectos de sonido son escasos, pero bien realizados. Están ahí para cumplir con cada acción que se realice durante la partida, pero nada más. Puede que alguno más no hubiera venido mal, pero en este juego se agradece que se haya cuidado más el aspecto musical.

Como ya se dijo, este juego es muy similar al clásico parchís, aunque con algunas diferencias que le dan más gracia. Ahora es el momento de ver donde están esas diferencias, y que ofrece este juego más a fondo.

Al principio del juego, tan sólo se puede acceder al modo de juego principal, ya que todo lo demás permanece oculto. El modo principal de juego consiste en escoger un parque de atracciones de los 4 disponibles, y recorrerlo durante el tiempo que se desee.

Se puede escoger el número de días, teniendo cada día 12 tiradas de dado para cada jugador. Cada parque se divide en casillas, siendo la mayoría de ellas normales. Pero algunas son especiales, como las que entregan objetos, dan puntos, los quitan… etc.

El objetivo del juego son ganar puntos (aquí llamados 'guachienergía') para reactivar el parque temático que el tío Gilito ha construido. El que más puntos consigue al final de la partida es el ganador. Al comenzar a jugar se fija un punto del escenario (una casilla) a donde hay que llegar. El primero en llegar gana una buena cantidad de puntos, por lo que le será más facil ganar la partida.

Cuando un jugador llega hasta el punto en cuestión, se escoge otro y se sigue jugando, hasta que se agotan las tiradas de los dados. Desde luego, si juegan varios, pues a pesar de ir pasando el rato, se hace divertido; pero si juega uno sólo, al cabo de pocas partidas surge el aburrimiento.

Los otros minijuegos no están mal, pero no son más que un complemento. Sirven para echar una partida breve y divertirse un poco con algo diferente, pero no llegan a ser tan divertidos como el modo de juego principal. Aunque eso sí, nunca vienen mal los añadidos, aunque haya que desbloquearlos primero.

Éste no es un mal título para GBA, siempre que haya amigos para compartirlo. Si no, es mejor decantarse por alguna otra cosa. Por otro lado, su excesiva simplicidad es posible que no guste a la mayoría de los jugadores veteranos, por lo que principalmente hay que recomendarlo para los más pequeños.

La ventaja es que hasta 4 personas pueden jugar con una sola consola portátil, por lo que en cierto momentos, se le puede sacar bastante partido. Por desgracia, en el resto de los momentos, quizás no sea el juego perfecto.