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Republic: The Revolution

Republic: The Revolution

  • PlataformaPC7
  • GéneroEstrategia
  • DesarrolladorElixir Studios
  • Lanzamiento08/09/2003
  • TextoEspañol

Conspiración en la sombra

Un secuestro y posterior asesinato de tu familia despierta en tí el deseo de venganza a toda costa, pero para poder vengarte primero deberás lograr el poder en tu país, deberás dirigir la república de Novistrana. Eso y algo más podrás encontrarlo en Republic The Revolution.

Existe una corriente de opinión bastante generalizada que afirma que no hay demasiada innovación en los juegos actuales, que las compañías prefieren no asumir riesgos y aprovechar fórmulas de éxito que al menos garanticen un determinado número de usuarios dispuestos a comprar el juego en cuestión. Sin entrar a valorar si esta afirmación se ajusta a la realidad, lo cierto es que efectivamente cada vez hay menos juegos que innovan, aunque los motivos pueden ser muy diversos.

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Pero de vez en cuando surge algún juego que rompe un poco con esta tendencia, que ofrece las suficientes innovaciones para considerarse novedoso y que logra el apoyo de alguna distribuidora importante. Ese es el caso de Republic: The Revolution, el "revolucionario" juego de estrategia de Elixir Studios, la compañía fundada por Demis Hassabis, el que fuera compañero de equipo del mítico Peter Moulineaux en la no menos legendaria Bullfrog.

Son muchas las cosas que se han comentado de Republic desde que empezó su desarrollo. Con miembros en el equipo que también participaron en juegos como Theme Park, Dungeon Keeper o Black and White, entre otros, era de esperar que este juego despertase un gran interés. Este interés ha ido aumentando a medida que se conocían las ambiciosas pretensiones de este juego, especialmente cuando fue elegido en el E3 de 2002 como el juego con un diseño más innovador.

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Después de toda esta expectativa, que a veces puede perjudicar más que beneficiar, Republic ha salido al mercado con no muy buena acogida. Tal vez su fórmula sea demasiado novedosa o tal vez tenga algunos problemas en su diseño, pero es de esos juegos que no dejarán indiferente a nadie, juegos binarios del tipo "amor - odio", sin matices.

Republic es un juego de estrategia en tiempo continuo, es decir, la acción transcurre sin pausas aunque no es el típico juego de estrategia en tiempo real. A Republic se le puede llamar de muchas maneras, pero típico no es una de las palabras que lo definen. Representas a un líder revolucionario que quiere derrocar al tirano dictador comunista que gobierna un país imaginario del Este con especial crueldad. Para ello tendrá que dirigir a sus colaboradores en las acciones a tomar, acciones tales como campañas, presiones, dar a conocer los trapos sucios de los rivales, etc.

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Lo malo es que Republic tiene una pesada losa encima, o mejor dicho dos aunque una sea la que lleve a la otra; su motor gráfico en 3D y la interfaz del usuario. Pocos juegos he visto con una motor gráfico tan inútil. En primer lugar porque no vale para nada más que adornar, y en segundo lugar porque es la que eleva tontamente los recursos necesarios para poder jugar sin parones. Y por si fuera poco, los menús son bastante pobres, lo cual empeora el manejo del juego.

Lo cierto es que se trata de un juego difícil de recomendar. Confieso que al principio estuve muy tentado de valorarlo muy negativamente porque se hacía francamente tedioso, pero a medida que iba jugando e iba logrando objetivos mi opinión fue mejorando, aunque levemente. Creo que puede resultar atractivo a los jugadores que disfrutaron con Black and White y en general a los que no esperan juegos de estrategia frenéticos, que prefieren tomarse las cosas con mucha calma pensando mucho las acciones a llevar a cabo. Es probable que los aficionados a los ETR lo aborrezcan mientras que los que prefieren juegos tipo Civilization o los de Paradox lo reciban con mayor entusiasmo.

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Creo que el juego va a cansar a la mayoría de jugadores, así que hay que pensárselo mucho antes de comprarlo. No es un juego para todo el mundo, necesita de mucha paciencia ya que la mayor parte del tiempo estaremos un poco expectantes esperando que una acción se lleve a cabo. A mí no me ha gustado demasiado, lo encontré demasiado aburrido, una especie de película interactiva con un motor gráfico 3D que se lo podían haber ahorrado. Y no soy el típico jugador que se aburre con juegos lentos. Me encantan EU2, Civilization o los Combat Mission; por no decir los simuladores de vuelo incluyendo a los civiles. Republic ha sido demasiado para mí.

Gráficos y sonido

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Hablar de gráficos en Republic es hablar de su motor gráfico. Y me hago la siguiente pregunta, ¿para qué sirve este motor gráfico 3D?. Veamos. El juego consiste en manejara tus subordinados asignándole determinadas acciones o tomando tú mismo algunas decisiones como contratar a gente nueva, asignar turnos, despedir o hacer que algún miembro se cambie de domicilio. Mientras haces esto puedes ver en 3D la ciudad en la que estás y moverte por ella e incluso hablar con algún peatón.

Suena bien ¿no?, pues la realidad no es tan atractiva como parece. Las conversaciones con los peatones son simplemente textos enlatados que sueltan algunos si pinchas sobre ellos, y al cabo de un rato de juego te das cuenta de que esos diálogos se repiten una y otra vez y no tienen demasiada utilidad. Moverse por la ciudad no tiene ninguna utilidad que no sea estética, así que sólo nos queda la opción de ver a los miembros de la facción realizando sus acciones usando el propio motor gráfico. Estas acciones se representan de la misma manera una y otra vez salvo por el cambio de escenario, así que tampoco le veo mucha utilidad.

De hecho la mayor parte del tiempo estarás en el mapa en 2D (vista satélite, que le llaman) y sólo cambias a la vista 3D para ver alguna acción en la que puedas elegir algún ajuste. Eso lo podrían haber solucionado perfectamente con vídeos en 2D, requieren menos recursos y no habrían condicionado tanto la interfaz del usuario, que es muy pobre para mi gusto. Seguramente conocéis el Shogun Total War y sus secuelas. En el mapa estratégico podías dar órdenes a un Ninja para que asesinase a un general y se veía un vídeo de cómo se desarrollaba la acción. Una mejor opción que tener un motor gráfico usando recursos y que no sirva para nada.

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Y es que Republic requiere bastantes recursos precisamente por ese motor gráfico. Con calidad a tope se ralentiza bastante en un PIV2000, 512 Ram y GeForce 4 Ti4600. Tener un juego con unos requerimientos altos por culpa de un motor gráfico que sólo tiene una utilidad estética es, cuanto menos, absurdo.

Así que partiendo de que los gráficos en 3D en este juego sólo valen para ambientar un poco, podremos decir que el hecho de que sean buenos, que lo son, no importa lo más mínimo. Mejor dicho; al menos son buenos porque sólo faltaría que encima de ser una inutilidad, no tuviesen el suficiente atractivo.

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Hay dos partes diferenciadas, el mapa en 2D (vista satélite) y la vista de la ciudad en 3D. En el mapa en 2D nos encontramos con un plano de la ciudad en la que nos encontremos con las calles y distritos diferenciados por colores que indican la tendencia ideológica de ese distrito. Sobre el mapa se representan diversos datos estadísticos, las acciones que se van a llevar a cabo y los personajes relevantes que hemos descubierto. Estéticamente me gusta el mapa en 2D, el juego debería ser así, sólo en 2D y con un interface gráfico mejor. Y más vale que os guste porque será en donde estaréis la mayor parte del tiempo.

El mapa 3D representa la misma ciudad del mapa en 2D y nos permite viajar por ella. En él además se representan las diferentes acciones a realizar, una especie de vídeo usando el motor gráfico y en donde no podremos hacer nada salvo elegir la tendencia de la acción si ésta lo permite.

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La ciudad está representada con todo lujo de detalles; peatones que siguen recorridos prefijados, coches que ponen el intermitente hacia el lado que tuercen, árboles que se balancean por el viento, farolas, edificios variados... todo muy bonito y limpio, sobre todo limpio, y esa limpieza significa que la ciudad tenga un aspecto poco real a pesar de esa parafernalia. Falta suciedad, relieve en las texturas, humo, contaminación, en definitiva; realismo. Si habéis visto Mafia tendréis un buen ejemplo de lo que entiendo yo por una ciudad en 3D con una buena ambientación.

Aunque Republic está ambientado en un país comunista y se suele decir, usando un topicazo, que las ciudades comunistas son frías, en el juego no se representa esa frialdad si no que se recrean unas ciudades totalmente asépticas y faltas de vida. A esto ayuda que los ciudadanos se mueven como siguiendo un camino invisible e incluso tropezado unos con otros, llegando en casos más extremos a solaparse entre ellos en un claro error de control de colisiones del motor gráfico. El aspecto de la ciudad es típicamente comunista, con grandes edificios históricos y una arquitectura muy clásica.

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Pese a todo, como decía en un principio, los gráficos son buenos. Moverse por la ciudad está bien estéticamente hablando. No tiene una arquitectura excesivamente compleja ni unas texturas especialmente buenas, pero en conjunto las ciudades están bien, con una iluminación y sombras aceptables, con diferencia entre día, atardecer y noche y todo en un conjunto que mola sin tener grandes desparrames tecnológicos. Es un juego en el que no debieran importar los gráficos, pero importan desde el momento en que incrementan los recursos necesarios para poder jugarlo. Y la verdad, para esos recursos, los gráficos podrían estar mucho mejor.

Si los gráficos son un apartado en este juego que deberíamos olvidar, el apartado sonoro es otra cosa. Empezando por la música, que es una delicia. Música sinfónica, ópera... un gustazo para el oído. Los temas tienen un estilo del este muy logrado, ambientando perfectamente el juego. La mayoría de los temas están Interpretados por la Orquesta Sinfónica Eslovaca y también cuenta con músicos de estudio, concretamente los temas de "suspense". La pena es que no son muchos, me gustaría más variedad. Al tener tan pocos temas acabas cansándote un poco a pesar de su calidad.

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Los efectos de sonido también tienen una gran calidad, especialmente las conversaciones que están en un idioma del este, aparentemente ruso, lo cual da una mayor ambientación al juego. Lo que echo de menos es una mayor contaminación acústica en la ciudad. Hay ruido de ambiente muy ténue, las ciudades son más ruidosas, desgraciadamente.

Guión

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La historia del juego comienza en un país llamado Novistrana cuando aún pertenecía a la Unión Soviética. Tu personaje sufre la detención y posterior muerte de sus padres, siendo el principal responsable el jefe de la policía secreta Vasily Karasov. Naturalmente la venganza es el primer pensamiento que se acerca a la cabeza de nuestro personaje, pero aún han de pasar muchas cosas antes de que esa venganza pueda hacerse realidad.

El comunismo cae en la URSS y con él muchas de las repúblicas que pasan a ser estados independientes, uno de los cuales es Novistrana. Horrorizado, observas impotente como Vasily Karasov asciende rápidamente al poder y se convierte en el presidente de la nación, gobernando desde la tiranía y el desprecio por los derechos humanos. Y por si fuera poco malversando fondos públicos y usando todo ese dinero en beneficio propio mientras el país sufre las penurias de un gobierno autoritario.

El gobierno mata, tortura y elimina sistemáticamente a los grupos que realizan cualquier tipo de oposición, y también haciendo que desaparezcan pensadores o periodistas críticos con el régimen. Todo esto provoca un clima tremendamente inestable, con revueltas y disturbios en las principales ciudades del país mientras Vasily vive confortablemente en sus palacios protegido por su guardia personal.

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Muchos miembros de su propio partido empiezan a cuestionarlo, y aunque entre sus aliados más directos no hay ninguna duda sobre su lealtad hacia Vasily, es probable que otros colaboradores menos directos podrían ser influenciados por la persona adecuada y acelerar un cambio de poder en Novistrana. Tal vez esa persona seas tú, pero para llegar a ello tendrás que pasar por un duro y difícil camino, aunque la recompensa es muy generosa.

El guión aunque no es demasiado original, sí lo es en el mundo de los vídeojuegos en donde no hay demasiadas ideas revolucionarias en el sentido literal. Pocos juegos hay en donde haya que organizar una Revolución para derrocar a un gobierno tirano. Como fuente de inspiración el equipo de Elixir utilizó un juego de tablero llamado Junta, en el cual también había que llegar al poder conquistando zonas. A mí me recuerda a un conocido juego de PC llamado Chaos Overlords, un sencillo juego de estrategia por turnos en donde unas bandas rivales se disputaban el control de una ciudad. La mecánica era muy diferente, pero también se podían realizar acciones similares a las de Republic.

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El guión no es demasiado influyente en el juego, está ahí y tú vas a tu bola sin que tengas por qué preocuparte de la venganza. De vez en cuando sale alguna animación para dar ambiente aunque en el juego estás liberado de seguir el guión. Pero eso no quiere decir que tengas una libertad absoluta, ya que tienes que ir cumpliendo una serie de objetivos que es lo único que hará que puedas avanzar y mejorar tu facción.

Republic es un juego que hay que coger con mucho cariño al principio y pensar que puede mejorar. A mí al empezar a jugar me pareció horroroso, pero me dije a mí mismo que no podía ser tan malo y decidí seguir jugando todo lo que hiciera falta hasta descubrir qué estaba fallando. Y lo único que fallaba es que es un juego que va mejorando poco a poco a medida que puedes realizar más acciones, el verdadero núcleo del juego.

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Con todo, no se puede decir que llegue a ser lo que parecía después de tanta expectación generada. No es un mal juego, pero tampoco es el acabose. Tiene cosas muy interesantes como la dificultad a la hora de decidir que acciones son adecuadas y dónde y cuándo efectuarlas pero tiene cosas nefastas como el motor gráfico infrautilizado.

Yo se lo recomendaría sólo a los que le gusten los juegos especialmente lentos y metódicos, especialmente si el tema de la estrategia política, conspiraciones, luchas de poder, etc... les apasiona. Sin prisas, por favor. También opino que el juego podría haber ganado en diversión con una opción multijugador, de manera que cada jugador pudiese llevar a una facción y enfrentarse al resto. Pero ya sabéis que el multijugador no está muy bien visto entre las compañías, requiere tiempo y aún está por ver que haya una gran demanda de esta opción de juego.

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Jugabilidad

Republic no es un juego complejo a la hora de jugarlo, pero es un tanto peculiar. La idea es partir de un personaje principal que quiere organizar una Revolución que provoque un cambio en el poder. Nosotros manejamos ese personaje principal pero en modo dios, es decir, controlándolo desde fuera.

Con este personaje podrás reclutar a colaboradores que te ayuden en tu causa, los cuales también manejarás en modo dios y que tendrán sus características propias en función de su ideología. Estas características implicarán acciones diferentes. Además los personajes ganarán experiencia que les permitirá mejorar sus atributos de presencia, control, estado, carisma y por supuesto mejorarán en la efectividad de sus acciones.

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Las acciones son el juego en sí. Para ir avanzando tendrás que dar órdenes a tus colaboradores para que realicen las acciones que tengan disponibles y si las cumplen con éxito tendrán un efecto, generalmente contrario al fracaso de la acción. Es fácil de entender; asignamos una acción, vemos si se cumple, intervenimos eligiendo la orientación de la acción cuando sea necesario, y en algunos casos jugando al juego de la argumentación, que consiste en elegir cartitas con valores y quien gana la mano gana puntos hasta un mínimo que si se logra da la acción por exitosa, generalmente acciones que requieren conversar con el implicado.

La diversión radica en ver como afectan esas acciones a nuestros recursos; poder, influencia y economía, y como mejoran nuestra situación de poder en Novistrana. Es sencillo, pero lo complicado es lograr el objetivo final ya que todas las acciones tienen sus consecuencias y todas las facciones rivales pueden realizar acciones que podrán perjudicarnos. Además, a medida que aumentan el número de acciones, hasta 180 en total, irá aumentando la dificultad porque no tendremos muy claro cuál es la más apropiada en cada momento; dependerá de nuestra habilidad e intuición el averiguarlo (y de si leemos o no el manual).

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Para poder avanzar, hay establecidos unos objetivos que siempre son los mismos, al menos en las cinco partidas diferentes que he empezado. Mientras no se cumplen, no avanzas, hagas lo que hagas. Esto limita mucho la libertad, pero algunos de los objetivos tienen su historia y es entretenido seguirla, como el caso del Ovispo que... bueno, ya lo veréis.

Aunque en teoría es un ETR, más bien es un falso ETR ya que el tiempo está dividido en tres partes, amanecer, mediodía y noche, y las acciones se desarrollan en uno de estos períodos, una por personaje y período si los recursos nos lo permiten. Hasta que no pase ese tiempo no se puede ejecutar la siguiente acción, con lo que se puede decir que es de tiempo continuo, no tiempo real ya que las acciones no se ejecutan en el momento en que las ordenas.

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Como es un juego lento, pero lento y largo que te pasas, hay la opción de hacer pasar el tiempo hasta cinco veces más rápido en la vista en 2D, así podrás acelerar un poco la acción. Especialmente indicado para los que se aburren si no pasa nada en cada momento. Y es que hay que tener en cuenta que la acción se empieza a realizar en cuanto entramos en el período que coincida en ese momento. Y una vez que se empieza a ejecutar, si la acción lo permite, podremos orientarla, es decir, elegir alguna opción que nos permita cambiar un poco el resultado. Una vez hecho esto ya no podemos intervenir más en la acción y lo máximo que podremos hacer es ver como se produce (no interactivamente), ir a otra acción, ordenar otra más o esperar a que pase el tiempo para pasar al siguiente período.

Esto puede retirar del juego a más de uno, pero en cuanto se cambia de ciudad y se pasa a una grande, apenas tendremos tiempo para aburrirnos porque estaremos todo el rato realizando acciones. Eso sí, ya veremos si lo de estar todo este tiempo con las acciones os resulta divertido o no, lo cual ya dependerá de los gustos personales.

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Lo malo viene por el motor 3D. Las acciones las asignas en el mapa 2D para poder elegir la zona, objetivo y lugar para efectuarlas y ves como se producen en el mapa 3D. Al principio cambiarás muchas veces de un mapa a otro, lo cual es un engorro, y a medida que aumente el número de acciones iremos pasando más tiempo en el mapa 2D hasta que no lo abandonemos. Aún así tendremos que ir de vez en cuando a la ciudad en 3D para poder investigar a fondo en algunas zonas. Más engorro.

Un ejemplo de esto es lo siguiente. Hay objetivos que necesitan una investigación a fondo. Eso lo sabes porque en un edificio aparecerá una interrogación al pinchar sobre él. Para poder investigar a fondo tendrás que asignar la acción de investigar en el mapa 2D, elegir esa zona y cuando se produzca la acción ir otra vez al mapa 3D a ese edificio moviéndote por la ciudad, pinchar sobre ese edificio y la interrogación cambiará por la cara del personaje que está investigando, hay que pulsar sobre la cara y dará la información necesaria en forma de texto. No le veo el atractivo a esto por ninguna parte.

Si hubiese una opción directa de investigar a fondo un edificio a ver que encontramos estaría mejor que este sistema. Así podríamos darle una mayor interactividad al motor 3D y con ella más utilidad. No es así, lamentablemente.

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Y ya que hablo del motor 3D, os diré que el control de cámara me parece espantoso. Para girarla se usa el botón derecho del ratón y resulta incontrolable, se te va por peteneras a la mínima y hay que moverla muy suavemente.

En el mapa 3D prescindiremos de hablar con los transeúntes, al principio aún hace gracia y acaba siendo una total inutilidad. Esto debería servir para saber como actuar en determinadas zonas tanteando la opinión de la gente, pero la verdad, no vale para nada y se juega igual sin prestar atención a los maleducados peatones. Que son de un impertinente la mayoría de las veces que dan ganas de denunciarlos a la policía secreta, si se pudiera.

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Los enemigos son difíciles y da la impresión de que piensan. Al menos las acciones que realizan parecen elegidas a mala leche puesto que siempre son de las que molestan en el momento más inoportuno. No sé si será eso a lo que se referían con una súper avanzada y revolucionara inteligencia artificial, pero sí sé que las facciones rivales nos darán mucha guerra y eso es bueno para la diversión.

Me gusta mucho el principio del juego, cuando nos hacen una especie de entrevista que definen la ideología de nuestro personaje y de nuestra facción, claro está. Es de un estilo muy rolero, parecido a la creación del personaje en Ultima IX o el Morrowind y ayuda a meterte un poco más en el líder revolucionario que vas a representar. Los aspectos roleros son para mi gusto una parte muy buena de Republic.

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Hay una cosa que me ha dejado un poco perplejo. Se dice que el juego es muy rejugable, que jugar con facciones de ideología diferente cambia mucho el desarrollo del mismo. Yo no comparto esta opinión porque los objetivos siempre son los mismos. Lo malo, o al menos eso me ha pasado, es que quería jugar varias partidas con diferentes facciones y no he podido. Jugar una, grabarla cuando me aburriera, cargar otra y volver a cargar la partida que me apeteciera en ese momento. Pero no. Al empezar una nueva partida se borran las partidas guardadas anteriormente, lo cual me parece una equivocación importante.

Creo que Republic tiene unos fallos en su mecánica importantes, la mayoría relacionados con el motor gráfico y su propia presencia en el juego, aunque también porque resulta más limitado de lo que en un principio parece, con no demasiada interactividad con el propio juego y con la realización de acciones como núcleo principal. No es un mal juego, pero se han quedado cerca de haber hecho algo verdaderamente importante. Tal vez han tenido muchos problemas para terminarlo dada su ambición y al final lo sacaron como han podido (o les han dejado) y no como han querido.

No lo sé, el caso es que puede resultar divertido a quien lo mire con buenos ojos, aunque a mí, a pesar de que mi impresión inicial ha ido mejorando a medida que jugaba y que es un juego que gana conforme avanzas, no me ha enganchado lo suficiente como para entusiasmarme. Reconozco que te hace pensar y eso ya está bien para un juego, y también sé que tiene momentos ciertamente interesantes, simplemente que a mí me saturó demasiado pronto. Tal vez por ser demasiado monótono.

Estrategia y trucos

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Republic requiere una manera de jugarse bastante personal. Indicar aquí estrategias es un poco arriesgado, y como soy un echaopalante, allá voy. Lo primero es leer el manual y hacer el tutorial. Si no haces esto te costará mucho empezar a pillarle el punto, así que nada de perezas a la hora de leerlo. Hecho esto, vayamos con el juego en sí.

Una de las primeras tentaciones en los primeros momentos del juego es asignar acciones como un loco sin pensar demasiado en como realizar esas acciones y cuál es su manera de funcionar. Un error porque las acciones hay que realizarlas en el momento oportuno y a veces combinarlas con otras para que funcionen.

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Por ejemplo, si quieres  conseguir más influencia una de las acciones disponibles es realizar un mitin. Pero si lo haces en una zona en donde no haya ciudadanos de ideología neutral o indecisos, ese mitin no funcionará. Antes tendrás que realizar una acción para que la facción que tenga el control (o facciones) sobre esa zona pierdan influencia y después podrás realizar el mitin y que tenga éxito.

Otras veces nos entrará la prisa por conseguir un objetivo y realizaremos demasiadas acciones seguidas, lo cual nos hará perder recursos y que después tengamos que esperar bastante tiempo para recuperarlos precisamente cuando más lo necesitamos. La prisa no es bien recibida en este juego, además de que si tienes prisa lo desinstalarás enseguida. Así que paciencia.

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No hagas acciones que vayan en contra de tu ideología. Es posible hacerlo, pero complicarás bastante la partida. Puede que tus colaboradores se vayan y te abandonen por realizar cosas contrarias a sus ideas. Por este motivo es recomendable que los colaboradores sean afines a tu ideología.

Fíjate en la confidencialidad del distrito o del lugar en el que vas a realizar una acción. Si es para un encuentro con alguien, un soborno, etc. es mejor que haya poca confidencialidad, pero si es para un mitin, cuanta más gente te vea, mejor. A mí me dio buen resultado efectuar una acción de encubrimiento antes de efectuar un ataque a alguien. El encubrimiento añade confidencialidad a la zona y será más difícil que te pillen.

Y como los políticos de verdad, usa a la prensa a tu favor y en contra de tus enemigos. Ayuda mucho tener a un periodista en nómina, o sea, real como la vida misma. La libertad de prensa y la objetividad quedan en entredicho en el juego... ¿y en la realidad?.

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Manual y traducción

Republic está traducido al español, pero no doblado. De hecho no está doblado ni al inglés porque para ambientar mejor, los diálogos están en un idioma que parece ruso, y digo parece porque no puedo saber si es ruso, lituano, cheko, mongol... pero parece ruso y el ruso viene bien para ambientar un hipotético país del este.

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El manual está traducido, como debe ser. Consta de 59 páginas y está ilustrado con fotos a color. El tipo de letra es muy pequeño con lo que se hace muy denso, pero es algo necesario para explicar bien un juego como este con todos los matices que tiene. Es un manual imprescindible si queremos jugar bien.

El juego viene en 2 CD's y ocupa 1.5 Gb en el disco.

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Comparándolo con...

No hay muchos juegos con los que comparar Republic. Al menos no que yo conozca. Me quedo con el Chaos Overlords, de New World Computing, un juego de tablero en PC en donde controlabas a una banda que tenía que controlar la ciudad enfrentándose a las rivales. Es un juego del 95, con lo que los gráficos no se pueden comparar con los de Republic, pero en todo lo demás me gustó más en su momento que ahora el Republic. Y tenía multijugador, algo que Republic no tiene.

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Lo que está bien

Lo que más me gusta es la idea de dirigir a una facción para que consiga el poder. También me gusta la variedad de las acciones a realizar  y como va mejorándole juego a medida que avanzas. El comportamiento de las facciones rivales es muy real y eso hace el juego más desafiante. Otro detalle acertado es el sistema rolero de creación del personaje y la posibilidad de ganar experiencia. La idea de estrategia política es buena y es un juego que nos hará pensar sobre las consecuencias de nuestras acciones. La banda sonora es magnífica, pero escasa.

Lo que no está tan bien

Yo creo que lo han terminado como han podido. Sólo así me puedo explicar que el motor gráfico esté tan infrautilizado, o más bien decir que es prácticamente inútil. El juego se hace repetitivo porque todo se basa en las acciones, no hay mucho más que hacer si bien es cierto que las acciones son muy variadas, son acciones al fin y al cabo.

Requerimientos:

Equipo de pruebas:
PIV 2000, 512 de RAM, GeForce 4 Ti4600 128 RAM. Con todo a tope a 1024x768 se ralentizaba muchísimo, he tenido que reducir calidad para que el mapa en 3D fuese suave. Me parece excesivo e innecesario tal cantidad de requerimientos.

Mínimos

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PIV 700, Aceleradora 3D 32 MB, 512 RAM, pero recomiendo un equipo como el de pruebas pero con 1GB de RAM para poder ponerlo a tope de calidad y que vaya fluido, ya que es problema de memoria el hecho que me fuera ralentizado.

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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.