Regreso a Vietcong

No es un hecho aislado que dos juegos separados por un breve espacio de tiempo coincidan plenamente en su temática, y confluyan en un nombre similar. Un ejemplo lejano puede ser la salida simultánea de "Míchel Fútbol Máster" y "Emilio Butragueño Fútbol 2", títulos de compañías españolas para 8 bits que ofrecían un planteamiento similar: una carga de entrenamiento y otra de campeonatos de fútbol. Además, fueron patrocinados por dos estrellas del panorama futbolístico de aquella época. Incluso jugaban en el mismo equipo…

Hace unos cuántos meses que los chicos de Pterodon y su Vietcong nos sorprendían por su desarrollo inmersivo, impregnado de un realismo brutal emplazado en las selvas del Vietnam. Ahora hace su aparición un nuevo título de nFusion, poco después de haber probado el mediocre Deadly Dozen y su segunda parte, Pacific Theatre, dos FPS que no alcanzan el nivel de exigencia para los tiempos que corren en el género.

En esta ocasión, los 'doce del patíbulo' dejan paso al grupo SOG, Grupo de Observación y Estudios de los Estados Unidos. Un escuadrón real cuyas tareas desempeñadas en la Guerra de Vietnam se llevaron en el más absoluto secreto. Arriesgadas maniobras que incluyeron reconocimiento, sabotaje, asaltos y emboscadas, así como rescates y capturas de prisioneros. Adivinad quién se va a encargar de liderar el SOG.

Premio. Como miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército, te han destinado a esta fría y húmeda guerra para que hagas gala de tus dotes de mando, infiltración y pericia a la hora de empuñar el rifle de francotirador (entre otras 11 armas); pero, ojo, lo que nadie te había contado hasta ahora (menos mal que estoy yo aquí) es que las tropas vietnamitas han mejorado mucho desde aquellas películas de Rambo. Tanto, que son capaces de verte y oírte por mucho que te esfuerces en ser sigiloso. Deben estar bajos en munición, ya que su puntería roza el cien por cien para maximizar su relación disparo/daño. Y lo peor es que la espesura les oculta de nosotros, pero no a la inversa. Para colmo, sólo contaremos con un soldado de apoyo en nuestras misiones. 

La sensación de inmersión en la jungla es de lo mejorcito que ofrece el juego y disfrutaremos de multitud de detalles a la hora de recrear la vegetación y los efectos atmosféricos. Sin embargo, el nivel técnico del juego no sobrepasa la media del género y canta demasiado gracias a errores como el uso excesivo de la niebla.

Originalmente, nFusion ha planteado Vietnam:LoS como una dura simulación. Es decir, si los incordiantes VC nos aciertan en un punto vital (muy probable) habremos fallado al Tío Sam ipso-facto. Con estas hechuras es indudable que será muy complicado poder soportar 12 misiones, de corte demasiado similar y sobre kilométricas extensiones de jungla. Por suerte, nos queda la opción de jugarnos la carta del arcade, cambiando el modo de juego y por consiguiente, ganando en ritmo de juego y diversión. Aunque no demasiado.

Gráficos y sonido

El motor gráfico es una nueva versión del usado en Deadly Dozen: Pacific Theatre. Se nota a leguas que nFusion ha aprovechado para sacar estos dos títulos casi seguidos, ya que el aspecto gráfico es muy similar. Como os he comentado, la generación súbita de polígonos acompañada de niebla nos perseguirá durante el transcurso del juego, algo intolerable en los tiempos que corren.

A pesar de que la calidad de las texturas corre al mismo nivel que todo el juego, la impresión general no es del todo mala gracias a unos escenarios bien cargados de la vegetación propia del ambiente por el que nos movemos. Por el contrario, los modelos de los personajes gozan de animaciones bastante artificiales, y la deficiente detección de colisiones posibilita que los cuerpos queden superpuestos con el terreno en más de una ocasión.

Por cierto, las fases que transcurren tras la puesta del sol son muy oscuras, tanto que lograr ver el camino a seguir a través de la espesura es toda una hazaña. No se si lo habrán hecho para aumentar el realismo, pero los soldados enemigos tienen vista de elfo…

Guión

Las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos te han mandado a una guerra donde el calor y la humedad agostan la resistencia de cualquiera. Acompañado por tus nuevos compañeros del SOG, debes superar una serie de 12 misiones plagadas de VC vietnamitas. Es hora de aplicar tus largos entrenamientos como francotirador. Porque habrás entrenado suficiente, ¿verdad, recluta?

Jugabilidad

El desarrollo del juego es simple, muy simple. Demasiado. Insuficiente para hacernos creer que sus misiones son realmente diferentes. Presentadas de manera espartana y sin rastro de secuencias o vídeos que desarrollen la historia con profundidad, proponen objetivos que van desde inutilizar un nido de ametralladoras hasta rescatar a un prisionero, pero para llegar a la meta sólo habrá que hacer una cosa: eliminar enemigos. Enemigos en posiciones fijas, que actúan sin ningún orden ni concierto y con una IA ilícita. Tal y como ocurría en Deadly Dozen, el porcentaje de acierto de los VC es casi perfecto, y no importa que estén tapados o alejados de nosotros.

El mayor ejemplo de este desagradable hecho se comprueba cuando por fin conseguimos derribar a un enemigo que nos hostigaba desde una vasta distancia. Cuando llegamos a registrar su cadáver descubrimos que había conseguido acertarnos con una Ak-47, todo un alarde de destreza.

Cuando llevamos a un compañero con nosotros podremos darle cinco órdenes básicas, a saber: mantener posición, fuego a discreción, alto el fuego, cubrir y apuntar a un objetivo cercano. También podremos hacernos con su control, algo recomendable pues su actitud será algo pasiva, aunque gozará de una puntería igual a la de nuestros enemigos, con lo que asistiremos a un fuego cruzado en más de una ocasión.

El diseño de los mapas no ganará ningún premio. Enormes extensiones de jungla sin apenas variaciones, y el recurso de las "paredes invisibles" para obligarnos a dar rodeos lo convierten en monótono y repetitivo; verdaderamente, pocas misiones de las 12 que componen el juego ofrecen interés: proteger a una vietnamita para que nos guíe por un campo de minas o llegar a nuestro campamento base antes de que sea destruido será lo más emocionante que consigamos hacer en Vietnam: LoS.

Si habéis jugado a Vietcong, recordaréis la dificultad para avanzar en la jungla, donde podíamos quedarnos atascados entre la maleza y las irregularidades del terreno. Este realismo se torna irrealidad en el juego que hoy nos ocupa: la espesura ni nos impide pasar, ni nos oculta del enemigo. Mucho lastre para lograr ser un juego competitivo.

Multijugador

Una de las mejores bazas de Vietnam:LoS se encuentra en el modo cooperativo a través de la red. A través del portal GameSpy integrado dentro del programa podremos acceder a partidas de Deathmarch o Capturar la Bandera. Pero el modo de misiones cooperativo será el más agradecido por los usuarios del juego, ya que puede resultar de lo más divertido que nos ofrezca el título de nFusion.

Comparándolo con…

El referente más directo y cercano es Vietcong, con el que Vietnam: LoS sale perdiendo por goleada a todos los niveles. El elaborado argumento y las sensaciones que desprende la obra de Pterodon dejan en pañales lo que podemos sacar en positivo de Vietnam: LoS.