Nacido para fundir (al máximo)

Prepárate a descubrir de qué pasta estás realmente hecho. Si pensabas que eras el conductor más rápido y que no había nada ni nadie que se interpusiera entre tu pie y la alfombra de tu deportivo, Burnout 2 te demostrará que no hay nadie que sea tan rápido que esté por encima del peligro. Si quieres ser el más veloz, tendrás que mojarte tu trasero, forastero.

Hay que destacar la ausencia total de popping, sin duda uno de los estigmas que más adolecen los juegos de coches. Para los neófitos decir que el popping es el efecto - o defecto - gráfico que hace que los objetos se vayan generando a la vista del usuario, lo que produce una mala impresión. Los programadores tienen que pelearse muy mucho con la memoria de la máquina para la que está siendo desarrollado el juego, y es por ello que se suelen considerar a los juegos de coches como uno de los baremos principales para medir el potencial de una consola.

Visto el resultado conseguido, es evidente que Acclaim, a diferencia de otras compañías como Electronic Arts, que con juegos como Need For Speed ha dejado claro cual es su consola preferida, sí que sabe sacar partido del privilegiado hardware de Xbox. Parece mentira que no todas las empresas quieran emplear recursos en aprovechar al máximo el potencial de cada máquina y se conforman con realizar adaptaciones que no tienen para nada en cuenta el hard de las consolas para las que se versiona un producto. Ejemplos de ésto hay varios, y la mayoría de ellos tienen como máxima responsable a EA. Ésto no deja de ser una contradicción dado que la compañía canadiense es el productor de videojuegos más grande del mundo... Con cosas como ésta se demuestra que para unos cuantos los videojuegos tan sólo son un negocio.

Pero centrémonos en el juego que nos ocupa. Los modelos de los coches no se puede decir que sean detallados, pero sí son totalmente deformables y reflejan con gran calidad la iluminación de los escenarios. Éstos se alterarán con los derrapes, clavadas de freno y demás maniobras que realicéis, consiguiendo ofrecer en todo momento la sensación de que el mundo en el que nos encontramos es casi real. Casi casi real, tan sólo falta ver a los peatones caminar por las calles...

A pesar de todo, lo mejor es sin duda la integración del binomio escenarios-vehículos, la cual parece haber sido una de las premisas que los programadores de Burnout 2 se plantearon en un primer momento. Los escenarios presentan un gran acabado, sobretodo gracias al uso de unas texturas de un altísimo nivel. Un ejemplo de ésto es el asfalto, un claro ejemplo de cómo crear una textura resultona a la par que visualmente agradable.

Las animaciones, perfectamente coordinadas y fluidas, en las que que las ralentizaciones o slow downs no hacen acto de presencia. El control de colisiones, por su parte, y que en principio tenía que ser uno de los puntos fuertes del juego, tiene dos caras. Una, la más visible y más espectacular, es la que controla los choques entre dos o más vehículos. A ésta no se le puede  reprochar nada en absoluto, porque la gozada de ver como el coche que controláis hace mil cabriolas diferentes dependiendo del ángulo y velocidad a la que el impacto  se produzca.

La otra área de las colisiones es en la que intervienen los escenarios. Por desgracia, la forma en la que ésta se ha llevado a cabo desmerece totalmente de la interacción vista con los vehículos. Así, por ejemplo, nos encontramos con unas 'paredes invisibles' que impedirán que, por ejemplo, los coches que salgan volando a consecuencia del impacto caigan en medio del mar o golpeen contra los edificios que conforman el paisaje. Como mucho podremos presenciar un despeñamiento masivo, y no en todos los niveles.

También se echan en falta explosiones que añadieran más profundidad a los accidentes masivos, pero quizá su implementación hubiera sido ya rizar el rizo. La verdad es que el acabado general de Burnout 2 para Xbox se encuentra a un altísimo nivel, superando en mucho a lo ya visto en Playstation 2 , y representa lo mejor de un género, el de la velocidad, que a fuerza de juegazos del calibre de la creación de Acclaim va situándose en posiciones de privilegio en la parrilla de mejores juegos de la consola de Microsoft.

A medida que vayáis superando las pruebas que se os irán proponiendo se irán desbloqueando otras tantos eventos a los que tendréis que hacer frente si queréis superar en su totalidad Burnout 2. El número de coches a elegir también dependerá de cuantas pruebas hayáis superado. Aunque no sean modelos reales, sí que no os costará encontrar similitudes entre ellos y algunos de los coches más exclusivos que se pueden adquirir en los concesionarios de vehículos deportivos. Eso sí, también podréis seleccionar otros coches mucho más modestos como Pick Ups o utilitarios.

El control de cada uno de estos automóviles será radicalmente diferente de uno a otro, no tanto por la velocidad que serán capaces de alcanzar o lo que tardarán en acelerar, sino por la sensación de la dirección, sensación perfectamente plasmada y que alcanzará su máxima dimensión cuando os encontréis en medio del carril contrario y venga contra vosotros un trailer a toda velocidad. La rapidez con la que os apartéis de su trayectoria - en dar el volantazo - y recuperar el control de vuestro vehículo dependerá del nivel de maniobrabilidad del coche que hayáis seleccionado.

Cuando tengáis un accidente, lo que sucederá con relativa frecuencia si lo vuestro es ir en contra dirección o apurar al máximo en los adelantamientos, durante unos segundos permaneceréis fuera de la carrera, como una especie de penalización por haber tenido el golpe. Cuando volváis a la carretera, eso sí, vuestro coche estará reluciente, y exceptuando por el tiempo que hayáis perdido, nada parecerá haber cambiado.

Además, si conseguís que durante el tiempo en el que esté activado el turbo vuestro vehículo permanezca alejado de colisiones múltiples y demás percances propios de las concurridas carreteras, el turbo se os irá renovando tantas veces como dure vuestra racha de conducción temeraria. A destacar el efecto que, en conjunción con el aumento del volumen de la música, transmite la vibración del mando y el filtro visual que se adueñará de vuestra pantalla. Una auténtico orgasmo visual y táctil.

Destaca también la Inteligencia Artificial que presentarán los vehículos que circularán por las carreteras de Burnout 2. No solamente nuestros rivales, sino que los coches que tendremos que ir sorteando adoptarán patrones de comportamiento dependiendo de nuestra actitud y la de nuestros rivales. Por ejemplo, si nos dirigimos de frente contra un coche que viene tranquilamente por su corril, éste empezará a hacernos luces y a hacer sonar su bocina. Y cuando el choque parezca ya irremediable, intentará esquivarnos zigzagueando, lo que a veces será peor, pues no sabremos cuál será su trayectoria definitiva...

La experiencia en multijugador por desgracia se limita a dos jugadores simultáneos en diferentes modos de juego, como Carrera Individual o Choques Espectaculares. Las opciones online no han llegado a ofrecer la posibilidad de juego a través de Internet, pero quién sabe, quizá en Burnout 3 nos encontremos en ciudades virtuales en las que locos al volante causen estragos a tutiplén... Y que esos locos seamos nosotros mismos. Soñar es gratis.

A la espera de Midtown Madness 3, que se pondrá a la venta durante este verano, los xboxers amantes de la velocidad y de las emociones fuertes tienen con este Burnout 2 una magnífica opción para descargar adrenalina a los mandos de su consola. Un título con una jugabilidad que promete dejar pegado delante de la televisor de su sala de estar durante muchas horas a más de uno. Aplaudir a Acclaim por realizar la que muchos consideran como una de las mejores conversiones a Xbox de cuantas se han realizado hasta el momento.

l  o    m  e  j  o  r