Surfeando que es gerundio

Y es que, aunque pueda parecer que los deportes de nieve como el ski o el mismo surf son totalmente elitistas, la realidad es otra bien diferente. Por menos de lo que mucha gente cree uno puede subirse al coche, dirigirse a las pistas más cercanas y poner a prueba su capacidad de equilibrio, estabilidad y pasárselo en grande lanzándose a toda velocidad por pendientes de diferente dificultad. ¿Que si es divertido? Preguntádselo a los japoneses, que les ha dado por ponerse a construir pistas de nieve artificiales a lo largo y ancho de su país.

Por suerte o por desgracia este no es el caso del juego que nos ocupa. Transworld Snowboarding es un arcade en toda regla que bebe directamente de las fuentes de juegos como Tony Hawk o Dave Mirra. Es decir, aquí lo que se trata es de ir superando las pruebas que se nos vayan proponiendo. Las recompensas, ir desbloqueando nuevos niveles y flamantes tablas con las que equipar a los surfistas presentes en la plantilla presente en la obra de Housemarque.

La apariencia general es muy buena, como ya hemos comentado, pero los puntos flacos se hacen notar y mucho. El principal, sin duda, es la pobre física que se ha implementado y que domina todas las animaciones y comportamiento de los surferos. Los movimientos de los deportistas, sobre todo los giros y desplazamientos en el aire "normales", es decir, sin trucos de por medio, son ciertamente mediocres por la falsa sensación de maniobrabilidad que transmiten.

No obstante, la sensación de velocidad que se ha conseguido implementar es francamente remarcable, provocando cosas como una creciente sensación de descontrol y de falta de precisión al desplazar al surfista de turno a altas velocidades por las empinadas bajadas. Un tanto para Housemarque por haber representado de forma tan fidedigna el vértigo inherente a los desplazamientos veloces

Las ralentizaciones, por desgracia, son otro de los puntos negativos de Transworld Snowboarding. A pesar de que no son tan frecuentes como en otros videojuegos, lo cierto es que más de uno se pregunta a qué es debido que un título desarrollado para una máquina tan potente como es Xbox presente unos fallos tan primitivos... Y más viendo el excelente trabajo realizado por Activision en la última entrega del Pro Skater más famoso del mundo de los videojuegos, el gran Tony.

Además de las rampas, raíles y demás elementos que los surferos podrán - y deberán, en muchos casos - utilizar para hacer de las suyas, los escenarios estarán poblados por más elementos, algunos de ellos con "vida" propia. Es el caso de conejos, coches, helicópteros y, sobre todo, unas cuantas personas que representarán al público que asiste al evento. Por desgracia, y aunque la mayoría de los elementos están muy bien caracterizados, los modelos de los individuos que conforman el Respetable no han corrido la misma suerte y su diseño es bastante mejorable.  No es el caso de los surferos que podremos controlar, pues cada uno de ellos está perfectamente realizado, y el parecido con los homónimos reales es, cuanto menos, razonable. Por desgracia no se ha incluido un editor de personajes, lo que hubiera aumentado significativamente la vida de este título.

El tamaño de las pistas, ciertamente remarcable, ha permitido a los diseñadores habilitar varias rutas alternativas por las que desplazar a nuestro surfero de turno. Lo cierto es que como en la producción de Atari de lo que se trata no es de hacer carreras precisamente, las rutas alternativas acaban convirtiéndose en lugares secretos que tendremos que descubrir para superar algunas de las pruebas que nos serán propuestas al principio de cada nivel.

El acabado de los menús, eso sí, no tiene ningún pero. Con vídeos de fondo, al más puro estilo Aggressive Inline y con canciones extraídas de la banda sonora que luego podremos escuchar durante el juego, navegar por las opciones de Transworld Snowboarding es un auténtico placer. También hay que destacar las repeticiones, las cuales se ejecutarán tras concluir un nivel determinado y mostrarán desde el punto de vista que prefiráis las espectaculares acrobacias que hayáis realizado.

A la hora de la verdad, es decir, cuando estemos jugando en cada uno de ellos, los tipos de nieve apenas afectarán las posibilidades de maniobra, pues como os pasaréis la mayoría del tiempo por los aires, vuestro principal rival seréis vosotros mismos y vuestro nivel a la hora de dominar los trucos. El aterrizaje siempre es un momento delicado en este tipo de juegos, pero en Transworld Snowboarding se ha resuelto de una manera muy diplomática: si la tabla está alineada con la inclinación del suelo, el surfer ha aterrizado correctamente. Todo sea para facilitar el control pues, como ya hemos comentado, ésto es un arcade y no un simulador.

Eso no quita que cosas como la facilidad pasmosa con la que los deportistas serán capaces de grindar choquen un poco en un principio. Todo sea acostumbrarse a la interpretación que el grupo de programación Housemarque ha realizado del siempre espectacular deporte de nieve que es el snowboarding.

Aunque el número es significativamente inferior al de los principales representantes del género de deportes extremos, la cantidad trucos presentes en este título es bastante respetable. El sistema de ejecución de todos ellos - por lo menos los aéreos - pasa por el uso de la palanca derecha del mando de vuestra Xbox. La forma, la vista tantas veces en los juegos del género: dejar pulsado el botón de coger velocidad, soltarlo en lo más alto de las rampas y entonces empezar a hacer las combinaciones de movimientos para conseguir el mayor número de puntos posible.

Los modos multijugador, incluyendo un interesante modo a 4 bandas a pantalla partida, son una de las alegrías que los de Housemarque nos han dado con este Transworld Snowboard. La jugabilidad gana muchos enteros cuando hasta 4 jugadores entran en acción simultáneamente, y el engine gráfico lo puede soportar dignamente. También se ha incluido una especie de modo horse en el que un cuarteto de amigos se podrán batir para ver quien es capaz de conseguir encadenar 2 victorias seguidas en la ejecución de mangas individuales y por turnos. Por pedir, se podrían haber implementado un mayor número de modos multijugador, pero algo es algo.

l  o    m  e  j  o  r 

l  o    p  e  o  r