Rage vende un estudio

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Hace meses que Rage no atraviesa su mejor momento. Los problemas económicos enturbian el futuro de esta prolífica empresa británica, pero de momento no tiran e intentan capear el temporal con importantes decisiones. Ayer se hizo pública la decisión de Paul Finnegan, fundador de la empresa, de abandonar el cargo de consejero delegado para pasar a un segundo plano como presidente ejecutivo suplente a tiempo parcial. Le relevará en el puesto John Schorah, que era el director general suplente y que trabaja para la empresa como consejero desde 1992.

La otra decisión que dio a conocer ayer fue la venta del estudio de Rage en Birmingham a Swordfish Studios por 1 millón de libras esterlinas. Swordfish la han fundado Trevor Williams, director de Rage y que abandona el cargo a causa de esta operación, y Joan Finnegan, la mujer de Paul. Los directores de Swordfish serán Trevor Williams y el mismo Paul Finnegan. La venta de este estudio reduce un 31% los gastos operativos de Rage, y no afecta al futuro de ningún proyecto, ya que Swordfish completará el desarrollo de Cold Winter para Rage. Por otra parte, Rage ha reclamado legalmente a Majesco, su distribuidora en EEUU, 1,67 millones de dólares que no le han pagado.

Y como no todo van a ser malas noticias para Rage, dejamos para el final la previsión de más medio millón de reservas por parte de las tiendas de todo el mundo para Rocky, uno de sus próximos lanzamientos, y que David Beckham Soccer ha vendido más de 330.000 unidades en Europa.