Los clásicos nunca mueren... ¿o sí?

Uno de los más antiguos juegos de la humanidad es Space Invaders, y ahora vuelve a la vida con un ramake que sí hace justicia a los tiempos pasados, pero que no colma las expectativas de los jugadores modernos.

Si hubiera que enumerar los juegos más importantes de la prehistoria, se podría empezar con el Pong, Asteroids, Missile Command... seguro que todo el mundo recuerda con más o menos cariño los juegos de aquellos maravillosos años. Y uno que tampoco puede ser olvidado, es Space Invaders.

Como todos los juegos de la época, la mecánica es la cosa más sencilla que hay. Se controla una nave que se mueve de izquierda a derecha por la zona inferior de la pantalla. El resto de la pantalla la ocupan alienígenas que bajan paulatinamente hacia la nave. El objetivo es disparar a los alienígenas hasta destruirlos todos. Así era entonces, y así continúa siendo ahora.

Para hacer el juego más emocionante, se añadían algunos extras. Por ejemplo, estaban los alienígenas que disparaban, y que podían destruir la nave protagonista. Para evitar estos disparos, había unos escudos entre los alienígenas y la nave, pero se iban desgastando. Por encima de los alienígenas, a veces pasaba un platillo volante, que era un bonus en caso de destruirlo. Por último, los alienígenas se iban desplazando cada vez más rápido cuantos menos quedaban, y si finalmente llegaban a la zona inferior de la pantalla, se acababa el juego.

Todo esto se mantiene en la nueva versión que ahora es analizada, y evidentemente, hay elementos añadidos. Todo ello para sacar a la luz el mismo juego que triunfó en su día. El problema es que ha pasado mucho tiempo, y las mejoras se antojan insuficientes para rejuvenecer este producto. En términos generales hay que hablar de que las glorias, es mejor no desenterrarlas.

El apartado gráfico es el más cambiado respecto a la versión original. Todos los elementos han sido rediseñados con la calidad bidimensional que ya ha demsotrado en numerosas ocasiones Game Boy Advance. Tanto la nave como los alienígenas están perfectamente diseñados, y se mueven con soltura y suavidad. Los decorados, solo son un fondo plano, pero en la mayoría de los casos bien dibujado y colocado con la única pretensión de adornar.

Las explosiones, disparos y demás efectos especiales, también están bien creados y animados. Por lo tanto, la pega de todos estos gráficos tan buenos, hay que ir a buscarla a la continua repetitividad de los mismos. Siempre la misma nave, siempre los mismos alienígenas y siempre las mismas explosiones. Por muy bien hechos que estén, a la tercera pantalla comienza a resultar aburrido ver siempre lo mismo. En los tiempos que corren, la variedad, es una necesidad, y aquí no está presente.

 s o n i d o

En el juego original, el único sonido que se podía escuchar eran los efectos especiales, que se limitaban a los disparos y las explosiones. Ahora, las cosas mejoran, aunque no demasiado. Por un lado la música no deja de ser unas melodía repetitiva hasta la saciedad, de un supuesto y dudoso corte techno, y de una calidad bastante cuestionable. Quitar el volumen, es una tentación.

Los efectos de sonido ya son otra cosa. No hay muchos, pero los que hay están bien hechos. Las explosiones o los disparos cumplen perfectamente con su cometido, pero sufren el mismo problema que los gráficos: como hay pocos se repiten mucho, por lo que con el tiempo llegan a cansar.

Y llega el apartado por antonomasia. En una epoca donde no había gráficos, la diversión era la única escusa para continuar jugando. Este título enganchó en aquel entonces a mucha gente, pero por desgracia, ahora no lo consigue del mismo modo.

La culpa de ello la tiene el hecho de que la jugabilidad continúa intacta desde su versión original. Dispara, esquiva disparos, y vuelve a disparar. Así hasta que uno se termina cansado de matar marcianos, momento en el que solo queda apagar la consola. No hay nada que empuje a continuar jugando, nada aparte de el hecho de eliminar hombrecillos verdes, y eso no llega para mantener al jugador enganchado.

Otros títulos igualmente repetitvos han tenido mucho éxito, como el Tetris sin ir más lejos, pero no cabe duda de que el jugador acutal quiere retos, desafios, y por supuesto, recompensas cuando triunfe... y en este cartucho no va a encontrar nada de eso.

Tan solo un nuevo repertorio de armas secundarias varía un poco el concepto original. Cuando se acierta a varios alienígenas del mismo color seguidos, sube una pequeña barra. Cuando está llena se puede hacer un disparo especial, que varía según el color de los alienígenas acertados con el arma principal. Si se acierta a un alienígena de otro color, se vacía la barra y hay que volver a empezar.

Space Invaders es un título divertido, al igual que lo son todos aquellos que tienen una mecánica simple. El problema es que es todo el rato lo mismo, y puede que a la mayoría de los jugadores, eso les resulte muy negativo; ya que al rato de jugar (puede ser un rato corto o largo) termina por aburrir.

Sin embargo, puede sí ser un juego recomendable para los más nostálgicos, todos aquellos que lo vivieron en su día y deseen repetir o simplemente tenerlo en la colección. También puede ser un buen regalo para todos aquellos jugadores que no tengan ganas de complicarse la vida y solo quieran echar unas partidas de cuando en vez.

Como apunte final, hay que añadir que dentro del cartucho viene la versión original del juego, tal y como se ideó al principio. Sin duda es un buen regalo para todos los que lo jugaron en su día, y una buena lección de historia para quienes quieran aprender un poco del pasado de los videojuegos. En cualquier caso, si la versión mejorada es repetitiva, la original lo es unas cuantas veces más, pero no cabe duda de que nadie podrá negarse a echar una partida en este modo.

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