Como diría ella: "I'm a slave..."

El fenómeno Britney no conoce fin. Ahora la popstar americana llega a PS2 con un juego de baile que se queda corto en el número de canciones que lo componen y que goza de una dificultad digna de los juegos más complicados de todo el catálogo PS2.

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Britney Spears acaba de ser nombrada por la revista Forbes como la "celebridad" más importante del presente año, según los complicados y diferentes baremos que usa la revista para catalogar a su top 100 anual. Entre ello se cuentan las distintas veces que hayan aparecido en las portadas de las revistas más importantes, las veces que aparecieran en los principales canales de TV, etc.

Lo cierto es que ya estaba tardando en aparecer un videojuego de esta chica para la gran variedad de seguidores que tiene, y que ya tienen todos sus discos, todos sus vídeos, además de haber pasado por taquilla para ver su primera película (que no será la última, seguro) y que ahora van a tener la posibilidad de llevársela a su casa en forma de bailarina virtual dentro de un videojuego.

La temática del juego es la perfecta para un juego protagonizado por esta diva del Pop, de cabellera rubia y sonrisa adolescente, que rara vez es vista fuera de un escenario o plató de rodaje. Al ritmo de la música tendremos que hacer bailar a nuestro personaje mediante la pulsación de las teclas de nuestro pad, o si tú economía y afición por estos juegos te lo permiten, pisando la alfombra de baile sobre la que se dibujan esos mismos botones.

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Mucho color, mucha música y mucho movimiento son las cosas que destacan dentro de estos títulos y a las que la naturaleza de este tipo de juegos te impide prestar la debida atención, simplemente porque estarás demasiado ocupado viendo qué botón o combinación de botones tienes que apretar acto seguido para hacer bien las cosas y que el juego no muestre el cartelón de Game Over a las primeras de cambio. 

A pesar de lo que les han tenido que costar los derechos a los chicos de THQ, no parece que se hayan gastado mucho más en el juego, pues lo primero que salta a la vista es que el juego es bastante corto, y sólo la opción de do jugadores aumentará la corta vida que juegos de este tipo suelen tener, máxime si, como decimos, el título ya es de por si corto, como en este caso.

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El juego es una explosión de luz y color que se muestra tanto en las indumentarias de los bailarines como en los escenarios donde se desarrollan las audiciones. en estos escenarios nos encontraremos con pantallas de vídeo que muestran los vídeos de las canciones que están sonando durante la audición, pero como muchos comprobaréis, las imágenes suelen mostrar algunos desfases considerables con la música que está sonando, con lo que se producen algunas situaciones cuando menos chocantes. 

Un detalle que no gusta nada, sobre todo a los fans a los que he podido consultar, es que la Britney no se cambia de modelo en todo el juego. Siempre sale con el mismo modelito, ya sean las fases finales o las fases de bonos. Le da igual. Para verla con distintos modelos ya están los vídeos.

Si bien mirado es la mejor selección posible, también hay que decir que este tipo de juegos se merece mucha más variedad, ya que si eres fan de esta chica, pues muy bien, te lo pasarías pipa igual con sólo una canción. pero si te da igual, escuchar siempre las mismas canciones puede cansar enseguida. Eso sí, los temas son los originales y están completos y en dos versiones, una corta y otra "extendida" que son las usadas, estas últimas, en las fases finales del juego.

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Pero como el juego no usa ningún efecto de sonido extra con el que adornar las acciones de los bailarines, con el estereo de la TV ya va que chuta, y no se resiente para nada. pero ya decimos que a estas alturas de la historia de PS2, un juego de baile debe dar más de si en éste apartado.

Lo más que se llega a escuchar son algunos gritos de aprobación de la Britney cuando hacemos los pasos bien, o de lamento en caso contrario, pero para colmo de males el juego viene sin doblar al castellano. todo sea por escuchar la voz original de Britney.

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En el primero de ellos, y tras escoger a uno de los seis personajes seleccionables, podremos competir contra todos los demás hasta llegar, una vez superadas las diez pruebas, a competir directamente con Britney Spears.

La japonesa Elisa, el afro-americano Rob, la morena Leana, el anglosajón Dan, el latino Enrique, y la princesa nubia Carla, son los chicos entre los que podemos escoger a nuestro personaje para presentar "batalla".

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En este caso los botones a apretar se colocan dentro de una especie de esfera de reloj, por la cual se desplaza una pequeña barra sombreada, la cual nos indica el momento en el que hay que apretar los botones al pasar sobre ellos. La pulsación siempre llevará el ritmo de la canción, pero hay que saber diferenciar cual de los ritmos es el que sirve de patrón al baile para poder anticiparnos unas milésimas y así pasar pocos apuros.

El objetivo es conseguir muchos más combos y por consiguiente muchos más puntos que nuestro rival, con lo cual pasaremos de ronda, y sino, pues para casa.

Pero no nos confiemos. El juego tiene una dificultad excesiva, y nos daremos cuenta a la hora de haber franqueado la primera prueba, porque entre prueba y prueba la dificultad no crece... ¡se dispara!. Comprendemos que la vida de un bailarín profesional es dura, pero en este videojuego deberían haber tomado en cuenta un poco más el mercado hacia el que iba dirigido. Hay fases que son para virtuosos del mando, de verdad.

En la modalidad Review podemos ver como la Britney Spears del videojuego nos enseña a controlar los pasos de baile de sus coreografías más famosas. Además, cada vez que completamos las fases que se nos ponen por delante iremos desvelando los vídeos ocultos del juego.

Estos vídeos se componen de 5 vídeos en los que Britney interpreta cada uno de sus cinco grandes canciones durante un concierte, y en los cuales podremos interactuar un poco con las cámaras que siguen dicho evento.

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También nos encontraremos con 6 vídeos de esos denominados "entre bastidores" en los cuales se nos desvelan anécdotas y la vida cotidiana de la super estrella una vez que se baja del escenario y se encuentra "entre bambalinas".

Como cabía de esperar, el juego soporta el uso y disfrute de las conocidas alfombrillas de baile. Sólo hay que conectar y jugar, para hacer la experiencia mucho más interactiva, si cabe.

La durabilidad del juego está íntimamente ligada con la vidilla que le saquemos a la opción para dos jugadores, porque si no le vamos a explotar esta opción, una vez que lo acabemos irá a engrosar el fondo del cajón o la parte más polvorienta de la estantería donde guardemos los videojuegos.

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Si se mira desde el punto de vista del jugón normal no deja de ser un juego musical, corto y con apenas incentivos. Lo único sobresaliente del juego es el precio, ya que sus 49,95 euros por los que sale a la venta son de lo más bajo que se ha podido ver en el catálogo PS2 fuera de la gama Platinum.

Definitivamente sólo para fans, ya que estos sabrán sacarle el mayor provecho a este corto juego. Para el resto ya hay otros juegos bailables con los que matar el gusanillo 

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