Aquí encontrará su carnet...

Bienvenido a la Autoescuela Meristation.com. Aprenderá a conducir vehículos de todo tipo: deportivos, futuristas, karts, monoplazas, taxis... y ahora, camiones. Adéntrese en el maravilloso mundo de la conducción.

Desde que Sega anunciara oficialmente que cesaría de fabricar DreamCast y que centraría su desarrollo para el resto de plataformas del mercado, todos esperábamos ansiosos poder disfrutar de títulos de esta gran compañía en cualquier consola. No dudamos que se le augura un futuro espléndido, pero su presente en GameCube es una pura y natural extensión de lo que pudimos ver en DreamCast.

El primero en llegar fue, para sorpresa de muchos, Sonic Adventure 2: Battle, conversión directa de su homónimo de DreamCast. Luego le tocó el turno a Crazy Taxi, que también se encuentra en la misma situación. Y a la tercera... no va la vencida: 18 Wheeler American Pro Trucker, refrito (casi) calcado del que pudimos disfrutar hace aproximadamente un año.

A su vez, la primera vez que conocimos a 18 Wheeler fue en salones recreativos. El arcade, basado en la placa Naomi 2, aterrizó algún tiempo después de que Crazy Taxi se hiciera con todas las miradas (y todas las extintas pesetas) de los jugones más empedernidos. Partía de la misma base: conducción frenética y adictiva y una ciudad llena de coches, pero en esta ocasión conduciríamos un camión en lugar de un taxi, y mercancía pesada en lugar de pasajeros.

Una vuelta de tuerca más a un género algo encasillado que se recibía con los brazos abiertos. Incluso el mueble era digno de admiración: un inmeso "volante camionero", un poyete para sentarnos, o incluso una rudimentaria bocina. Solo nos faltaba una camiseta de tirantes y una gorra propaganda del Carrefour.

Pero como suele suceder en estos casos, ese espíritu arcade, que tanto atrae, se queda reducido en gran medida a la hora de trasladarse a una consola doméstica. En unas horas pulimos el juego entero, y sin el espíritu de un auténtico camión, vemos como dudamos de haber realizado una buena compra.

g r á f i c o s

Un trabajo que hace un año resultaba admirable, ahora le cuesta alcanzar la mediocridad. Acclaim, la encargada de convertir el juego para GameCube, ha calcado el aspecto gráfico de la versión DreamCast, con sus pros y sus contras. Los escenarios aparecen completos y bien detallados, y representan muy fielmente los 5 parajes distintos que podemos encontrar. El camión en sí tiene una apariencia sólida, pero el texture mapping de las superficies metálicas que por aquel entonces era fascinante, ahora resulta incluso arcaico al lado de otros juegos del género. contribuye bastante a ello.

Hay demasiados aspectos sin pulir que no pasan por alto ni al jugón menos avispado. El tráfico es demasiado poligonal, con un mal aprovechamiento técnico de lo que GameCube puede hacer con las texturas. Los efectos de luz o sombra en tiempo real rozan el aprobado con dificultad, y el efecto metálico simulado es más bien simple.

Lo más grave e impactante es la presencia de un claro popping, que junto con una línea de visión excesivamente cercana, quedan a años luz de lo que podemos disfrutar en títulos más recientes como BurnOut. Y para rematar la faena, la sensación de velocidad es excasa, lo que elimina cualquier vestigio de .

A pesar de estar controlando un vehículo de varias toneladas, de la repentina aparición del escenario y de la poca profundidad de los niveles, podemos maniobrar el camión sin ninguna dificultad, lo que le elimina la existencia del factor superación, propio de los títulos de conducción. Al menos podemos disfrutar del juego en 60Hz, que sin mejorar considerablemente el apartado gráfico, no lo empeora.

El apartado gráfico de 18 Wheeler es a grosso modo simple, pero algunos detalles son dignos de mención. En la vista desde el interior del camión, podemos apreciar como los objetos resbalan por el salpicadero, y como los clásicos dados colgados del espejo distraen nuestra atención. El movimiento de cámara está muy trabajado, con un incensante vaivén que simulan a la perfección una cabina de un 18 Wheeler (un trailer inmenso de 18 ruedas). Pero sobre todo, las explosiones que se producen al chocar frontalmente contra un vehículo nos producen ese cosquilleo adrenalínico en el estómago.

m ú s i c a

Suficiente como para amenizar el "pesado" trayecto hasta la meta. No destaca en ningún momento, pero no se hace pesada al oído. Ritmos country o disco no consiguen un nivel aceptable como para que este apartado deba ser tenido en cuenta. Da la sensación de que ni siquiera ellos han prestado interés a la hora de pensar la banda sonora del juego.

s o n i d o  f x

En la misma tónica que las melodías. El escándalo que produce nuestro vehículo ayuda a introducirnos en el juego, pero el resto de vehículos parecen llevar los motores de un vespino. La explosión, frenazos, y bocinazos cumplen con su función. No decepcionan porque no se les presta demasiada atención. De vez en cuando escucharemos algún comentario en perfecto inglés, con el grave tono de voz de un genuino "manolo español". Quiza si se escuchase "¡¡Quita de en medio, pringao!!", conseguiría dibujarnos una sonrisa...

j u g a b i l i d a d

El punto fuerte de cualquier juego bajo sello de AM-2. Tratándose de un arcade puro y duro, nos encontramos con que la "primera vez" es intensa y excitante, pero poco después esa sensación desaparece y antes de la décima carrera nos conocemos de pé a pa todo el juego. Con tan sólo 5 localizaciones que nos dejan con la miel en los labios, es inevitable pensar que Acclaim ha editado el juego con la mayor rapidez posible, y que con un poco más de esfuerzo podría haber añadido algun nivel más, lo que sin duda mejoraría en gran medida el aspecto más flojo de 18 Wheeler: su duración.

Los modos disponibles son, desde el primer instante, los clásicos Arcade, Versus y Time Trial. En el arcade tendremos que llegar a la meta antes que nuestro rival, y cuanto mejor sea el estado en que se encuentra nuestra mercancía, más dólares recibiremos. Los impactos frontales con el tráfico real (con su consecuente explosión) aumentará la cantidad de dinero acumulado, pero si un vehículo roza lateralmente con nuestro camión, el efecto será justo el contrario.

Esta opción desaparece en el modo Time Trial, donde únicamente debemos mejorar nuestros registros independientemente de la carga. El modo Versus, clásico 2players mano a mano, cuenta con las mismas virtudes y los mismos defectos que el modo Arcade. Como novedad exclusiva de la versión de GameCube econtramos el modo Aparcar. Lo que en un principio suena a chiste, se convierte en el aspecto más singular y atractivo del juego. Consiste en recular con el camión hasta una rectángulo verde casi del mismo tamaño del camión. A medida que vamos aprendiendo a aparcar como auténticos profesionales, se va complicando el asunto, y los últimos niveles ponen a prueba nuestra precisión con los gatillos.

Otro aspecto en el que flaquea 18 Wheeler es en la Inteligencia Artificial de tráfico, no así de nuestro contricante. Los vehículos tienen una linea de recorrido preconcebida y se limitarán a seguirla aunque ello suponga una "tráfica" muerte. Aunque nos precipitemos hacia ellos al más puro estilo kamikaze, con más de 200 metros de antelación, y dando bocinazos cual vil maruja en el mercado, seguirán impertérritos como si fueran a volatilizarse a nuestro paso. Al principio no se le presta atención a este aspecto, puesto que disfrutamos al arrollarlos a nuestro paso y admirar la explosión (aDeSe, no te preocupes, sabemos que no es real...) pero cuando el espectáculo se vuelve monotonía, no tardamos en darnos cuenta.

Por último, el control, resulta preciso e intuitivo, y cuenta con un curioso sistema de marchas: Marcha corta, marcha larga y marcha atrás. La primera es para acelerar incialmente o tras frenar o chocar, para que el camión no gripe y tarde más en acelerar. La segunda servirá únicamente para mantenernos a velocidad constante, y la tercera es casi exclusiva del Parking Mode. Los más fanáticos del género echarán de menos el cambio manual, pero este hibrido cumple de sobra con su función.

c o n c l u s i ó n

Un juego que a priori tiene aspectos suficientes para alcanzar una nota más que aceptable, peca en lo más esencial: el apartado gráfico se ha quedado antiquísimo para competir con los nuevos títulos del género, y sobre todo, tiene demasiada influencia arcade que reduce la duración del juego a apenas unas horas. No cabe duda de que 18 Wheeler es pura originalidad, y que tiene muchos detalles atractivos, como la cabina interior del camión o el nuevo modo de juego. Sin embargo, estos aspectos no consiguen hacerlo un "must have" de GameCube. Sólo para incondicionales de AM-2, y los que disfruten con títulos que se salgan de los cánones establecidos.

l o  p e o r