Atari Anniversary Advance (GameBoy)
Los videojuegos evolucionan a un nivel vertiginoso. Desde aquel legendario Pong hasta joyas como ICO, mucho ha llovido. Técnicamente estamos a años luz de esos primeros compases, sin embargo entre ellos hay algo en común: siguen estando diseñados para divertir y entretener.
Los videojuegos evolucionan a un nivel vertiginoso. Desde aquel legendario Pong hasta joyas como ICO, mucho ha llovido. Técnicamente estamos a años luz de esos primeros compases, sin embargo entre ellos hay algo en común: siguen estando diseñados para divertir y entretener.
Los chicos de Digital Eclipse cayeron en la cuenta de este punto de unión y se pusieron manos a la obra para rescatar del olvido (si es que alguna vez lo estuvieron) 6 clásicos arcade de Atari que nos hicieron pasar muy buenos ratos hace demasiados años. Ya era hora de volver a ponerles las manos encima.
Así que, con permiso de Infogrames, quienes tienen la licencia de Atari, se pusieron manos a la obra para volcar seis de estos clásicos en los circuitos de la GBA. Dicho y hecho. Los elegidos casi no necesitan presentación: Asteroids, Battlezone, Super Breack Out, Centipede, Misile Command y Tempest.
Battlezone: Hoy en día, a los más jóvenes les producirá risa, pero gráficamente marcó un antes y un después. Manejamos un tanque futurista y nos movemos en un mundo vectorial (en 3D pero sólo las líneas que delimitan el objeto) en el que otros tanques nos atacan. Nuestro objetivo es destruir y no morir en el intento. Adictivo a más no poder y el preferido de este redactor con permiso de Tempest.
Super Breack Out: ¿Recordáis Arkanoid? Básicamente son idénticos. Se duda que alguien a estas alturas no haya jugado a este juego o a alguna de sus multinominales versiones. Una plataforma se mueve por bajo y ha de lograr, haciendo que una bola rebote en ella, romper los bloques situados en la parte superior de la pantalla. El problema es que controlar el rebote no resulta sencillo, por lo que la perseguiremos de una parte a otra con el fin de mandarla contra su objetivo. Poco más que decir, mucho más para jugar.
Centipede: Una 'navecilla' ha de disparar contra todo lo que se mueva en la parte superior de la pantalla. Te atacarán arañas y demás bichos pululantes, pero lo más insidioso (y que le da nombre al juego), es el CENTIPEDE, es decir, unas naves que van zigzagueando pero derechitas a ti en hilera cual procesionarias en primavera a la búsqueda de pinos. Podrás desplazarte por todo el escenario y la acción no cesará un instante. Emocionante e intenso como pocos.
Misile Command: En la guerra, tan importante como atacar, es defender a los ciudadanos con garantías. Así que nos ponemos a los mandos de una torreta de misiles para destruir la lluvia de bombas que nos lanza el enemigo antes de que alcancen las ciudades que protegemos. Parece fácil en un principio, pero cuando los cuatro disparos iniciales que nos hacen pasan a ser 10, 15, 20 o 30 a la vez, nos faltan ojos para localizarlos y dedos para desplazar la cruceta. Y si se acercan demasiado, un molesto pitido intermitente que nos pone aun más nerviosos, nos avisa. Un auténtico vicio.
Tempest: Y como postre, un juego legendario. El apoteósico Tempest, la versión 3D del también legendario Space Invaders. En él, manejas una nave que se desplaza por las paredes (el numero varía según la fase) de un tubo disparando a los enemigos que se interponen entre ti y la salida. Es endiabladamente rápido y requiere unos nervios de acero en las fases más avanzadas. Un título que ha tenido mil versiones (la mejor la de Jaguar, Tempest 3000, un auténtico juegazo) y que sigue enganchando y divirtiendo como la primera vez. Hay que jugarlo para comprender en que consiste su jugabilidad.