Al trote y al galope con mucha paciencia...

Las carreras de caballos llevan unidas al espíritu de la competición desde antes de que dejaran de ser el principal medio de transporte del hombre. Antes, los torneos medievales, la conquista del Oeste y la aparición del primer coche antes y ahora todo el sistema sofisticado de apuestas y competiciones demuestran que ese espíritu sigue vivo. A pesar de que el mundo de los videojuegos ha simulado todos y cada uno de los deportes, las carreras de caballos sólo han tenido su oportunidad en pocas ocasiones. Ahora, Koei presenta 'G1 Jockey', el primer simulador de carreras para la consola de Sony, que ha entusiasmado a los jugadores japoneses y que THQ ha decidido lanzar en nuestro país.

El objetivo del jugador será el de convertirse en el mejor jinete de la competición. Empezará por hacerse con el título al mejor novato y, después, tendrá que ir subiendo de nivel hasta llegar a ser el número uno. No sólo tendrá que ganar las carreras, sino que deberá pelear con los dueños de las cuadras para conseguir un caballo, lidiar con su representante y con la prensa y, sobre todo, ganar. 'G1 Jockey' muestra el lado más frío de la competición, el que demuestra que, efectivamente, es un negocio.

De esta forma, puede escoger entre dos modos de juego: trial y competición. El primero es el único que permite que jueguen más de dos personas al mismo tiempo dividiendo la pantalla vertical u horizontalmente o escogiendo una carrera de obstáculos. Este modo de juego puede personalizarse casi hasta el último detalle gracias a las opciones de montura, tiempo y tipo de suelo pero, a pesar de que casi siempre es el más entretenido, en G1 Jockey esta condición no se cumple, ya que todo el peso del juego recae en el modo competición.

El jugador no puede en ningún momento tener un contacto directo con el caballo ni tampoco tiene nada que ver con su entrenamiento. De hecho, en toda la temporada, que suele ser de un año con dos carreras por semana, repetirá pocas veces, a no ser que el dueño le asigne uno, pero, las opciones serán retirarlo por edad o escoger carrera y también hay que pagar por esto. Esta frialdad y la sensación de que eres una pieza más dentro del negocio desaparece cuando suena el pistoletazo de salida.

La razón no es otra que la dificultad para ganar una carrera. Hay que tener en cuenta las cualidades físicas del animal, potencia, vitalidad, velocidad y motivación, y el tipo de carrera, además de otros factores como el tipo de suelo o el tiempo. Al principio es casi imposible no quedar el último pero poco a poco, y con un poco de intuición, estas cualidades se combinan y no resulta excesivamente difícil ser el vencedor…aunque no siempre dos veces seguidas. El deseo de ganar la primera carrera, después la segunda y así hasta el infinito es el mayor atractivo de 'G1 Jockey'. La pega es la inteligencia de los otros jinetes, algunos se pegan al caballo y se mueven si éste lo hace y, otros, se adhieren al lomo y no son capaces de adelantar, un truco que sirve para no alcanzar el último la meta pero que disminuye la sensación de participar en una competición real.

El caballo se mueve con el pad hacia la derecha o hacia la izquierda, ya que hacia delante lo hace solo. Los botones R1 y L1 sirven para poner la cámara de perfil y observar a qué distancia están los otros jinetes. El botón X se utiliza para saltar en las carreras de obstáculos y para frenar el caballo en las ordinarias. Círculo y cuadrado son útiles para espolearlo y, por último, la función del triángulo es indicarle al caballo que aumente su velocidad. El truco está en utilizar este botón y espolear el caballo cuando tenga suficiente potencia para aguantar y un mínimo de vitalidad, tarea nada fácil cuando todos los caballos tienes características distintas.

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