Bienvenido a la Europa medieval...

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"Diario de Guerra: Me dirijo en un pequeño barco, con algunos caballeros, hacia un lugar incierto, pero con una obsesión incontrolable: vengar la muerte de mi padre. Acabo de presenciar como un incontable ejército, a manos de Icthyus Granitas, asaltaba la tierra en la que me encontraba defendiendo a unos campesinos de unos vulgares bárbaros. Fue entonces cuando divisé bolas de fuego contra la fortaleza de la ciudad, y que mi propio padre salía al paso de Icthyus. No sabía ante qué clase de poder se enfrentaba, y guiado por el impulso intentó hacer frente a todo un ejército, pero el asesinato a sangre fría se produjo ante mis ojos. Mi padre, Duque de Caravant, ha caído. Yo, Artos, juro que vengaré su muerte...".

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Así podríamos describir nuestra toma de contacto con Warrior Kings. Y no podría ser más interesante. Nuestro objetivo es claro, pero las formas de concebirlos bastante contradictorias. A diferencia de otros muchos títulos de estrategia, no empezamos eligiendo una raza o un bando, sino que "nuestra mentalidad depende de nuestros actos". Así, podremos ser bendecidos por el poder divino, y batallar del lado Imperial, caer en el lado oscuro y ser poseídos por el mal Pagano, o permanecer en un bando neutral, y centrar nuestras expectativas en un legado Renacentista.

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Las diferencias entre los tres afluentes se hacen más y más evidentes a medida que avanzamos en el desarrollo del juego. Los imperialistas construirán los edificios y las unidades más resistentes, y su punto fuerte será un ataque bien medido. Sin embargo, los paganos podrán crear los ejércitos más fuertes y sorprender al enemigo, pero su defensa no es muy de fiar, y no pueden perder el tiempo esperando a las unidades más potentes, que actuarán consecuentemente en momentos claves. Y en el caso de los renacentistas, podrán construir bancos, armas explosivas e incluso máquinas con una fuerza bruta por encima de cualquier unidad.

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En el caso de optar por un imperio renacentista, nos centraremos en construir unidades de asedio con una fuerza bruta por encima de cualquier unidad, armas explosivas para la infantería, o bancos para gestionar mejor los metales. Pero en este caso, podemos encontrar influencias celestiales o demoníacas, y encontrar unidades Imperial-Renacentista, Pagano-Renacentista, y Renacentista propia, las máquinas más potentes exclusivas de un enfoque sin influencias. Así, completan un total de cinco vertientes, o lo que es lo mismo, cinco influencias distintas sobre Artos que nos conducen a cinco finales diferentes.

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Aunque Artos sea nuestro elegido, a la vez es nuestro protegido. Su papel es fundamental en las primeras misiones, y pese a tener conocimiento de que su muerte implica el tener que volver a empezar, su fuerza y resistencia son necesarias para que no acaben con un número excesivo de unidades. A medida que la influencia crezca, cobrarán mayor importancia dos poderes: el militar, dirigido por el Pontífice Supremo y el espiritual, cuyo máximo exponente será el Protector Sagrado. En el bando imperial, el Inquisidor será el poder militar, y el Arcángel el espiritual, mientras que en el lado pagano harán lo propio Abaddon, Señor de los Demonios y la Suma Sacerdotisa.

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Tanto el Arcángel como Abaddon, serán controlados de forma indirecta. Seleccionaremos la unidad, el ataque, y la unidad o el edificio enemigo al que queramos destruir. Y su acción también es diferente: El Arcángel hará uso de la Espada de Dios para invocar Actos de Dios, que van desde visiones a plagas, pasando por "Ira del Cielo", "Amargura", o "Invierno Glaciar"; Abaddon lanzará rayos y producirá terremotos de una magnitud desmesurada. Aunque ambos poderes (militar y espiritual) estén copados por unidades definitivas, necesitan ser complementadas por obispos y sacerdotes, o colosos y Wyrms de la Muerte.

Que acabemos siendo un bando u otro, no depende de nuestra voluntad consciente, sino que según los edificios que construyamos y las criaturas que usemos, así evolucionará nuestro ejército y nuestra religión. Bien es cierto que ya en las primeras misiones empezamos a "sentir" las influencias de los 3 bandos, pero podremos retomarlas completamente si echamos abajo nuestra ciudad. Un acto realmente violento, pero crucial. Aunque existen diversas unidades que no tienen influencia alguna, como el fuerte, la sede gremial o el torreón.

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Audio / Vídeo

Técnicamente, el juego debe ser calificado de matrícula de honor cum laude. El juego se desarrolla en un entorno completamente en 3D en el que las unidades se ven claramente afectadas por los distintos picos y valles de montaña, y los desniveles que sufre todo la extensión en general. Será fundamental tener en cuenta los altibajos del terreno para desplazar a las unidades, o para construir pueblos y barracas que sustituyan las bajas de la batalla. "No siempre el más grande gana al más pequeño". No nos vale con proteger el pueblo con una imponente muralla de piedra. La sorpresa puede llegar nada más darnos la vuelta, y encontrarnos que se han infiltrado tres o cuatro lanzacohetes que están echando abajo la Iglesia...

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La cámara gozará de total libertad de visión y movimiento, con un control idéntico a Black & White. Durante los momentos de tensión de las primeras batallas será la adrenalina la que dificulte el control e incluso nos desespere, pero en seguida nuestros movimientos son simples reflejos de nuestro pensamiento. El único momento en el que el juego se ralentiza, es cuando estamos atacando la ciudad enemiga, y queremos volver a la nuestra. El "traveling" que debe realizarse a lo lago de todo el escenario, sobre todo si transcurren otras batallas, imposibilita que el juego fluya correctamente.

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Aunque debemos tener en cuenta que en algunos momentos el número de unidades en pantalla es descomunal. Si podemos controlar un total de 500 por jugador, en el modo multijugador, contra siete oponentes, suman un total !!de 4.000 unidades a la vez!!, y en una batalla con varias formaciones por bando, suponiendo que cada jugador ataque con 200 unidades, podemos encontrar perfectamente 1.600 unidades luchando entre ellas. Un espectáculo épico, que desgraciadamente requiere un PC más que potente y, recomendado que no necesario, tener ADSL/Cable.

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Respecto al audio, es donde más flaquea el juego. El título viene únicamente traducido al castellano, aunque es lógico, puesto que la única voz que escuchamos durante el juego es la que nos introduce cada misión. La historia está realmente trabajada, pero se echa de menos que las unidades, cuando dialogan, no digan ni una palabra. Sólo se escucha un pequeño tick cuando "hablan", y la cámara se centra en dicha unidad para saber quien ha sido. En cambio, el sonido fx y la música ambientan perfectamente el transcurso del juego.

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Guión

Se nota que el equipo de desarrollo, durante estos casi tres años de labor (recordad que Black Cactus se fundó en 1.999 y éste es su primer título), además de trabajar el aspecto gráfico, han creado una historia más propia de una novela que de un videojuego. Todo se encuentra ambientado en la Edad Media, y el juego transcurre principalmente en la Europa del Este. Así, se han incluido los términos que hoy abarcan las regiones de Inglaterra, Francia y España, entre otros. Un detalle curioso que pude conocer en la presentación de Warrior Kings en las oficinas de Cryo España, fue que tuvieron a medio equipo de desarrollo leyendo cientos de libros clásicos, donde encontrar incontables detalles sobre todo de la Europa de hace algunos siglos, como las familias nobles, las fronteras, e incluso mapas de cómo se pensaba que era el viejo continente por aquel entonces.

Partiendo de Artos, personaje que encarnamos, y tomando posteriormente los papeles de Pontífice Supremo y Protector Sagrado, la historia no se limita a un pueblo, o a un ejército, sino que tiene una base firme sobre la que evoluciona el juego, y con una misión final: vengar la muerte de "nuestro" padre. Es irónico que en un juego de estrategia, en el que las bajas se cuentan por miles, nuestro objetivo sea acabar con un único líder. No tendremos que derrotarlo en un mano a mano entre Artos y Icthyus, por supuesto, pero sí acabar poco a poco con su dictadura...

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Jugabilidad

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Sencillamente perfecta. Black Cactus se ha esforzado para salirse lo suficiente de los cánones establecidos de juegos de estrategia para darle un toque de personalidad en lo referente a jugabilidad. Algo tan estandarizado como los recursos (léase madera, comida, oro y piedra), toman otro enfoque en Warrior Kings. Para empezar, a medida que vamos asignando aldeanos para talar árboles, o arar granjas, lo que recolectemos se almacenará en el Feudo. Pero no subirán al contador a no ser que, mediante el uso de carros, los dirijamos hacia la ciudad. Parece superficial, pero es un verdadero punto débil a tener en cuenta si queremos acabar con nuestro contrincante desde la base.

Esto repercutirá también a las unidades, puesto que la comida no será necesaria únicamente para crear nuevas unidades, sino también para mantener sus puntos de vida. En la barra que indica la cantidad de comida recolectada, aparecen dos colores: marrón y verde. Cuando el marrón ocupe la barra entera, tus unidades comenzarán a perder energía, siendo más fáciles de derrotar. Una vez que esto pase, si queremos que las unidades recuperen la vida perdida, tendremos que abastecer el batallón con más alimento, volviendo a ser imprescindibles los carros.

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Multijugador

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Repasemos: cinco influencias en total, que diferencian la evolución de nuestro ejército, cinco formaciones para distribuirlo y reforzar nuestro poder de ataque, quinientas unidades por bando, ocho jugadores simultáneos... ¿Algo más? Muchas horas por delante. Las batallas no son cuestión de media horita, de llegar y besar el Santo. Son muchos detalles los que te sumergen en el mundo épico de Warrior Kings, y que te engancharán durante un largo tiempo, y que te harán sentirte un verdadero líder a manos de un poderoso ejército.

La sensación de bienestar tras ganar una ardua batalla es irrepetible, pero igual de intensa es la frustración al ver que, tras crear cientos y cientos de unidades, un fallo en el servidor hecha abajo todo tu esfuerzo. Además, si tienes que hacer el hosting, es crucial un potente equipo con una buena conexión. Bien es cierto que reduciendo el número de jugadores a cifras más asequibles (entre tres y seis), se evitan todo tipo de problemas gráficos que acaban por desesperar.

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Estrategia y Trucos

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Sin duda, el punto fuerte de este título son las formaciones. Las unidades individuales no tienen cabida en Warrior Kings. Es más, si seleccionamos, por ejemplo, a un arquero, todos los arqueros que se encuentren ese momento en pantalla, se seleccionarán automáticamente. Por eso, es mejor  producir veinte unidades de sólo dos tipos a la vez para formar dos batallones, que cincuenta de todo tipo de unidades, puesto que al no tener la misma resistencia, ni la misma velocidad, dificulta en gran medida tener que plantear un buen ataque.

Así, podremos distribuir nuestras unidades de cinco formas diferentes: en columna, para movernos más rápidamente; en línea, para abarcar más a la hora de atacar; en forma de cuña, formación propia de los arqueros; en círculo, para proteger unidades importantes; en escaramuza, en la que las unidades están más distribuidas. Y para rematar un trabajo perfecto, hay que añadir que las tropas irán ganando experiencia a medida que venzan a más y más enemigos, lo que aumentará su resistencia y su ataque considerablemente. Esto nos permite reservar las unidades que hayan ganado más combates para defender a Artos, o para los momentos finales de cada misión.

Si lo que quieres es sorprender al contrario, esconde scouts en lugares claves, para dar una amarga sorpresa a tu oponente. Estos exploradores tienen el rango de visión muy superior al de cualquier otra unidad, y quitarán la "niebla de guerra" de una extensa porción del terreno, para poder divisar sus tropas. Y si conseguimos introducir un espía en su ciudad, tendremos también controlado todo lo que sucede tras los muros del enemigo. Otra posibilidad es colocar estratégicamente un reducido grupo de arqueros ocultos tras árboles o barrancos. Podrás atacar desde la cumbre a flechazo limpio, mientras ellos se desesperan al pié de la montaña buscando una escapatoria.

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Comparándolo con...

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Es inevitable compararlo con Shogun, porque se desarrolla completamente en tres dimensiones, por el elevado número de unidades que entran en juego, pero en esta ocasión no se desarrolla por turnos. Además, se han encargado de retocar aspectos en lo referente a los recursos y a las Unidades Definitivas, lo que dotan de personalidad al juego, consiguiendo así aportar detalles que pueden ser tomados como modelos para futuros juegos en este género.

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Lo que está bien

Las batallas son gráficamente impresionantes, con un número desmesurado de unidades en pantalla, y observar las distintas formaciones desde una vista cenital, incluso emociona. Y contar con 5 finales distintos, sin tener que elegir inicialmente bando o raza, se agradece. Es una bocanada de aire fresco para el género.

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Lo que no está bien

Los tiempos de carga son excesivos, y en los momentos cumbres, el juego sufre algunas realentizaciones. Al principio la cámara puede jugarnos alguna mala pasada, y el control de las formaciones y de los distintos comandos resulta algo lioso, aunque con la práctica se soluciona. Y sobre todo, se echan de menos las voces...

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Enlaces

Encontramos tanto la web oficial del juego, como la de Black Cactus, ambas en perfecto inglés. Podemos encontrar en ellas algunos PDF con las unidades o el árbol tecnológico del juego, y diversos vídeos y capturas, ¡e incluso chat y foros! Y diversos enlaces a otras páginas no oficiales relacionadas con Warrior Kings.

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Manual

Imprescindible leerlo antes de jugar, y tenerlo a mano para elegir que edificios construir y cómo pueden afectar a nuestra influencia imperial, pagana o renacentista. Las teclas de acceso rápido o "hot keys" también juegan un papel importante, sobre todo para controlar las distintas formaciones y poder enfocar bien claro lo que queremos hacer. Además, vienen detalladas todas las unidades con una pequeña foto, una descripción, su influencia y sus movimientos.

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Requerimientos

Los requisitos mínimos para jugar son Windows 95/98/2000/ME/XP, procesador Pentium II a 350Mhz, 128 RAM y una tarjeta gráfica de 8 MB. Los requisitos recomendados son procesador Pentium III a 773Mhz, 256 RAM, DirectX 8 y una tarjeta gráfica de 32 MB.

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