Hecho unos zorros...

Hacía algún tiempo que no nos encontrábamos con nuestro amigo El Zorro. La última vez que lo tuvimos a nuestro control fue en la licencia de la película para Game Boy Color, y eso sin contar las prehistóricas aventuras que Datasoft nos hizo vivir en los ordenadores de 8 bits. Lo que ahora tenemos en nuestras manos es un producto que intenta basar su metodología fielmente en las primeras aventuras de El Zorro publicadas allende los años en la revista All-Star Weekly. Así pues, veremos si en esta ocasión merece la pena ponernos el antifaz y encarnarnos en el valiente Don Diego De La Vega, ansioso por marcar su justiciera señal en los malhechores que le salgan al paso...

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No es fácil concretar de qué va nuestro juego de El Zorro. A primera vista, se podría situar como una especie de Metal Gear Solid, en otras ocasiones tendremos la sensación de que estamos frente a un juego tipo Beatmania o Dragon's Lair... mientras que en el resto, no sabremos ni a qué estamos jugando, ni dónde movernos ni nada de nada. Sí... la palabra "confuso" le viene como anillo al dedo a esta producción de In Utero.

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No se le puede negar que se trata de un título que destila elegancia. Se nota la ilusión puesta en su desarrollo, pero el juego tiene una serie de contras que ocultan prácticamente todos los puntos buenos que posee... y es una pena. Lo que en un principio empieza pareciendo una especie de juego de acción e infiltración en tercera persona, uno de los géneros más, por decirlo de alguna manera, emocionantes, termina asemejándose a un simulador de Chiquito de la Calzada, porque a eso es a lo que se parece nuestro Zorro intentando seguir los erráticos movimientos que le... emm... transmitimos.

Audio / Vídeo

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Gráficamente, La Sombra del Zorro es sumamente atractivo. Lo primero que llama la atención es el gran tamaño de los personajes, y más aún, de nuestro protagonista, ocupando una gran porción de la pantalla. Cuando nos movemos, más aún sorprende el gran detalle con el que está realizada nuestra capa, la cual ondea, se repliega y actúa con la naturalidad propia de una de verdad. Incluso los grafistas se han tomado la molestia de alucinar al personal con los matices del uniforme del Zorro, adquiriendo tonalidades muy bellas dependiendo de la iluminación presente. Pero claro, no sólo de los gráficos del prota tiene que presumir un juego (se que no viene al caso, pero todavía recuerdo lo bien hecho que estaba el coche del Pole Position de Spectrum...).

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Tengo que mencionar algo sobre las texturas que se han aplicado a los rostros de los personajes. Dan la sensación de que las ha pintado un niño con los rotuladores de toda la vida, están dibujadas con muy poco arte, y dan la sensación de que son un pegote ahí puesto en la cabeza... sinceramente, las caras no me han gustado nada. Y dicho sea de paso, la escasísima variedad de soldados enemigos hace también bastante mella en este apartado.

En cambio, los escenarios están muy bien definidos. Rápidamente consiguen esa ambientación tan de la época, con esas casitas de estilo colonial y, sobre todo, ese aspecto seco y desértico tan característico de la California de esos días. Aunque todo hay que decirlo, no vamos a encontrar texturas en alta resolución ni nada por el estilo, sino todo lo contrario, al igual que otros detalles bastante penosos como la pobre representación del agua.

En lo que a las animaciones y puesta en escena respecta, son especialmente destacables las secuencias de los combates. De hecho, es de lo mejor del juego, pese al tedio que supone tener que pelear. Las cámaras nos congratulan con espectaculares imágenes al más puro estilo cinematográfico, buscando siempre el ángulo más vistoso, algo que por fortuna no estorba al jugador debido al particular sistema de lucha. Justo lo contrario que en el resto del juego, donde el más peligroso rival a batir será precisamente el enfoque de la cámara, ideal para jugadores mediums capaces de ver más allá del corpachón de nuestro Zorro.

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El tema musical está compuesto por melodías con tonos flamencos, con mucho guitarreo al más puro estilo andaluz. No suenan nada mal, siendo además un punto positivo para la ambientación. El resto de fx están muy trabajados, en especial el choque de espadas, aunque tienden a hacerse bastante repetitivos. Ah, y no hay que olvidar que está completamente doblado al castellano, con un reparto de voces bastante correcto. En este detalle, muchas compañías deberían fijarse de Cryo.

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Guión

1830, Los Angeles es un hervidero de agitación. Todos esperan impacientes la llegada del nuevo capitán, Fuertes, esa misma mañana. Mientras el Sargento García entrena a su patrulla, Don Alejandro, el padre de Don Diego, cree reconocer a un hombre entre la multitud.

¿Puede tratarse realmente de "El Carnicero de Zaragoza", el infame criminal de guerra con el cual luchó Don Alejandro y al que daba por muerto en la guerra española contra Francia? ¿Cómo habrá conseguido este personaje malvado recuperarse de sus terribles heridas y reaparecer en California? ¿Y quién es la hermosa joven de ojos tristes que está de pie a su lado y que ya parece haber embrujado a Don Diego?

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El vengador enmascarado deberá estar lo más lúcido posible si quiere derrotar a sus enemigos. Tendrá que infiltrase y escabullirse en las sombras para marcar a sus adversarios con una "Z". ¿Z de Zorro? Veremos...

Jugabilidad

Lo que podría haber sido todo un bombazo en términos de jugabilidad, ha acabado hecho unos zorros (y nunca mejor dicho). Pero el caso es que aún así se le puede llegar a sacar jugo al producto. En fin, veamos el por qué...

Básicamente, el juego transcurre a través de misiones en las que prima el ser sigiloso, usando todas y cada una de nuestras habilidades. Podemos trepar, agacharnos, pegarnos a las paredes para ocultarnos... y claro está, ser ofensivos hasta cierto punto. Podemos usar armas como nuestra pistola (momento en el cual la perspectiva pasará a primera persona), golpearlos por la espalda para dejar a los guardias KO, silbar para despistarlos... Resumiendo, que tenemos un Zorro de lo más versátil.

El problema reside en que el control tiene muy poco de cómodo. Antes que nada hay que decir que es sumamente recomendable hacerse con un pad, porque intentar jugar con el teclado puede ser un reto aún mayor que hacer funcionar el juego en un Oric. Es posible que debido al "sencillo" método de control, nuestro personaje parezca ser víctima del mal de San Vito, convulsionándose como si de Chiquito de la Calzada en pleno chiste se tratase. Aparte, las malas pasadas que nos juega la cámara suelen acuciar el descenso de la jugabilidad, hasta el punto de que más de uno puede llegar a desesperarse con todo ello.

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En cambio, cuando se da lugar un combate (muchas veces inevitables), la metodología de juego cambia radicalmente. Con imágenes espectaculares, se nos narra la pelea de esgrima, con unos movimientos realmente conseguidos, tanto de cámara como de los luchadores. Lo curioso es que en esos instantes, se nos indicarán las teclas que deberemos pulsar, al estilo Dragon's Lair o similares. Mientras lo hagamos bien, el combate se desarrollará adecuadamente para nosotros. Al principio, este sistema puede ser muy divertido, pero la reiteración de esta forma de pelear da lugar al pronto aburrimiento (sobre todo porque los enemigos no desaparecerán permanentemente). Si hubiesen tomado ejemplo de Sega y su Shenmue, en el que estas escenas estaban dosificadas muy inteligentemente, posiblemente la cosa hubiese cambiado bastante.

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Analiza siempre la situación. No siempre lo mejor es pelear... aparte de que es más divertido tratar de pasar desapercibido ante los enemigos.

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Y lo mejor de todo... si quieres salir victorioso de los combates, ¡desentumece tus dedos! Necesitarás ser rápido tanto de manos como de vista... ¡atento!

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Comparándolo con...

Hombre... se ve que la inspiración divina les ha llegado de la mano de esa gran obra de Hideo Kojima llamada Metal Gear Solid. Lo que ocurre es que, siendo sinceros, la mera intención de hacer una comparación puede transformarse en una situación demasiado jocosa, en la que nuestro Zorro tendría que salir con el rabo entre las piernas. Eso sí, como alternativa al resto de títulos en tercera persona del catálogo pecero puede ser un programa como mínimo curioso.

Algunos detalles gráficos son realmente sobresalientes, en particular todo lo referente al personaje protagonista. De igual forma, la escenografía de los combates puede llegar a ser espectacular.

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