La semana pasada Meristation se hacía eco de la noticia de que varios usuarios aseguraban haber sido objetivo de robos en sus cuentas. Ninguno de ellos sabía con certeza cómo o en qué momento se había producido tal asalto a sus intereses. En cualquier caso el elevado número de afectados puso en evidencia que un programa estaba siendo capaz de atravesar la seguridad de los servidores de Battle-Net.
Estos jugadores aseguraban que había indicios de que alguien no estaba jugando limpio y exigieron a Blizzard que iniciara una investigación, para esclarecer por qué causa habían perdido sus pertenencias. Blizzard, sin darle mucha importancia o al menos su retraso en dar una respuesta así lo reflejaba, aseguró que pondría todos los medios para esclarecer lo ocurrido.
Unas horas más tarde emitía un comunicado en que afirmaba que no había encontrado ningún indicio de anormalidad en su investigación. Es más, proponía una dirección de correo donde todos los afectados podían dar indicaciones de las anomalías que habían sufrido. Entonces fue cuando se desvió el problema a programas de terceros, que podían ser los causantes de dichas anomalías.
Finalmente el pasado lunes se consumó el cataclismo que todos presagiábamos menos la propia afectada, que ha convertido a Diablo II y en especial a Battle-Net en uno de los lugares menos seguros para jugar online. Y no lo decimos nosotros, lo dicen los foros de la propia compañía saturados en estos momentos de quejas a los cuatro vientos. Ese día sobre media tarde un programador consiguió burlar todo el sistema de seguridad de Blizzard mediante un programa que difundió por la red, y que permitía la duplicación de cualquier objeto existente en el juego.
El programa saturó todas las páginas donde se albergaba y se calcula que durante la noche la mitad de los jugadores lo utilizaron para conseguir los objetos más exquisitos en el juego. Tal fue la saturación y utilización del programa que los servidores de Battle-Net no aguantaron el tirón, ralentizándose hasta tener retrasos de varios segundos entre lo que hacías y lo que veías.
Sobre el mediodía de ayer martes, Blizzard ponía punto y final al programa con el desarrollo interno de un parche para tapar el agujero que los programadores se habían dejado y en principio con esto todo quedaba arreglado. Salvo un detalle que es del que se duele la comunidad de jugadores: la economía del juego estaba alterada, una economía que tanto divertía a los fans de este juego y que incluso había propiciado la inclusión en Ebay de varios objetos del juego para ser adquiridos como si de algo material se tratara, y obviamente no valía pagar con dinero virtual. Hay que hacerse a la idea de que los objetos aleatorios de Diablo II que pueden encontrar los personajes lo son todo en el juego. Como muchos jugadores indican indignados en los foros de la propia compañía, qué sentido tiene jugar ahora si todo está al alcance de la mano. Richard fue uno de esos miles de usuarios que consiguieron bajarse el programa. Reconoce que al principio lo hizo por probar lo que hacía y que finalmente acabó creando cuatro cuentas de usuario con ocho personajes en cada una, repletos de los mejores objetos del juego.
En el momento de redactar esta noticia, comprar algo en el juego que antes requería verdaderas dosis de oratoria y una buena bolsa de objetos de menor calibre que el deseado está totalmente patas arriba. Jugar con todo al máximo es apreciable en la mayoría de las partidas creadas: hay personajes que son capaces de ponerse en medio de los enemigos más potentes y, en cuestión de segundos, eliminarlos de la partida. Diablo II se muere, según nos cuenta Antonio, usuario del foro, y así se lo ha hecho llegar por escrito a la compañía. Lleva un año jugando al juego y reconoce que a pesar de lo monótono que resultaba, los objetos eran la adicción de cada día y un punto inevitable de adicción para superar lo que otros tenían.
Los usuarios claman a lo largo y ancho del foro una solución por parte Blizzard para volver a apasionarse con un buen juego que ha ido a menos a causa del abandono que Blizzard ha ido dando paulatinamente a su servicio online. Incluso en los propios foros es posible encontrarse con enlaces para generar una carta a la compañía, en la cual se le avisa de que ellos, como usuarios indignados por el trato recibido, piensan boitecar la compra de todos los productos que publique la compañía. En este momento hay más de un 74% a favor de no adquirir productos de Blizzard, así que el tema es delicado. Y es que la pequeña nevada se puede convertir en todo un vendaval si Blizzard no toma medidas. Es cierto que a un servicio que en principio es gratuito tampoco se le puede pedir más, pero sí que se puede pedir que funcione al menos como lo hacía hasta la fecha. Algunos han sugerido que una posible solución pasaría por privatizarlo y volver de pago el servicio online. Más de un 80% según la encuesta anteriormente mencionada no lo harían, sobretodo porque no pueden fiarse de una compañía que ha dejado llevar el juego hasta este punto, incluso después de ser advertida. De momento Blizzard guarda silencio y es de suponer que está buscando la forma más airosa de contentar a unos y a otros. Sobretodo tiene que buscar una solución que le permita limpiar la imagen de compañía de alta calidad que hasta la fecha le ha hecho ganar numerosos adeptos en cada uno de sus productos. Muchos sugieren que la posibilidad, inédita hasta la fecha, pasaría por resetear todos los servidores y empezar de nuevo. Imaginaros el sacrificio que significaría para el jugador honesto con un montón de horas invertidas en el juego. Siempre sería una buena solución si Blizzard se asegurara de que lo ocurrido fue una trágica historia.