Más de 12 billones de insulsas opciones

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3D Gamemaker presume de ser mucho más que un juego; de ser un comodín que permite al jugador hacer, con unos pocos clicks, el juego que le apetezca; algo así como un generador de juegos 'bajo demanda'. Esta es la idea: 3D Gamemaker es un diseñador de juegos que nos permite definir todos los parámetros necesarios sin meter ni una sola línea de código: Elegir tipo de juego, elegir escenario, elegir protagonista, enemigos, armas, munición, items, música y pulsar el botón verde... ¡Et Voilà!, el juego a la carta.

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Suena muy bien, ¿verdad? Demasiado bonito para ser cierto. En realidad, es cierto: 3D Gamemaker no miente y ofrece precisamente eso, sin trampa ni cartón. El problema es que lo que se obtiene de la aplicación de 3DGM  tal vez no sea considerado como un 'juego' por mucha gente.

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Seamos realistas. Un juego, hoy en día, requiere enormes equipos de gente trabajando en todos sus aspectos y ni eso asegura un resultado de calidad; sería mucho pedir que un simple programa con todas sus limitaciones, consiguiese ni de cerca un resultado capaz de proporcionar la misma diversión.

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Para empezar, 3DGM es consciente de sus limitaciones y no permite que intentemos encarar la creación de un best-seller. Lo único que podemos permitirnos es la creación de 'género ligero'. Pequeños arcades de conducción, de naves, plataformas o de tiros sin pretensiones. Y una vez encuadrados aquí (lo que no tiene porqué ser malo, el género de acción es el padre de los juegos modernos y le hemos dedicado horas a manta), resulta que ni en eso es bueno 3DGM .

Los billones de posibilidades prometidos por 3D Gamemaker resultan ser, en su inmensa mayoría, programitas absurdos y descoloridos, carentes de interés y de jugabilidad nula. En aquellos casos en que el usuario logre afinar el resultado, lo obtenido no parece proporcionar más de 15 minutos de curiosidad/entretenimiento, aunque tampoco descarto la inutilidad del que estas líneas escribe como la causa de tan poco halagüeño resultado.

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La idea tras 3DGM es muy buena y la realización no es mala. El problema es que el objetivo es tan ambicioso que quedarse a medias no es mucho mejor que fallar. 3DGM  proporcionará unas cuantas horas de entretenimiento tocando botones por el simple gusto de ver el resultado y otras cuantas jugueteando con los juegos obtenidos, pero no irá mucho más lejos y acabará bastante olvidado en el fondo del armario.

Audio / Vídeo

A 3DGM  le acompañan una completa biblioteca de sonidos, músicas, gráficos y objetos 3D que podemos usar y combinar con completa libertad para lograr nuestros objetivos. Y se ha apostado por la cantidad en detrimento de la calidad. Está claro que los chicos de Dark Basic software son programadores consagrados, pero tienen serias deficiencias en el lado artístico.

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Los objetos y gráficos son simplones y primitivos en muchos casos, sin una solución de continuidad o estética base aparente, lo que limita bastante la combinatoria posible dentro del buen gusto. Particular mención para las animaciones de los personajes humanoides, de lo más poco natural que había visto en mucho tiempo.

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En cuanto a los escenarios, el problema no es tanto la calidad de los modelos y las texturas como la notoria falta de proporción, con diferencias de tamaño chocantes entre los modelos 3D y el escenario.

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En resumen, el principal problema de este apartado es el mismo que el del resto del programa: falta absoluta de cohesión. Parece ser que la idea es que 3DGM pone todos los elementos y el usuario es el responsable de la cohesión, pero es que a veces esto es como tratar de juntar piezas de distintos puzzles: No es suficiente tener muchas; tienen que encajar.

Jugabilidad

Aquí hay que distinguir entre la 'jugabilidad' de 3DGM y la de los juegos con él creados. En lo que se refiere a la diversión de crear los juegos, se trata de lo mejor que ofrece 3DGM. El proceso de combinar las piezas disponibles, muy numerosas por cierto, en busca de un determinado resultado es realmente absorbente, como el crío al que le ponen delante una pila de piezas de mecano. El problema es que la jugabilidad de las creaciones tiende a estar en el punto más bajo de la escala y eso frustra bastante, lo que acaba desvaneciendo el interés que pueda tener el proceso de creación.

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Comparándolo con...

Si lo comparamos con otras ‘utilidades' de creación de juegos como DIV o Dark Basic, 3D Gamemaker no resiste medio embate, aunque claro: ninguna de las dos es tan extremadamente fácil de usar.

Lo que está bien

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La gran cantidad de piezas con la contaremos para crear nuestros juegos.

Lo que no está tan bien

Que la calidad de las piezas deja bastante que desear y el pegamento para unirlas se resquebraja al secarse.

Enlaces

Manual

El manual que acompaña a 3DGM  es claro y conciso, bien editado, aunque tal vez un poco más de extensión con consejos prácticos y pistas hubiese dotado al producto de valor añadido. Un digno complemento a un programa ambicioso.

Requerimientos

The 3D Game Maker pide un mínimo de Pentium II 400 con 8 MB de RAM (¿Sólo 8?), una Voodoo 3 o equivalente, tarjeta de sonido compatible con DirectX y Windows 95, 98, ME o 2000 (aunque también funciona en XP). Los requerimientos recomendados serían un PIII a 400, un 32 MB de RAM y una GeForce256 con 16 MB. Desde luego, no piden mucho.

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