La saga Thunderstrike debuta en PS2

Ahora la tercera entrega nos llega a la Playstation 2 de la mano de Core, con un argumento que desgraciadamente está muy de moda. Una oleada de atentados terroristas, perpetrados por extremistas de distintas nacionalidades, con consecuencias mortales están asolando la paz de las principales naciones del mundo democrático.

El terror campa a sus anchas por el mundo y las grandes potencias mundiales, presa de este miedo han declarado el estado de emergencia y se han decidido a unir fuerzas, armamento y tecnología para crear un proyecto de carácter secreto, cuyo nombre en clave es Operación Phoenix, destinado a terminar con este estado de psicosis permanente que ahora mismo impera en el mundo.

El jugador toma el mando de un escuadrón que está dotado con los más avanzados helicópteros de combate que jamás hayan existido, y en el que se encuentran los pilotos más experimentados, grupo en el que se encuentra también incluido el jugador, y que constituye una de las grandes bazas, y la única de carácter secreto, con la que se trata de restablecer la paz mundial. Los objetivos: resolver de manera positiva todas las misiones que nos encomienden.

En esta ocasión nos haremos con  el control del más avanzado helicóptero de combate para combatir el terrorismo; un helicóptero que sin ser oficial se parece sospechosamente al conocido RAH-66 Comanche, un silencioso e indetectable helicóptero de combate de última tecnología desarrollado conjuntamente por Boeing y Sikorsky.

El juego no es un simulador estricto de helicópteros, como puedan ser el AH-64D Longbow de Jane's, o el Apache Longbow de Digital Integration, siendo más bien una mezcla de simulación y arcade, muy al estilo de la saga Ace Combat de Namco, pero en el que las características arcade acaban por pesar más sobre las de la propia simulación.

Gráficos

Hay tres vistas principales, muy típicas en casi todos los simuladores de vuelo, que cambiaremos con el Triangulo: una en tercera persona, viéndose el helicóptero por detrás, otra en primera persona desde la cabina, y una última en primera persona también, pero sin la cabina. Aparte hay más vistas secundarias de los objetivos, de los misiles guiados, de las bombas, etc. pudiendo incluso hacer zoom sobre estos.

La visión en primera persona desde la cabina hace que el juego parezca más un simulador a simple vista que un arcade, y es la característica más agradable y realista de este juego. Te mete de lleno en la acción.

El apartado gráfico es realmente bueno, unos escenarios totalmente en 3D muy impresionantes. Los escenarios son enormes (32 kilómetros cuadrados) y detallados: cuando ascendemos podemos ver paisajes enteros muy buenos, con ríos, campos, colinas, etc. Cuando nos acercamos a los límites de las áreas donde se desarrolla la misión el juego nos avisa mediante una serie de puntos blancos en el radar, así como por medio de un mensaje en el HUD (presentador frontal de datos).

También hay efectos atmosféricos: niebla, lluvia, nieve y rayos que sin duda darán más fuerza a la atmósfera del juego. Y en las misiones nocturnas, el ya citado HUD se encargará de pasar automáticamente a modo infrarrojos, con lo que distinguiremos de una manera más clara, pero verde, a nuestros enemigos.

Todos los escenarios, las construcciones tanto civiles como militares, los vehículos enemigos y demás

La música es bastante buena, y se nota que ha sido pensada para un juego de éstas características, aunque los modos sean sólo mono y estéreo y por estos lares no haya llegado la proliferación del sonido dolby 5.1 que parece que empieza a tenerse muy en cuenta a la hora de estas cosas.

Es alucinante. Lo dicho una pena que no venga acompañado de una opción para poder escucharlo en dolby 5.1 porque esto sería ya el broche de oro de uno de los apartados más sobresalientes del juego.

Los disparos, las explosiones, los ruidos de los vehículos, los de nuestro propio helicóptero, los efectos atmosféricos, todo está sublimemente recreado para que en el fragor de la batalla sintamos todo el poder de nuestra PS2 en este terreno cuando las cosas se hacen bien. Unos efectos de lujo.

Y para rematar el juego, la traducción al perfecto castellano, con voces perfectamente recreadas, que consiguen que te metas de lleno en el juego desde que recibes las primeras instrucciones hasta que recibes la última. Es de agradecer esta "castellanización" debido a la importancia de diferenciar los objetivos primarios de los secundarios, ya que de estar en inglés mucha gente (la mayoría) nos perderíamos por las vastas extensiones de los lugares donde se desarrollan las misiones. Todo un acierto.

Jugabilidad

Lo primero que hay que decir es que el juego es difícil. A pesar de la clara concepción arcade del juego, con las teclas frontales usadas para manejar las armas, los sticks para maniobrar con el aparato y el resto de botones para manejar las distintas cámaras a las que tenemos acceso.

Los controles del juego vienen ajustados de mano con la posibilidad de escoger entre varias opciones de teclas. No obstante el juego viene con la posibilidad de configurar los controles a nuestro antojo, e incluso dejar guardadas 4 configuraciones distintas.

Este Operation Phoenix tiene básicamente dos modos para un sólo jugador: un modo arcade que se limita a matar a todo lo que se mueva por delante y es considerado como modo de prueba; y por otra parte un modo Campaña. Este último modo es el modo principal del juego y en él iremos haciendo misiones hasta completar las campañas, y cuando las hayamos completado tendremos misiones extra a nuestra disposición. Hay un total de 7 campañas, con entre 3 y 6 misiones por Campaña. Las cuatro primeras transcurren en lugares tan dispares como Alaska, Oriente Medio, Europa Oriental y África.

El hecho de que el juego tenga el carácter arcade más marcado que el de la simulación no quiere decir en ningún momento que esto vaya a ser un "paseo militar". Al contrario, es bastante dificilillo, ya que si bien es cierto que disponemos de un amplio arsenal en el que escoger lo que vamos a cargar en nuestro "pájaro", bien es cierto que podemos vernos con los "cargadores" vacíos sin darnos cuenta. Y es que tendremos que saber administrar muy bien nuestros disparos, porque además de encontrarnos con una cantidad ingente de enemigos, también tenemos que tener en cuenta que con tres impactos de misil, por lo general, nos habrán derribado. Y eso es algo que o entra en nuestros planes.

El armamento es realmente variado. Misiles Aire-Aire, misiles Aire-Tierra, incluyendo Mavericks, bombas de caída libre, cohetes, y un potente cañón Vulcan montado sobre una torreta giratoria. Además estos están fielmente representados. Por ejemplo los misiles contracarro HellFire (aquí llamados FireStorm, no sé porqué) al lanzarlos cogen una trayectoria parabólica para impactar desde arriba, en donde suelen ser más vulnerables los vehículos blindados. También se ha incluido el efecto "OverHeat" del cañón Vulcan, por lo que si disparamos en exceso, el cañón se recalentará y no podrá seguir disparando. Ni que decir tiene que es importante hacer una selección del armamento lo más adecuada posible para la misión que nos toque desempeñar. De nada sirve cargarnos de misiles anti-carro si en la misión no esperamos encontrarnos a ninguno.

Además el juego presenta aspectos de estrategia, ya que en cada misión, aparte de elegir el armamento apropiado, habrá que colocar sobre el terreno unidades de infantería, artillería y caballería (o sea tanques), que serán vitales tanto para un buen desarrollo de la misión, como para nuestra supervivencia. Además contaremos con la incalculable ayuda de los "radares volantes" AWACS y JSTARS, que ampliarán el alcance de nuestro FLIR (radar infrarrojo) tanto para objetivos aéreos, como para terrestres respectivamente.

Los controles de vuelo, así como los del armamento, están simplificados lo más posible, lo que le convierte en una mezcla entre Simulación y Arcade, en la que el arcade está presente con más fuerza. El control es realista. El stick derecho del DualShock controla el desplazamiento hacia delante y hacia atrás, así como los desplazamientos laterales; mientras que el izquierdo controla tanto los giros del helicóptero a izquierda y derecha como la elevación. El manejo de un helicóptero es un tanto peculiar, y desde luego es menos intuitivo que el de un avión por ejemplo, por lo que puede que al principio nos cueste un poco hacernos con el control del aparato.

Por ejemplo, para hacer un vuelo nivelado a la máxima velocidad debemos poner el rotor principal a toda potencia a la vez que empujamos el morro hacia delante: el rotor principal hace que el helicóptero suba, pero como el morro está inclinado hacia abajo el helicóptero coge velocidad hacia adelante; de esta manera deberemos jugar con el cabeceo para conseguir un vuelo nivelado.

En cuanto a los objetivos, se seleccionará siempre el objetivo más cercano automáticamente, aunque podemos cambiarlos manualmente pulsando Circulo. Es muy importante utilizar el terreno para esconderse, para así evitar en la medida de lo posible a los antiaéreos enemigos. Utilizar escondites como pueden ser cordilleras escarpadas o valles muy pronunciados es a veces imprescindible para poder completar las misiones, ya que habrá veces que, dado que las tropas enemigas nos sobrepasan con creces, no nos quedará más remedio que estando escondidos, ascender y salir durante un par de segundos, disparar y volvernos esconder rápidamente.

Por ejemplo, si nos encontramos con el enemigo en la parte baja de una colina que podemos rodear, lo ideal será atacar primero por un lado, rápidamente, para acto seguido volver por donde hemos venido, y una vez a salvo del fuego enemigo, rodear la colina con un desplazamiento lateral, para atacar por el otro lado de la colina. A esto se le suele conocer como "aparición repentina", denominado así por la baja altura a la que se debe volar.

Piensa que muchas veces es mejor salir lateralmente que por arriba ya que en caso de que las cosas se pongan difíciles, será mucho más fácil y rápido salir del campo de visión del enemigo. Además de tener más protegida la "panza" de tu "pájaro" al volar bajo. Nunca se deban realizar ataques directos, ya que estos son prácticamente suicidas. Lo mejor es variar las posiciones desde las que atacamos.

En la cabina del aparato tenemos a nuestra disposición toda la información posible mediante una brújula, un radar, un velocímetro, un altímetro, el calorímetro de la ametralladora, el indicador de arma secundaria, el visor de la cámara, el indicador de nivel de blindaje, los objetivos de la misión, todo ello de forma clara y concisa, sin por ello interferir en la visión del terreno.