¿Tienes miedo a la obscuridad?. Pues pronto lo tendrás.

A estas alturas no vale la pena extenderse mucho hablando de la saga que ha dado lugar al género de los "Survival Horror". Antes de que Capcom nos aterrorizara con su Resident Evil, mucho antes, en los PC, había un juego, de la casa Infogrames, que nos metía el miedo en el cuerpo. Con unos gráficos que hoy en día nos haría reír en lugar de dar miedo, se gestaba la primera aventura de terror a través de cámaras fijas y ambientes terroríficos.

Posteriormente salió la segunda y tercera parte, y una versión para PSOne. No había muchas mejoras, pero el miedo estaba asegurado, y de aquella, con los medios tan limitados que había, conseguir esa sensación era muy complicado. Pero el tiempo ha pasado, y ahora ya hay una tecnología que nos permite recrear situaciones casi reales en mundos imaginarios. Conscientes de ello, Infogrames retoman su saga de terror para traernos la cuarta entrega, la más real pesadilla que hayas vivido nunca... ¿o no?.

Evidentemente las comparaciones están a la orden del día. Si Capcom se tomó la libertad de copiar las buenas ideas de Infogrames, por que no iban estos últimos a hacer lo mismo con sus rivales. En los primeros Alone in the Dark, la exploración y los puzzles eran lo más importante. Ahora se toma una idea más cercana al Resident, más monstruos, más acción, pero sin dejar de lado un ambiente terrorífico. De echo, el ambiente, parece más bien tomado del Silent Hill (en especial por el efecto de la linterna del que hablaremos más adelante), pero sin llegar a los niveles de angustia del título de Konami.

Sin embargo, este es un juego que merece brillar con luz propia, principalmente por la historia que en el se nos narra. En el papel de Edward Carnby y de Aline Cedrac, deberemos investigar una misteriosa y terrorífica isla en la que se han llevado a cabo investigaciones científicas acerca de la magia negra y del mundo de las tinieblas. Allí descubriremos el oscuro pasado de la familia Morton, en una historia que empieza demasiado rápido, y de una manera un poco brusca, pero que con el tiempo y con las horas de juego se va volviendo cada vez más interesante.

Sin embargo no todo van a ser halagos para este título. Por desgracia, nos parece que no se ha aprovechado bien el potencial de la PS2. El juego es un calco exacto de las versiones anteriores en otros formatos. Tiene el doblaje de la versión de PSOne, y los gráficos de la versión de Dreamcast... con lo que nos sale una versión clavada a la de PC. Esto por un lado, es una maravilla, ya que todo lo que vimos entonces lo podremos disfrutar ahora.

Pero por otro lado, si ya hemos terminado el juego, éste no ofrece nada que no hayamos visto antes... y no hay que olvidarse de que la versión de PC salió hace ya un año. Tiempo más que suficiente para justificar algunas mejoras que al final no han aparecido en este título.

Pero aun así, estamos hablando de un juegazo, que si aun no lo has vivido, esta es la mejor oportunidad para hacerlo. Totalmente recomendable.

Sin embargo, no se puede decir lo mismo del diseño de los personajes. Puede que hace un año fuera el no va más, pero ahora, y en vista de lo que ya se ha visto en esta consola, se nos hacen un poco anticuados. Los protagonistas no se mueven con "Motion Capture", y no se les ve pestañear... puede parecer que se les analiza demasiado rigurosamente, pero es que estamos acostumbrados a lo bueno, y eso detalles, cuando faltan se notan.

Pero este pequeño punto negro no ensombrece el trabajo final alcanzado en este apartado. Y hablando de ensombrecer... hay que mencionar que no sería un juego terrorífico sin un ambiente oscuro, de sombras. Y así ha sido. El ambiente es totalmente oscuro... de hecho no se ve casi nada en algunas zonas; pero para ayudarnos tenemos todo el rato nuestra linterna, que iluminará de una manera alucinante allí donde apuntemos.

Esto que en principio parece tan normal con los efectos de iluminación que hay hoy en día, y con lo visto en el Silent Hill; es una autentica gozada, ya que estamos iluminado fondos que son fotografías planas, al contrario que en el título de Konami, donde todo era poligonal... pero la luz incide sobre cada objeto del decorado como si tuviera fondo y forma... es una gozada.

Y también, mencionar que la sombra de nuestro personaje, se amoldará al entorno a la vez que nos movamos por el, de una forma totalmente dinámica y realista. Aunque a veces, un pequeño fallo en la programación hará que la veamos un poco descolocada... pero eso es todo.

Y ya para terminar, dar una pequeña gran alegría a todos. Este juego sí tiene opción de 60 Hz. Esto, que en principio es una tan buena noticia, no lo es tanto en realidad. Es genial que los juegos americanos y japoneses vengan con esta opción para que no pierdan calidad con la conversión, pero este juego es Europeo, y ha sido programado en 50 Hz, con lo que si lo ponemos a 60 hz, la única diferencia será que lo veremos peor, ya que habrá una separación entre líneas muy molesta.

Además, la velocidad es la misma y en ninguno de los dos modos hay bandas negras. Parece mentira, pero es así. Probad a ponerlo en un modo y luego en el otro y judgad por vosotros mismos. De todos modos, a ver si las demás compañías toman buena nota.

Este es sin duda ninguna el apartado más flojo de todo el juego. Y es una autentica lastima, porque desentona de una manera escandalosa. Algunas melodías parecen músicas de hace 10 años... parecen músicas en formato MIDI, o sacadas de un "Spectrum". Simples sonidos que enlazados parece que hacen música, pero ni de lejos. Desde luego nada que comparar con las magníficas composiciones de piano que adornaban el Resident Evil.

De todos modos, solo las melodías más cantosas resultan ser las tan mal paradas, ya que algunas otras (las menos), que casi se camuflan con los efectos de sonido, son más melódicas y meten un poco en situación. Lo que ocurre es que estas últimas solo duran unos pocos segundos, cuando sucede algo destacable. Desde luego, el juego es mucho más terrorífico cuando no suena la música, y solo los efectos de sonido se encargan de crear el ambiente.

Este es un apartado un poco confuso. Algunos son soberbios, pero por el contrario otros dejan un poco que desear. En general, son todos muy buenos, tales como el ruido de las pisadas, que será diferente según la superficie que estemos pisando; o como el sonido de los seres de las tinieblas, que nos pondrán los pelos de punta cuando los oigamos pero no podamos verlos.

Sin embargo, hay algunos sonidos que no acaban de cuajar, como es el de la lluvia o el del viento... que aunque no son malos, a veces no suenan o se entrecortan. Una lastima, porque la mayoría son muy buenos. Disparos, golpes, interruptores, pisadas, recarga de armas... todos geniales.

Por otro lado, tenemos que hablar del doblaje. Desde luego es de agradecer que se hayan tomado la molestia de doblarnos el juego, pero para la próxima vez, les rogaríamos a los señores de Infogrames que se busquen auténticos profesionales. No es que las voces sean malas (las hay mucho peores), pero sí es verdad que son un poco descafeinadas, como si les faltara entonación, como si no estuvieran en una situación de peligro. Una pena, porque le quita un poco de ese "feeling" de terror que provoca el juego.

De todos modos, y aun así, es de agradecer la traducción y doblaje.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

¿Qué se puede decir en este apartado que no se haya dicho ya?. ¿Quién no ha jugado nunca a algún Resident?. Pues aquí tenemos justamente eso. Un personaje que se mueve por fondos pre-renderizados, con un sistema de cámaras fijas, y que rota sobre sí mismo con los botones de dirección y que avanza pulsando el botón hacia arriba. Muchos bichos que matar, puzzles no demasiado complicados (no todos... alguno se las trae) y una trama muy interesante con algunos diálogos de vez en cuando, hacen de este juego una opción muy jugable, aunque repetida hasta la saciedad.

Armas para dar y tomar, desde las clásicas pistolas y escopetas... hasta otras más modernas como cañones de plasma y similares. Eso sí, todas se caracterizan por emitir luz, ya que es lo único que puede acabar con las criaturas de las tinieblas. Así, las balas serán de magnesio, y los cartuchos de fósforo, para crear luz cuando impacten en los monstruos y así desintegrarlos.

Desde luego, si te gustan este estilo de juego, con este estarás enganchado hasta que lo acabes con los dos personajes que puedes controlar, pero si no, quizás te desesperes con la dificultad. No es que sea difícil, pero si que es verdad que a veces resulta un poco frustrante lo rápido que puedes morir si no vas con cuidado. Si que es verdad que nadie como los japoneses para hacer las mejores y más correctas curvas de aprendizaje para sus juegos.

Una buena mezcla entre la angustia de del Silent Hill y de la acción de los Resident, pero sin ser tan genial como ninguno de ellos... aunque eso sí, por poco.

En definitiva, un juego muy divertido, desde luego, pero que no aporta nada nuevo en este apartado.

Lo primero que se puede sacar en conclusión, es que Infogrames tenía mucha prisa por sacar esta conversión para PS2 antes de que pasara aun más tiempo y corriera el peligro de estar desfasada. Y esas prisas han propiciado que tenga pequeños fallos.

Lo de las músicas es incomprensible, pero que tenga fallos gráficos como las sombras, o fallos de sonido, como que el efecto del viento se deje de oír un segundo de cada diez... pues se nos hace difícil de digerir, y más en una consola que tiene demostrado su poder técnico con creces.

Aun así, nos encontramos aun un juego muy bueno y muy divertido que nadie debería perderse. Pero que arrastra el problema del tiempo que ha pasado desde que salió al mercado la primera versión. Y a pesar de ello, se empeñan en clavarnos la friolera de 10.000 pesetas por el mismo producto que ya se han cansado de vender en todas las plataformas existentes. Por lo menos está totalmente en castellano y con 60 hz...

¿Merece la pena?: Si no lo has jugado en ninguna de sus versiones para otros sistemas, desde luego que sí. Pero si ya lo has visto, es mejor que te lo pienses dos veces... el Silent Hill 2 esta a la vuelta de la esquina, y eso sí que va a hacernos pasar mucho miedo... pero mucho, mucho.