Para estrategas de tiempos históricos.

Audio/Vídeo:
Consigue recrear de forma más que notable el ambiente de este gran torneo, que es de lo que se trata en este tipo de juegos. Aparte del sonido ambiental del campo (ruido del mar, del viento, de gaviotas, incluso de una avioneta que a juzgar por la cantidad de veces que pasa, debe ir haciendo círculos), están otros como los de aplausos, de gritos de uy! cuando la bola pasa cerca del hoyo o de lástima cuando tiras la bola a uno de esos bunkers injugables que tiene St. Andrews.
También hay unos sonidos curiosos tales como tosidos, voces de ánimo, risitas de alguna señora no muy atenta al juego y algunos otros. En fin, sólo falta el niño llorando.
Respecto a la imagen, hay que decir que el realismo de los swings de los jugadores así como los gestos posteriores al golpe tanto de alegría como de desesperación es impresionante. La texura de los matojos, del rough, de la propia hierba y de los objetos como los edificios (texturizados en 3D), las gradas y las torres de televisión, es en conjunto espectacular y logra además sumergir al jugador en esa atmósfera de una semana de torneo.
A esto hay que añadir la posibilidad de darle movilidad tanto al público como al caddie, capaces entre todos de volver loco en el segundo hoyo a Colin Montgomerie, muy aficionado a sacar los colores al primer incauto que se rasque la nariz mientras él pega el golpe.

Estrategia y trucos:
Como en todos los simuladores de golf, la única estrategia que existe es darla bien. Un buen truco para cuando las condiciones meteorológicas no acompañan aparte de jugar la bola baja, es la de encomendarse a la Virgen de turno si uno es creyente, y si eres agnóstico, ateo o demás, puedes hacer mulligans (repetir el golpe) hasta que la dejes más cerca que tu contrincante. Este último truco funciona mejor pero no puedes emplearlo en la modalidad de campeonato.

Jugabilidad:
No es excesivamente difícil pegar a la bola bien, pero esta dificultad aumenta bastante con mal tiempo como ya se ha dicho. Aunque lo más complicado son los golpes cortos alrededor del green. A pesar de tener la posibilidad de diseñar tu propio golpe (alto, rodado, con más o menos backspin) resulta casi imposible parar la dichosa barrita de potencia en el sitio justo. Es casi más difícil que en la realidad. También hay que apuntar que a la hora de 'puttear', el grid ó rejilla que se dibuja sobre el terreno no consigue más que confundir al jugador.

Comparándolo con...:
Este juego lo podemos comparar con el Links LS y con el JN4. Lo primero que se aprecia es que el número de campos es más reducido, sólo dos (Royal Troon y St. Andrews), aunque esta falta no es tan grave si tenemos en cuenta que el realismo en el diseño de los campos y la nitidez en las animaciones es muy superior a la de sus competidores. También se nota batante lentitud cuando se utilizan las opciones de público, caddie y vista de la caída de la bola (y estamos hablando de un P-166). Respecto a ésto último es obligado decir que las repeticiones desde el ángulo inverso estaban más conseguidas en el LS (se veía perfectamente el pique de la bola en el green y el backspin era casi real). En cambio en el British no existe dicha vista. Puedes utilizar la vista desde el green pero cubre un ángulo muy estrecho así que si lo que quieres es ver tu bola, ya puedes ir afinando la puntería porque el cámara no está por la labor de buscarla. También tienes la opción de colocar la cámara donde quieras, con lo que las posibilidades de que coincidan bola y cámara en un golpe de más de más de 150 yardas se reducen prácticamente a cero. La vista aérea con zoom le da el efecto de una retransmisión televisiva. Hay que apuntar que el JN4 tiene un diseñador de campos con multitud de posibilidades y en el que con muchísima paciencia podrás reproducir el campo en el que juegas normalmente. En el British, como en el JN4, no se hace el redibujado del golpe a la vista del espectador sino que sale instantáneo pero eso si, después de una pausa en ocasiones pesada.

Lo mejor de este juego es lo cerca que te pone de la realidad de un Open Británico. Tienes la posibilidad, utilizando la pantalla de torneo, de verte metido entre los mejores jugadores del mundo. Además puedes elegir tanto la dificultad del campo como la jornada a partir de la cual deseas comenzar. El campo está perfectamente diseñado. Es mucho más real que los diseños de sus competidores. Los efectos de viento con la bandera moviéndose, de lluvia y de niebla crean un ambiente típico inglés. Tienes la posibilidad de jugar con ocho jugadores de reconocido prestigio mundial, pero en éste simulador, a diferencia de los demás, los profesionales también fallan como el resto de los mortales (si estás en un rough alto, a 30 yardas de green, con la bandera corta, cuesta abajo y con un bunker en medio, no la dejas a menos de 15 yardas ni tu, ni Sandy Lyle, ni nadie). Los efectos que hacen las bolas al cojer viento, al sacarla de un rough muy complicado, o al botar en green, son casi reales. También veo muy logrados los consejos sobre el hoyo que te da el caddie, y los movimientos que hace para decirte que el green tiene caída hacia la izquierda o sus gestos de alegría cuando pegas un golpazo. Una peguilla en este apartado: El caddie se gana bien su sueldo. Siempre es el mismo.

Enlaces o Links:
Para más información acude al manual on-line en la web site de Looking Glass:
http://www.lglass.com
También puedes acudir a la página web de Friendware:
http://www.frienware-europe.com

Manual:
Está todo escrito en Español y se preocupa en traducir todos los términos anglosajones para hacerlo entendible al público profano en el tema. Hace una breve introducción histórica al Open Británico y describe perfectamente todas las modalidades de juego en las que se puede participar. Completo y bien estructurado.

Equipo necesario:
PENTIUM 100 o Superior, Tarjeta de video Compatible Direct X, Windows 95, CD-ROM de Doble velocidad, Raton y Tarjeta de Sonido, 16 Mb De memoria.
NOTA : Con 16Mb "funciona" pero son MUY recomendables 32Mb.