Iron Aces

Cuando una nueva consola de videojuegos se lanza al mercado necesita al menos dos o tres juegos crack, de esos que hacen que alguien se compre una nueva máquina, que se gaste las 40.000 ó 50.000 Ptas. que le permitirán jugar a uno de esos juegos crack.

Se podría pensar que este "Iron aces" es solamente otro juego de aviones. Un título más que intenta reflejar un conflicto bélico tomando como protagonistas a los aviones, esos armatostes mecánicos de grandes proporciones capaces de remontar el vuelo y enfrascarse en mortales combates en cualquiera de los cielos en los que se ha dividido el planeta en ese momento histórico en concreto. Aunque esto es en parte cierto, la verdad es que la última producción de Xital interactive es capaz de ofrecernos más cosas de las que en un principio podríamos esperar de un juego de estas características.

Para empezar, "Iron aces" presenta a 20 de los aviones que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Y no lo hace de cualquier manera, pues todos ellos son réplicas fidedignas de sus homónimos. Fuselaje, armamento, y, sobre todo, cabinas son un fiel reflejo de la realidad. Y es que la realidad tiene que ser lo imperante en un simulador, que es la etiqueta que le han colgado a este título.

A lo largo de las 17 misiones de las que se compone "Iron aces" deberemos intentar derribar el máximo numero de aviones enemigos, destruir enclaves tácticos o incluso huir de un escuadrón con intenciones no demasiado buenas para nuestra integridad física. Desde el mítico P-51 Mustang hasta el histórico Zero japonés, surcaremos los cielos de Europa y Asia en busca de la gloria personal y la de nuestro bando. Como es lógico, al ser un juego basado en la 2º Guerra Mundial, los dos frentes son Los Aliados y Alemania y Japón.

Cumplidor a nivel gráfico, aunque no acaba de despuntar. Es cierto que en un juego de estas características el virtuosismo técnico se suele centrar en intentar recrear con el mayor realismo posible tanto los vehículos, en este caso aviones, como el entorno en el que transcurren los combates, en detrimento de increíbles efectos de gran belleza plástica. Realiza su función a las mil maravillas, que no es poco. Como detalle detalle a destacar encontramos el gran trabajo realizado en los cockpits de los aeroplanos, el cuál es francamente digno de mención.

Melodías perfectamente reproducidas por nuestra querida Dreamcast, dotadas de una calidad y profundidad capaces de envolvernos de tal forma que te meterán de lleno en la partida. A veces corren peligrosamente el riesgo de superponerse a los mismos sonidos fx, pero hay que reconocer que las canciones, todas ellas de un sabor añejo inconfundible de mediados del siglo pasado, hacen que nos metamos más de lleno, si cabe, en nuestro papel de aventurero piloto enfrascado en la guerra más sangrienta de todos los tiempos.

Tanto los disparos como el sonido del motor de los aviones han sido perfectamente recreados, aunque no alcanzan la categoría de brillantes por estar carentes de una mayor nitidez. En cualquier caso, la calidad de éstos se mantiene holgadamente por encima de las exigencias de los estándares más rigurosos.

A pesar de que este "Iron aces" se nos ha vendido como un simulador en toda regla, lo cierto es que el que los programadores de Xicat Interactive hayan introducido características completamente identificables con el género arcade hace que el control de estos aparatos tan carismáticos sea una labor sumamente agradable y capaz de proporcionarnos horas y horas de diversión ininterrumpida. El modo de dos jugadores era casi obligado, pero no consigue evitar que echemos en falta la posibilidad de que cuatro personas puedan enfrascarse en duelos de altos vuelos, emulando así las hazañas y peripecias de pilotos tan carismáticos como el Barón Rojo.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Que un simulador con garantías vea la luz en una consola doméstica siempre es de agradecer. Porque, si bien es cierto que es este género no se prodiga en exceso en el Reino de las no-configuraciones, en las contadas ocasiones en las que esto ocurre la calidad no siempre hace acto de presencia. Bien es cierto que a más de uno la combinación de géneros tan aparentemente diferentes como son la simulación pura y dura y el ágil y dinámico estilo arcade les habrá parecido poco menos que una aberración, un intento de hacer algo grande que se ha quedado a medio camino. Eso mismo deben de pensar los detractores de uno de los juegos con el que encontramos más similitudes, "Ace combat" de Namco para PSX, pero el que sean minoría es un dato esclarecedor que nos indica la calidad que estas presuntas aguas de borrajas atesoran. Es cierto que "Iron aces" no consigue alcanzar las cotas de virtuosismo técnico-jugable de la gran obra de Namco, pero no se puede negar que el juego distribuido por THQ es un título a tener en cuenta por los que gustan de pasarse las horas sobrevolando los cielos de ciudades hostiles. ¿Eres tú uno de ellos?.