La Leyenda del Profeta y el Asesino
La Leyenda del Profeta y el Asesino - La Biblioteca de Qamar y el Palacio de Uvak Khan
Después de participar en batallas por toda Palestina y de defender las murallas de Jerusalén su fe cambia y se convierte en el famoso bandido As-Sayf. Pero nada de esto le llena y su única misión en la vida es encontrar y matar al falso profeta Simón de Lancrois.
LA BIBLIOTECA DE QAMAR Y EL PALACIO DE UVAK KHAN
Aparecemos frente a la plaza de la prisión. Giramos a la izquierda y miramos arriba. Usamos nuestro puñal en una de las estalactitas del techo y conseguimos unos carámbanos. Vamos una vez adelante y giramos a la izquierda para coger un trozo de cuerda que nos servirá como honda. Dentro del inventario ponemos el narcótico en los carámbanos y estos en la honda y la usamos al otro lado, en la torre de los guardias, para que se duerman. Una vez frente a ellos, y rápidamente, cogemos la espada y esperamos tan solo unos segundos a que salga un guardia por la puerta.
Lo matamos y examinamos su cadáver usando el puñal en su bolsa para cogerle las llaves. Entramos en el torreón, nos colocamos frente a la puerta de la derecha y usamos la llave correcta para abrirla. Vamos adelante y entramos en la penúltima puerta de la derecha, usando su llave, donde aparecemos frente a Qamar. Le hablamos de él mismo y de Simón y nos responde que no sabe dónde está ahora pero nos da el nombre de An-Nâb, un conductor de caravanas. Le preguntamos sobre éste y nos explica como localizarlo mirando las estrellas de su biblioteca ya que el no quiere moverse de su confinamiento y nos da una de sus pequeñas bolas.
De nuevo en la herrería hablamos con Taleb y así Isaac nos acompaña hasta la casa de Qamar y a su biblioteca. Una vez aquí hablamos con Isaac para saber que es Sirio. Nos explica que es una estrella pero no sabe en que parte del cielo está. Vamos al sofá y cogemos la llave que asoma bajo el cojín. De la librería del otro lado cogemos el estuche pequeño.
Dentro del inventario usamos la llave en el estuche y al abrirlo aparecen doce medallones con unos símbolos zodiacales un tanto diferentes y el marco del mapa del firmamento.
Examinamos la bandeja de frutas a la derecha de la mesa, sacamos las frutas y memorizamos la posición de cada zodiaco. Colocamos el marco del mapa sobre la mesa y ponemos los medallones zodiacales. Empezando por el de arriba a la derecha y siguiendo la dirección de las agujas de reloj colocamos el jabalí, el venado, la liebre, los caballeros, el burro, la sirena, el dragón, el pavo real, los gavilanes, la cigüeña, el pez y el gato. Cogemos el mapa ya montado y vamos a la estantería del otro lado de la habitación de donde cogemos la bola de cristal grande y la rueda dentada.
A su derecha examinamos la puerta central, donde vemos el triangulo, y quedamos frente a ella. En el punto inferior colocamos el mapa metálico y lo vamos girando hasta la figura de los caballeros. Así el triangulo superior sale y podemos empujarlo con lo que se abra la puerta de la derecha donde vemos un autómata. Nos acercamos a él y colocamos la bola de cristal pequeña en el ojo que le falta.
Una vez lo hemos arrastrado hasta la terraza quedamos frente a su espalda. Examinamos el agujero que tiene en ella, colocamos la rueda dentada en la parte superior central y la giramos hasta que el rectángulo quede con la cara en que aparecen unas manchas blancas. Nos colocamos frente al autómata, examinamos su mano, ponemos el mapa del firmamento en ella y en el centro del mapa colocamos la bola grande de cristal.
Vamos girando la rueda hasta ver una palabra árabe que se enciende en el cinturón del autómata, que examinamos para leer Jerusalén y que apretamos.
Aparecemos en el patio de entrada del Palacio de Uvak Khan, el khan de Jerusalén. Vamos hacia los guardias del otro lado y hablamos con el de la izquierda, Mardus, sobre Uvak.. Le entregamos nuestras dos armas y volvemos a hablarle con lo que se va y aparece Rajib, el chambelán de Uvak, con el que también hablamos. Entramos en el Palacio, pasamos la puerta frontal y aparecemos en el salón de Uvak que nos habla tras decirle que hemos venido a matarle. Pero para eso debemos superar las tres pruebas de la existencia y de los dones de la realeza: la del alma, la de la mente y la del cuerpo.
Rajib nos explica lo que debemos hacer para pasar la primera prueba, la que pondrá de manifiesto nuestra magnanimidad y nuestra perspicacia. Convoca un hechizo sobre una bailarina que queda inconsciente y nos entrega un muñeco de cera. Examinamos la lámpara a la izquierda de Rajib y la hacemos bajar para colocar el muñeco en ella. La segunda prueba consiste en demostrar nuestro buen juicio y equidad. Quedamos frente a una balanza que examinamos. Miramos los pesos del platillo de la izquierda y para equilibrar los dos colocamos a la derecha los pesos de 10, 10, 9 y 7. Con esto se abre al cajón inferior, que nosotros acabamos de abrir del todo, y de dentro cogemos un encendedor.
Para la tercera prueba vamos al otro lado del salón y cogemos el arco y la flecha. Nos dirigimos hacia Uvak y éste suelta a Hobal, su halcón.
Rápidamente cogemos el arco y la flecha y disparamos al halcón matándolo. Finalmente Rajib nos dice que pasadas las tres pruebas ya podemos enfrentarnos a Uvak y nos tira un escudo para protegernos cuando éste nos ataca. Luchamos hasta salir a la plaza y en el centro lo decapitamos.
Regresamos junto a Rajib y le hablamos de Qamar con lo que nos da las llaves de su celda para poderlo liberar. Aparecemos frente a la celda, usamos la llave para abrir la puerta y hablamos con Qamar que ahora sí que nos sigue. Antes de salir nos despedimos de Mardus, que nos desea suerte, y una vez en la calle también nos despedimos de Qamar.