Vanishing Point

Tras retrasar el juego en varias ocasiones y completar un desarrollo que parecía que nunca iba acabar, Acclaim trae una de las apuestas más firmes de la temporada en cuanto a conducción para Dreamcast se refiere. 

Y es que los buenos amigos de Clockworks Games, han querido hacer las cosas bien desde un principio, y ni cortos ni perezosos, se pusieron en contacto con ingenieros del mundo del motor para que les ayudasen a generar un motor virtual para cada coche que simule los comportamientos físicos de cada vehículo en cada circuito.

El ojo avizor de los jugones verá en este juego la "manejabilidad" de SEGA Rally, el nivel gráfico de los vehículos de Gran Turismo, o la pasión por las carreras y su mundo de Ridge Racer.

Con esto queremos decir que si cada juego de los anteriormente mencionados ha sido elegido por esas características, fue por esas y no por otras, lo que hace que el trabajo de programación, con tantos frentes abiertos, fuese contrareloj a costa de no convertir su trabajo en interminable. Los resultados ni superan ni igualan a los anteriores, pero se acercan. Y eso ya es un dato.

La idea de combinar la perfección de los vehiculos y de los escenarios, de los simuladores, con la facilidad de conducción, de los arcades, es muy buena si lo que se quiere es acercarse a un gran numero de jugones ansiosos por "megas" frescos con los que matar las horas muertas.

En el apartado gráfico hay que destacar el modelado de los coches que se ve ayudado por el potente "motor" del juego. No solo se han conseguido las licencias de las más prestigiosas marcas occidentales (BMW, AUDI, VOLKSWAGEN, ROVER, LOTUS, ALFA ROMEO, McLAREN, etc.) para legar a tener más de 30 vehículos disponibles, sino que se ha llevado a cabo un estudio pormenorizado de cada vehículo para que su representación en el juego fuese tan verdadero como lo es en la vida real.

No sólo este apartado se apoya en el modelado de los coches, sino que lo hace también y de qué manera en el "motor" que lo mueve todo y que resulta al final el ser el causante de semejante experiencia visual. Es un "motor" muy potente, que mueve bastantes coches en pantalla, así como los fabulosos decorados. Y todo lo hace a mucha velocidad, amén de garantizarnos la completa ausencia de pop-up durante todo el juego.

Posee un sistema de partículas en tiempo real que le permite reflejar efectos como chispas, humo, polvo, frenadas, con total soltura y con un gran acierto físico. Pero donde de verdad se luce este novedoso sistema es en la recreación de los choques entre vehículos y sus efectos sobre las carrocerías.

El motor grafico está capacitado para dibujar perspectivas muy lejanas en el horizonte sin que en ningún momento los fondos se resientan para nada, ni aparezca, cuando no se le espera, el temido "efecto niebla". Unos circuitos, por cierto, muy detallados, variados, con un elevado detalle y con longitudes considerables.

Lo más alucinante es comprobar los reflejos que va dejando la luz del día sobre nuestro coche. Generadas todas las luces en tiempo real, es un alarde más de la potencia del motor de nuestra DC, dependiendo bastante de si la carrera se produce al mediodía, al atardecer, al anochecer, etc.

Las secuencias de "Full Motion Video" que acompañan al juego son de lo más realistas que se pueden ver.

Como de costumbre en este tipo de juegos, la música esta un poco ligada al escenario en el que transcurre la acción.

La musica está bien emarcada en el tipo de juego, estando compuesta la banda sonora por temas vanguardistas, reflejando en sus notas la velocidad de las carreras o de las pruebas que tengamos que superar.

Son buenos y reflejan fielmente los acontecimientos que acompañan. Los choques suenan como tienen que sonar, muy reales, y no esa "jartá" de ruidos que se le ponen a otros títulos en pos de aumentar su espectacularidad. Lo derrapes, las frenadas, los motores, todo suena bastante real y no creemos que sea por casualidad.

Dentro de este apartado vamos a incluir el comportamiento de los coches ante las pistas por las que deben correr, ya que los chicos de Clokwork Games ha trabajado coco con codo (y nunca mejor dicho lo de coco) con ingenieros de vehículos en la representación del comportamiento físico de cada vehículo. Ya no habrá una sola "fisica" para todos los vehículos, sino que cada uno de ellos responderá de manera distinta a los circuitos, velocidades y maniobras a los que los sometamos.

Algunos de ellos basan sus diferencias en el peso, así que acostumbrarnos a un tipo en concreto nos reportará tener que negociar algunas curvas con especial atención.

La facilidad de manejo que se le ha querido dotar a todos los coches dista mucho de la que ofrecen otros títulos más arcade, como por ejemplo los creados por Namco, pero quizás sea este punto de dificultad el que más enganche a los jugones de este título, ya que no es excesiva y no provocará el olvido del juego en el fondo del cajón a los pocos días de su adquisición.

La modalidad de juego principal es la VP que es como se denomina a la tradicional forma de juego en este tipo de productos. En ella cabe destacar la impresionante Inteligenci Artifical que rezuman los coches enemigos, si se les puede llamar así, porque realmente parece que haya una persona dentro de cada coche. Cada uno de ellos también tiene características distintas en este apartado, y los habrá que nos dejen pasar sin más mientras que otros nos lo pondrán más difícil e incluso algunos llegaran a jugar sucio para no dejar que les venzamos.

La opción de Internet será sólo accesible para colocar nuestros mejores tiempos en el ciberespacio y poder desbloquear pruebas para el modo Stunt Challenge.

Este modo de juego, el Stunt Challenge, es el más novedoso y se basa en diferentes pruebas de habilidad al volante que debemos superar en el menor tiempo posible. Las pruebas abarcan desde slaloms, hasta saltos imposibles, pasando por la explosión de unos globos que se encuentran diseminados por los circuitos y que habrá que explotar para pasar al siguiente nivel. 

Clockwork Games, los programadores de Rush Hour para PS One, tenían pensado sacar Vanishing Point únicamente para esa misma plataforma, pero se dieron cuenta que el poderio de la gran D de SEGA les facilitaba la labor, amén de permitirles hacer cosas que en la gris de SONY no podían.

Este es un juego que puede parecer uno de tantos, pero según lo empiezas a jugar te das cuenta que ha cogido un poco de lo mejor de cada juego de este género de juegos que ha salido anteriormente al mercado. Y lo han mezclado para ofrecerlo todo junto bajo el nombre de Vanishing Point.

Si eres un aficionado empedernido de la conducción, es un título que no deberías perderte, pues es sin duda una de las más fuertes apuestas en cuestión de velocidad para Dreamcast.