Armored Core 2 (PlayStation 2)

Posteriormente aparecieron Armored Core: Project Phantasma y "Armored Core: Master of Arena" que introdujeron mejoras, nuevas opciones y modos de juego pero nunca fueron secuelas propiamente dicho al no ofrecer el grado de innovación necesario para ello.

Con la llegada de Playstation 2, From Software se embarcó en desarrollar una secuela digna para tan ilustre juego, que hace no mucho salió en Japón con el nombre de Armored Core 2, convirtiendose en uno de los juegos más importantes para la consola de Sony y liderando la mejora en las cifras de ventas de software para PS2 en Japón que empezaban a ser un tanto preocupantes.

La saga Armored Core siempre ha destacado por dos aspectos: ambientación y una tremenda gama de posibilidades para optimizar y personalizar tu propio mecha, ambas presentes en gran escala en esta segunda parte.

La historia nos lleva a Marte, un planeta todavía virgen al que se le está empezando a someter al proceso de terraformación que permitirá a los seres humanos vivir ahí. Las corporaciones, poderosas organizaciones que operan en la tierra, ven en este proceso una oportunidad perfecta para ampliar su poder, limitado en una tierra donde el gobierno central ha cortado sus posibilidades de expansión, pero cuya influencia en el planeta rojo es limitada al no contar con los suficientes recursos como para imponer su ley en los dos planetas, aunque aún así ha organizado un organismo llamado LCC que intentará salvaguardar el nuevo planeta.

De este modo serán cuatro las fuerzas principales que operan en el planeta: Zio Matrix, Emeraude y Blitz, como extensiones de las corporaciones en la tierra, y el LCC, como representante gubernamental, todos ellos con el factor común de requerir el servicio de los Raven, donde el jugador entra en juego.

Los Raven son mercenarios a sueldo poseedores de uno o varios mechas. Su papel fue clave en el desarrollo de las guerras terrestres ya que fueron los soldados de las corporaciones, que proporcionaban la tecnología y el dinero que hiciera falta para contar con los servicios de los mejores.

Con la llegada de las noticias desde Marte, los Raven, que en los tiempos de la paz venían ganándose la vida en arenas de combate compitiendo con otros como ellos, sirviendo al gobierno o a alguna corporación, han visto la oportunidad de volver a los campos de batalla y conseguir más dinero y mejor tecnología, por lo que han empezado a llegar de forma masiva al planeta rojo, situación en la que el jugador se encuentra y desde la que parte.

Un aspecto interesante es que el jugador que se decante especialmente por una organización podrá acceder a piezas, mechas y armas exclusivas de esa organización, además de que esta practica tendrá influencia sobre el argumento general, de modo que existen varios finales y da una vida más larga a un juego que ya de por sí es bastante largo.

Existen 15 partes fundamentales en todo mech, y para todas ellas hay una enorme variedad de elementos, pudiéndose formar hasta 3000000 mechas diferentes. El proceso de montaje y mantenimiento de los mechas requiere de un trabajo considerable debido a la vasta cantidad de posibilidades, por lo que el jugador pasará una buena parte de su tiempo buscando aquellas piezas que se adapten mejor a su estilo de combate.

Lo normal será escoger un mecha que se encuentre equilibrado entre potencia de fuego, resistencia y velocidad, pero aún con esa premisa el rango de posibilidades sigue siendo muy amplio y elecciones del tipo: cuantas piernas quiero poner o sí los misiles de dispersión serán mejores que el cañón de plasma, serán constantes durante todo el juego y una fuente segura de diversión para aficionados al mecano.

A esto hay añadirle que también podrán ser configurados los logotipos, colores, paneles del control y demás aspectos estéticos del mecha, con lo cual proporciona la sensación de estar controlando algo totalmente tuyo, una máquina única e intransferible que consigue transmitir una cierta sensación de orgullo.

El apartado técnico es brillante, convirtiendose en uno de los mejores juegos de PS2, técnicamente hablando. Se hace evidente que se empieza a alcanzar una mayor compresión de la máquina, ya que esos defectos gráficos tan molestos que se veían en un principio, como el Jag, brillan por su ausencia y dejan vía libre a que el juego muestre todo su esplendor.

Los gráficos son realmente buenos, especialmente en lo concerniente a los mechas, muy bien animados y con multitud de detalles, y en los distintos tipos de efectos como las explosiones, disparos de plasma que se encuentran muy conseguidos, pudiendo destacar los misiles de dispersión que lanzan una ráfaga de 32 misiles alrededor de la máquina, escena de gran belleza gráfica y que hace mención al poder e la máquina de Sony, pues controlar 32 objetos móviles, más mechas, más otros disparos... sin que se relentice en ningún momento y con esa calidad de animación, es algo que requiere de una considerable potencia.

Otro aspecto a tener en cuenta son los diferentes modos de juego, de los que hay una gran variedad. La opción más espectacular es la de tener dos juegos, dos teles y dos PS2 para echarse unos combates con los amigos, en donde el juego alcanza sus máximas cotas de diversión. Obviamente esta opción no está al alcance de mucha gente por lo que se también se puede usar la clásica pantalla partida, con unos excelentes resultados además, ya que no se pierde calidad ni velocidad de juego.

Además existen otros modos de juego, como combates directos contra la máquina, que ayudan a prolongar aún más la vida del juego.

Solo una pequeña mancha parece haberse colado en el impecable curriculum del que hace gala Armored Core 2. Parece ser que su control no es de lo mejor que se puede encontrar, ya que no se ha usado el control analógico del Dual Shock 2, por lo que se hace un poco más duro controlar a los mechas, pero nada que un par de horas de práctica puedan solucionar.