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Pato Donald: Cuac Attack

Pato Donald: Cuac Attack

¡Tiro al pato!

Donald viene cabreadísimo; su amada ha sido secuestrada por Marlock y el pedante de Narciso se le ha avanzado en su búsqueda. ¡Echále una mano antes de que acabemos todos malparados!

Posiblemente Donald sea el personaje más agradable de la factoría Disney. Mickey es extremadamente insulso, Goofy no da pie con bola, y Pluto es un holgazán que apenas se difiere de su pelmazo amo.
Por contra, el ánade más refunfuñón de la história tiene motivos por los que protestar, saca su mal genio contra miembros de su família cuando intentan pararle los pies, y tiene tres sobrinos muy encantadores... Ubi sabe elegir.

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Esta vez, el pato con traje de marinero ha visto desde una retransimisión en directo como su amada Daisy, mientras acosaba furtivamente la guarida de Marlock, era secuestrada ante la multitudinaria audiencia de su programa. Entre farfulladas varias procedentes de su pico, el primo Narciso, elegante ser donde los haya, ha emprendido la búsqueda de la fémina ante la atónita mirada de Donald. Por supuesto deberemos recorrernos los 4 puntos cardinales del Universo con la ayuda del científico Ungenio, que nos prestará consejos acerca de que funciones acarrear en cada nivel, y algún que otro ítem desperdigado por todas las fases.

Lamentablemente, Quack Attack está cohíbido por las mismas reglas que se marcan al principio; recoger la pieza para abrir la puerta del enemigo final, encontrar los ositos de peluche de Juanito, Jorgito y Jaimito y superar el tiempo de nuestro primo realizado en cada mundo. En realidad, Ubi Soft añade un par de elementos como la evasión de todo tipo de fauna, o la contienda con el "Final Boss" de turno.
Sobre el papel, el planteamiento ya denota las claras intenciones de limitarnos a hacer reiteradamente los mismos pasos, que al cabo de poco tiempo acabarás hastiando. Ni siquiera el cambio constante de la perspectiva con claras reminiscencias a Yoshi's Story o Crash Bandicoot, consiguen salpimentar tan pobre impresión.

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Se le adhiere una personificación de los personajes poco labrada, donde únicamente los cambios de humor de Donald demuestran que la mascota de Disney sigue en plenitud física. De todas formas, cuando anunciaron a bombo y a platillo las diversas facetas del ánade esperabamos con ansias verlo desarrollar funciones exclusivas (similar a lo que lleva alardeando Rare con su Conker), aspecto que desgraciadamente, enseña pocas variantes.
Por ejemplo, al recoger una copa helada durante su periplo, nuestro vacilón animal correrá como un desesperado abatiendo a todo lo que se le plante en cara, acción que al volverse feroz, únicamente le difiere por la espesa nube de ira que cubre sus palmadas al aire. Los dos estados más corrientes son la felicidad y la fúria, mostrándose al caminar, y en la que enseña un semblante mucho más alegre en el primero de los humores.

Quack Attack utiliza varios ítems para desmantelar llaves que serán de utilidad para el futuro; como muestra, el libro del mago Merlock vulve opacos los juguetes de tus sobrinos, las estrellas añaden créditos a tu contador, y de vez en cuando veremos tostadoras ancladas cerca de una línea  que hacen las veces de "checkpoint"..

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  g  r  á  f  i  c  o  s
 
Su la utilización del motor gráfico de Rayman 2 es un buen prolegómeno, a términos prácticos el resultado ha sido decepcionante. No entendemos como puede llegar a ralentizarse tanto en alta resolución, si no llega ni por asomo a la cantidad de elementos en pantalla que aguantaba la desmembrada mascota de Ubi, y por supuesto, no está formado por mundos enteramente en 3D. Pese a la aceptable cantidad de cuadros por segundo a la que corre cuando bajamos la nitidez de la pantalla, no termina por colmar todas las expectativas puestas en él.
Comparándolo a sus mentores, las aventuras del dinosaurio de Mario se mueve infinitamente mejor, pese a contar con escenarios más desgalichados, suceso que por ende, Crash Bandicoot también sale beneficiado.

Tanto Donald como el resto de los enemigos que pululan por todo el cartucho tienen un cariz plano, exento de alardes que puedan hacer enorgullecer a los grafistas, y que para colmo, cuenta con poca variedad de oponentes, por lo que el número no justifica esta pésima impresión.

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Suerte que la mayoría de los mundos derrocha destellos de calidad y el paso de los fondos si gratifican el paupérrimo resultado de la velocidad. Rocas, efectos de luz trasluciéndose por las hojas de los árboles, transparencias acuáticas, emanación de aire... todo un elenco de ingredientes con la finalidad de engolosinar nuestra impresión respecto al apartado visual.

  m  ú  s  i  c  a

Tan solo siete melodías en todo el juego; La misma repitiéndose en las fases de un mundo, la del laboratorio, enemigo final, y créditos.
Mientras que algunas nos hacen olvidar que estamos paveándonos a 15 frames por segundo, ciertas partituras llegarán a desesperarte por la escasa presencia que imponen, y por el desacorde total respecto al fondo. Asimismo, el frondoso Monte Pato es flanqueado por un tema tremendamente aburrido, a la par que la Mansión Mágica cuenta con una de las melodías más pegadizas que han pasado por Nintendo 64.

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  s  o  n  i  d  o   f  x

Los pisotones constantes de Donald, golpes contra los inventos de Ungenio, voces digitalizadas (imapagable el doblaje del cabeza de cartel) y de vez en cuando el alarido de un rival al ser derribado por el nuestra irascible mano. A veces quedamos desamparados de ello por la acumulación de elementos en pantalla y el proseguir de la música, aspecto que nos obliga a disminuir un par de enteros a la nota final.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

El control del plumado animal permite mucho margen de error, amén de la posibilidad de realizar un doble salto y hasta alargar el resultado de otro. Lástima que no pueda aferrarse a los bordes de cada plataforma, lo que te obliga a calcular con algo más de precisión el momento a efectuar tu brinco.
Tampoco es que el bajo paso de cuadros por segundo mermen en exceso la maniobrabilidad, aunque es recomendable jugarlo a baja resolución, seguro que te ahorras como mínimo un par de vidas.

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Lo peor de todo (y causante de la baja nota general), es que el cartucho está pensado para gente inexperta, o eso se sonsaca tras la poca variación de misiones, lo repetitivo que llega a ser, y que el concepto de la exploración se disuelve en un mar de dudas. Nos apena que tengamos que exprimir un nivel hasta tres veces realizando continuamente objetivos calcados, percatarnos de situaciones facsímiles, y enemigos que no traen más problemas que un simple puñetazo en el estómago.

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Nos encantaría haber visto más items, elementos, mundos, rivales, trajes (de los que aun desconocemos si tienen alguna utilidad estipulada) y un larguísimo etcétera que suponemos se habrá quedado en el tintero de la desarrolladora gala.
El juego tampoco es que vaya a durar demasiado. Si le dedicas un poco de tiempo podrás acabarte una localización en un día (si no quieres explotarlo todo de golpe), desembocando su vida en menos de una semana, y que vista la poca previsión de Ubi, no cuenta con la siempre dilatadora modalidad del multijugador.

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

El intento de combinar al buen hacer de dos grandes del género no ha terminado de cuajar en un conjunto que desaprovecha por completo la licencia y el potencial del engine de Rayman 2. Ciertamente nos ha decepcionado ingratamente el desarrollo tan lineal, y la poca dedicación que ha mostrado Ubi en crear una historia más sólida, completa, y por supuesto, acorde a los tiempos que corren. Si la versión portátil era una sorpresa, ha quedado rebajada por un juego, que poco agradará a los más experimentados, y que seguramente encantará a los pequeños de la casa, en especial por la presencia del magnifico Donald...

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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.