Sólo para unos pocos.

Al hockey sobre hielo no es uno de los deportes más televisados de este país, ni mucho menos, pero gracias a esta saga de EA Sports, los que ya no encontrábamos nada nuevo en los PC Fútbol o en los FIFA, por fin hallamos nuestra recompensa, un deporte de minorías pero mucho más rápido y un juego con muchísimas más opciones que los dedicados al "deporte rey".

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En esta entrega, tendremos la posibilidad de disputar partidos en cualquiera de los estadios de 25 equipos de la NHL, así como en el "Hartwall Areena" de Helsinki o en el "The Globe" de Estocolmo.

A la hora de seleccionar un equipo, podremos elegir uno de los 30 que hay en la NHL, cualquiera de las 4 selecciones All-Star que vienen, alguna de las 20 selecciones nacionales representadas o también tenemos la posibilidad de crearnos uno propio que se llamará EA Blades o EA Storm. Y aquí viene uno de los puntos débiles del juego, porque si decidimos crear nuestro equipo, eligiendo meticulosamente a cada uno de sus integrantes, y luego dedidimos empezar la liga con ellos... ¡tachán! desaparecen.

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Lo dicho, una vez creado el equipo hay que guardarlo rápidamente para poder jugar partidas rápidas siempre que queramos, y hay que olvidarse de disputar campeonatos, playoffs o temporadas completas con nuestro equipo. Y para colmo de males, guardar la configuración del NHL ocupa casi 2 MB de la memory card; 1992 Kb exactamente. Personalmente me parece una pasada y más cuando en otros juegos de PS2 (que tienen un sistema de guardado y carga de partidas automático y más inteligente) ocupan sólo 63 Kb.

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Pero bueno, lo divertido es jugar e intentar marcar goles, vamos al modo Shootout que es el equivalente a la tanda de penaltis y "LA LECHE" esto es chungo de cojones. Habrá que seguir practicando. Después de 60 tiros a puerta seguimos los dos equipos empatados a cero. Bueno, pues nada, vamos a ver qué tal se nos da en el partido

Aquí ya la cosa cambia, y mucho. Se meten muchos más goles y las jugadas son más divertidas. En el nivel Beginner el equipo contrario te deja jugar y hacer pases delante de las narices de su portero hasta que, en un descuido, se tire a por el puck, falle en el intento y te deje la portería totalmente vacía para rematar a placer con cualquier jugador.

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Esa estrategia no falla. Si vamos subiendo de nivel a Rookie, la cosa se vuelve más complicada, ya interceptan algunos pases (aunque el 88% sigue llegando a su destino), también roban más la posesión del "puck", hacen faltas, etc. vamos, que se les podría llamar pseudo inteligentes. Aunque al segundo día te cansarás de jugar en este nivel por las tremendas palizas que das a los demás. Y para los más masoquistas está el nivel Superstar, y como Jesucristo acabarás.

Crucificado, apaleado y derrotado. Aquí ya no te dejan ni un segundo, nada más recuperar la posesión tu principal objetivo será evitar que se acerquen a tu jugador, esprintando o pasando a otro compañero desmarcado; pero todo será inútil, estos reparten más cera que los personajes del Ready 2 Rumble. Si al menos el árbitro les expulsase... pero no, permiten demasiado e incluso en inferioridad numérica (4 contra 6) son capaces de hacerte dos goles en menos de un minuto.

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Lo mejor del juego también tiene su cara y su cruz. La pista, los reflejos en el hielo, las vallas cuando impacta un jugador contra ellas, las porterías y los jugadores, son alucinantes; cuando celebran los goles, mueven la boca y saludan a sus compañeros, parecen casi reales. La cruz está en el público, que son monigotes de cartón como esos que puso Camacho ¿o fue Clemente? en un partido de la selección. Serían unos gráficos buenos y acertados si al menos la cámara no los enfocase; pero es que al empezar y finalizar cada uno de los descansos la cámara hace un fly-by por el público y queda MUY MAL.

Otro aspecto negativo es que cuando seleccionamos una cámara un poco alejada de la acción para así dejar de hacer pases "a ciegas", al aparecer tantos jugadores en pantalla, se ralentiza un poco y los FPS bajan a unos 19 ó 20 (a ojo), es decir, que de vez en cuando se nota que va lento, pero sólo pasa justo cuando inicias un contraataque y se ve el campo entero. A medida que nos vamos acercando más a la portería rival, la fluidez se recupera..

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Tres temas que se dedican a acompañar los menús y unas cuantas cancioncillas típicas de organillo durante los partidos, como en la NBA. Ambientan, pero no son nada del otro mundo.

Los efectos de sonido son, junto con los gráficos, lo mejor del juego, los bocinazos, golpes, tiros a puerta, gritos, pitidos del árbitro, los frenazos y deslizar de los patines, todo muy bien conseguido y merecedor de un nueve alto. Pero en este apartado también se incluyen los comentarios y aquí se hunde.

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No sólo porque estén en inglés, sino porque además son muy repetitivos. La primera pantalla que sale en el juego es para seleccionar el idioma y sólo están disponibles el Inglés, Sueco y Suomi (que puede ser Finlandés, aunque no estoy seguro). Pues bien, seleccionemos lo que seleccionemos, los comentarios durante el juego siguen saliendo en inglés, mientras que el comentario inicial de cada partido y los textos de los menús sí que salen en el idioma elegido.

Si algún atrevido lector quiere desesperarse, que entre en la tanda de penaltis con los comentarios activados. El mismo comentario para cada jugada "He can win the game with a goal on this shot" se te queda grabado.

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  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Las posibilidades de configuración son asombrosas, tanto del pad como de los jugadores, equipos o alineaciones. Desde la calidad de los porteros y jugadores de campo a la elasticidad del puck, fricción de éste con el hielo, tiempo que tardan los jugadores en levantarse, etc.

En los modos de juego se incluyen uno arcade y otro simulación siendo la diferencia principal entre ambos que en arcade los jugadores no se cansan y van como motos, mientras que en simulación habrá que estar cambiando las líneas para tener siempre frescos a los hombres de campo. Sin duda otro punto fuerte del juego, éste de las configuraciones.

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Sin embargo, a la hora de salvar cargar partidas es un completo coñazo (¿puedo decir "completo"? vamos, que es un rollo patatero) ya que hay que cargar por un lado la configuración del juego (para que los partidos sean de tres tiempos de 10 minutos, en nivel Profesional, en simulación, etc) por otro lado los equipos (una vez que nos hemos creado un equipo propio o hemos fichado a jugadores de los clubes rivales, habrá que cargar las correspondientes alineaciones) y por otro lado habrá que cargar el campeonato o liga que estemos disputando en ese momento.

Todo se podía haber hecho mucho más fácil con una sola opción de guardar/cargar.

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No os dejéis engañar por la nota porque yo soy muy crítico y el 9.8 lo guardo para el juego impecable y sorprendente que no tenga ningún fallo. A partir de esa nota, por cada aspecto mejorable voy bajando más o menos según las posibilidades de cada compañía fabricante y la gravedad del error.

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El tiempo de carga para comenzar un partido y el espacio que ocupa la configuración en la memory card, también han influido en la nota final, aunque no por ello deja de ser el mejor juego de hockey para PlayStation. Si te gusta el hockey, cómpratelo, si no te gusta, no te lo compres, y si estás en un término medio y no sabes en qué gastarte el dinero, compara tus posibles opciones en esta revista y compra el que más te convenza.

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