Un juego muy completo

En realidad no muy bien. Y es que el ejército que han puesto a nuestra disposición no es para menos. Esta gente que padece de enanismo tiene una mala uva impresionante, y si no, una simple ojeada a la que posiblemente sea la mejor intro de GBC tendréis de sobras para haceros una idea cual es su intención.
CF consiste en dirigir a lo largo de 72 suicidas misiones de reconocimiento, rescate o eliminación, nuestra infantería más experimentada pasando por selvas, trópicos, desiertos y campos de minas hasta dar con nuestro objetivo. Para ello, tan solo podremos usar a dos engendros a la vez de un total de 20 (inicialmente), por lo que es preciso mantener siempre la compostura pese a las más que probables pérdidas en cada fase.

g  r  á  f  i  c  o  s
Toda la simpleza con que ha sido recreado este diminuto mundo se conjuga con la claridad más abrumadora de cuantas han pasado por la pequeña de Nintendo. Seguro que la nimia presencia de cada Cannon Fodder apenas hará despertar de ti más que un ademán de indiferencia, pero cada lar tiene un cariz similar al Command and Conquer de PC. Especialmente por la utilización mayoritariamente del tono verdoso de la vegetación, amarillo para simular el desgaste del terreno, y azul en cuanto a la reproducción de ríos y demás superfícies líquidas. Tanto pragmatismo viene justificado por la intención de no someter al jugador en una búsqueda de cual es el personaje, el enemigo y el escenario. Vamos, que si estás asustado por lo que pueda ser momentos de auténtico mimetismo y confusión alrededor de tus dos "kamikazes", el poco enfásis en el exceso de píxels gratifica el resultado.

m  ú  s  i  c  a
Tan solo se han molestado en componer un par de temas para la introducción, menús, y en la pantalla donde se nos informa de la misión a completar. Lamentablemente, la poca presencia de ellas, a la par de una calidad desastrosa lo convierten en la mancha negra del producto. Con todo, cabe decir que tan siquiera se le presta atención cuando estamos sumidos en una carnicería propia del Vietnam...

s  o  n  i  d  o   f  x
Los comentarios continuos de los protagonistas, sus agonías, gritos, y alaridos condimentan el apartado auditivo suplantando el desastre musical. También contribuye a ello los efectos de los disparos, tanques y el chapoteo del agua. Puede no tener la cantidad de voces de Perfect Dark (donde gran parte de su potencial se había centrado en las digitalizaciones), pero el resultado, lejos de ser excelente, cumple de sobras la función de tapar las maltrechas melodías.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Tan solo deberemos usar (con suma inteligencia claro) los dos botones que componen el pad de Game Boy Color. Con "A", nuestro batallón podrá desplazarse afablemente por los 4 tipos de superfícies que hay en la versión portátil de este clásico, y con "B", acribillar a un antagonistas será coser y cantar. Los 4 vehículos montables funcionan de la misma forma, por lo que una vez aprendida la mecánica el deslizarse libremente por todo el mapeado se hará de forma totalmente intuitiva. Pero no todas las uvas de la viña de Codemasters han salido indmenes del vandabal que supone la cohibición de una pantalla tan minúscula, y es que de vez en cuando nos enfrentaremos a un sistema de choque algo dudoso, donde en demasiadas ocasiones caeremos víctimas de nuestra precipitación y poca cautela.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Cannon Fodder es, a la espera de Warlocked, el mejor cartucho de estrategia de Game Boy Color sin lugar a dudas. Una versión espléndida que hace honor en todos los sentidos a la portátil, demostrando la capacidad que tiene para soportar FMV, voces digitalizadas y un elenco enorme de fases, aunque sea en detrimento de un apartado técnico poco vistoso, pero que sin embargo, consigue saldar los inconvenientos que tienen este tipo de juegos a priori; un control preciso y suave con tan solo 2 botones.