“Ya estoy listo para ser cuarto otra vez... que no, que es coña”

Eusebio Cáceres, el saltamontes de Onil, merece tener suerte en la final de un gran campeonato. El alicantino de 30 años que deleitó a Europa y al mundo en categoría júnior lleva buscando una medalla en un gran campeonato desde hace muchos años. Talento, potencial, trabajo y esfuerzo le sobran. Eso que llaman suerte quizá le esquiva pese a merecerlo. El saltador que fue cuarto en los Juegos de Tokio a tres centímetros del bronce ha vivido en Eugene un ‘dejà vu’ tras hacer dos nulos y estar en el abismo de volverse a casa sin marca tras llegar en gran forma con un mejor salto de 8,15. Sin embargo, Cáceres ha tirado de todo lo que su cabeza le ha hecho pasar en todos estos años para irse a 8,03 y meterse en la final del sábado (18:20 en Oregón, 03:20 de la madrugada del domingo en España) con el quinto mejor brinco. Algo que no pudo conseguir Héctor Santos, que hizo tres nulos.

Héctor y Eusebio atendieron a AS en zona mixta minutos después de su clasificación. “He hecho un primer nulo por muy poco y luego he arriesgado un poco más y pese a que soplaba un poco de viento a favor pensaba que lo tenía controlado, pero no. Y en el tercero no podía asegurar y me la tenía que jugar; y tampoco he podido hacer uno válido. No sé muy bien lo que ha pasado, hay que asimilarlo y ya está. Es una pena porque el 7,90 pensaba que podía hacerlo fácil; me sentía casi mejor que nunca. Es falló mío y la primera vez en mi vida que hago tres nulos. Toca seguir e intentaré meterme en la final del Europeo, que creo que tengo nivel para eso”, aseguraba un apesadumbrado Santos.

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Y con él delante, Cáceres le tira un capote de compañero, amigo y referente: “La diferencia con Héctor en mi caso tras los dos nulos es que él es joven y yo tengo 30. La experiencia, así de claro”. Rotundo antes de explicar su concurso de clasificación: “Tenía dos nulos y era una pena porque sabía que con ambos pasaba a la final, pero el viento estaba un poco loco y era muy diferente al del calentamiento. Descolocaba bastante porque primero daba a favor, luego parecía que iba en contra en algunos momentos... En el primero me he ido nulo por bastante, en el segundo han tenido que utilizar el microscopio... y llegaba el tercero. Yo sabía que estaba bien y ya tengo la experiencia para hacer el tercero. Ya me he visto en estas y he cometido estos errores antes. Estoy contento y a la vez no porque me habría no desgastarme tanto, además he sentido el tobillo izquierdo al bloquear un poco para evitar el nulo y a ver cómo está. Hablaré con los médicos para hacer lo que se pueda con él y a por la final”.

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Cáceres, tipo afable y simpático, bromeaba con todo lo que ha ocurrido en el pasado al analizar la final: “Estoy preparado y quiero darlo todo. He tenido sensaciones buenas y me veía fácil en ocho metros, pero las finales siempre cambian mucho. Lo importante era estar y aquí estoy. Ya estoy preparado para ser cuarto otra vez (se ríe). Que no, que es coña. Tengo todas las ganas del mundo porque estoy bien. Noto el pie contusionado y a ver si no me da problemas”.

Por último, humilde, explica que lo va a intentar todo: “No sé si ha llegado ya mi momento de un gran resultado. La vida te sorprende unas veces para bien y otras para mal, no sé cuál me tocará mañana. Yo estoy bien, como digo ahora toca ver cómo está el pie y una vez me vea dentro de la competición quiero soltar todo lo que tengo. Las finales son otro mundo, en la clasificación parece que a muchos les cuesta y luego en la final es otra historia. Yo he llegado bien y tengo ganas de demostrarlo. Ojalá sea mañana el día que cambie, pero no será porque cambie el día sino porque yo haya hecho las cosas bien”.