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PIRAGÜISMO | COPA DEL MUNDO

Una plata con 15 entrenamientos

María Corbera (31 años) y Antía Jácome (23) sólo son superadas por las campeonas olímpicas en C2 500 en Szeged. Ahora, sumarán fuerzas para París.

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Antía Jácome (izda.) y María Corbera (dcha.).
RFEP

“Habremos realizado 15 o 20 entrenamientos juntas, muy pocos, así que esto nos da un subidón para querer más”. María Corbera coge el teléfono “reventada” ya en el hotel de Szeged (Hungría), donde mañana acaba la Copa del Mundo. Con “esto” se refiere al oro en C1 200 logrado el viernes y a la plata de hoy en C2 500, modalidad que será olímpica en París 2024, en la que sólo han visto por delante a las vigentes campeonas, las chinas Shixiao Xu y Mengyua Sun, a las que achucharon. Las dos medallas logradas junto a Antía Jácome, que también fue bronce el viernes en C1 200 (María acabó sexta). Una unión que ha tardado en cristalizar pero que promete.

Corbera, madrileña de 31 años, se entrena en Aranjuez a las órdenes de Jesús Cobos. Jácome, pontevedresa de 23, a las de Kiko Martín en Mallorca, después de que se deshiciera el grupo de Sevilla con el que logró ser quinta en C1 200 en Tokio 2020. El entrenador rumano Marcel Glavan se marchó por sorpresa tras los Juegos. “Fue muy duro”, recuerda ella desde Hungría. El verano pasado, sin palear casi juntas y como una prueba, lograron la plata en el Europeo en C2 200. A finales de año, decidieron que no debían parar. “Estábamos convencidas desde hace tiempo, pero no se apostaba por dejarnos competir a la vez en individual y por parejas. Este año nos lo han permitido y hemos demostrado que este C2 va para adelante. Estaremos en los Juegos Europeos y en los Mundiales del verano, donde el objetivo es clasificar para París. Si metemos el C2, podremos también competir en los Juegos en C1 200″, relata Corbera.

Jácome (delante) y Corbera, en su canoa.
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Jácome (delante) y Corbera, en su canoa.

Las dos se buscaron la vida para entrenar, con seis mini concentraciones en las que acumularon “15 o 20 entrenamientos”. “Ahora tenemos claro que debemos juntarnos y vamos a ver cómo lo hacemos para no forzar nada, para que siga la armonía y el buen ambiente”, explica la madrileña. En principio, irán alternando semanas en Mallorca y Aranjuez.

Corbera, una todoterreno que igual palea en 200 como en 5.000, venía del kayak y estuvo a punto de tirar la toalla por cansancio mental. Cambió a la canoa y ahora ha encontrado la motivación de estrenarse en unos Juegos y con opciones de medalla. Es la turbina que está impulsando a Jácome en el 500, donde sufre más. “En la final, comencé a subir la fuerza a 150 metros cuando lo teníamos planeado en el 100, así que Antía empezó a decir que no llegaba. Pero esto es todo mental. Se está educando en el 500 y hasta el Mundial y los Juegos tenemos tiempo”, se ríe María.

“Es una distancia que se me atraganta. Pero he dado un salto muy grande porque me he mentalizado para sufrir porque quiero ser campeona olímpica con este C2″, corrobora y avisa la gallega. París es la meta.

ORO DE ISABEL CONTRERAS

En la jornada del sábado, además de la plata de Corbera y Jácome en C2 500, Isabel Contreras se colgó el oro en K1 500. Los K2 500 de Saúl Craviotto y Carlos Arévalo y el de Marcus Cooper y Rodrigo Germade quedaron relegados a la final C. El viernes habían sido plata en K4 500.