GOLF | TOURNAMENT OF CHAMPIONS
Un apoteósico Rahm remonta y levanta el primer título de 2023
El español remonta nueve golpes y gana el Sentry Tournament of Champions tras una sensacional ronda final, que se combinó con una histórica debacle de Morikawa.
En 2022, Jon Rahm tuvo que esperar 120 días para conquistar su primer título del año. Ahora, el de Barrika apenas ha necesitado ocho para levantar el primer trofeo de 2023. Rahmbo conquistó en la madrugada del domingo al lunes el Sentry Tournament of Champions, un evento disputado en Hawái y de gran prestigio en el PGA Tour, gracias a una apoteósica ronda final de 63 golpes (diez bajo par). Esta estratosférica vuelta, la mejor de la edición, le permitió al español recortar los siete golpes de desventaja con los que partía con respecto al líder, Collin Morikawa. El estadounidense, impecable durante los primeros 67 hoyos del torneo, se hundió en los cinco finales en una debacle que entra en los libros de historia.
Tras la tercera ronda de competición en este Sentry Tournament of Champions, un evento que solo juegan los ganadores de un torneo en la pasada temporada del PGA Tour y los 30 finalistas de la FedExCup, Morikawa afrontaba el último día con una cómoda renta de seis golpes sobre sus perseguidores más inmediatos. Daba la sensación de tenerlo hecho el ganador de dos majors, y es que había dominado a las mil maravillas el campo hawaiano de Kapalua durante los tres primeros días. Seis golpes, precisamente, es la mayor desventaja que un líder había desperdiciado en la ronda final en la historia del PGA Tour. Anteriormente había ocurrido en siete ocasiones, y ayer se dio la tormenta perfecta para que Morikawa fuese el octavo jugador en entrar en el top de este dudoso registro.
No arrancó con buen pie Rahm, ya que el español cometió bogey en el primer hoyo que jugaba el domingo. Lejos de perder la fe al colocarse a nueve del liderato, el español desplegó desde entonces su mejor juego y enlazó cuatro birdies en los cinco hoyos siguientes. Lanzando misiles teledirigidos con el driver, preciso como antaño con los hierros y acertado con el putt, Rahmbo confirmó las buenas sensaciones que había dejado su final de 2022. A pesar del gran inicio, la victoria parecía una utopía cuando Jon afrontaba los nueve hoyos finales, ya que Morikawa había sumado tres birdies iniciales y mantenía una ventaja de seis impactos. Eso sí, por el camino se iban cayendo el resto de competidores: ni Fitzpatrick, ni Scheffler, ni Spaun, segundos tras el sábado, eran capaces de aguantar el ritmo impuesto por Rahm y Morikawa.
Cuando la batalla por la victoria parecía lejana, español y estadounidense pusieron de su parte para apretar las cosas. Rahm continuó en trance, encadenando birdies en el 12, el 13 y en el 14, además de un eagle en el hoyo 15. Y Morikawa entró en una crisis de la que no fue capaz de salir. No había cometido ningún bogey en lo que iba de torneo y, tras 67 hoyos impecables, un feo error con el wedge en el 14 desestabilizó al norteamericano, que firmó otros dos bogeys más de manera consecutiva. Ningún jugador en este Sentry Tournament of Champions había enlazado tres bogeys seguidos hasta que Morikawa lo hizo. Esto es el golf. Con ello, Rahmbo se aupó a un liderato que ya no soltó. Se dio el lujo de firmar un birdie final para el -10 en el día y el -27 en total, y Morikawa terminó su hundimiento con -25 tras un domingo de 72 golpes, uno bajo el par de Kapalua.
El León de Barrika celebró su victoria junto a su mujer, Kelley, y sus dos hijos, Kepa y Eneko. Vuelve a sonreír el español sobre el campo; ha ganado tres de los últimos cinco torneos en los que ha participado (a finales de 2022 se impuso en el Open de España y en el DP World Tour Championship). En su carta de presentación para este 2023, Rahm ha demostrado que tiene su mejor golf de vuelta. Y es que incluso gana sin esperarlo. “Si me dices al inicio de ronda que iba a hacer lo que he hecho, no me lo creería. No tenía en mente la victoria, quería que llegaran los birdies y entrar en ritmo. Cuando he metido la del 15 ha empezado a ser una realidad, y poco a poco he visto que podía ganar. Ha sido una montaña rusa de emociones”, aseguró Jon tras levantar su 17º título como profesional, el octavo en el PGA Tour. La tormenta perfecta se desató en Hawái.