NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ALEJANDRO BUSTOS

“Si para que se hable más de waterpolo tenemos que ganar más medallas, eso haremos”

El waterpolista Álex Bustos, reciente campeón del mundo con la Selección española, charla con As y repasa el oro, su carrera y el momento que vive el waterpolo.

Alejandro Bustos (12) se abraza a Sergi Cabanas (8) durante el Mundial.
Quinn RooneyGetty

Álex Bustos (Madrid, 1997) es uno de esos pocos jugadores que han nacido para jugar al waterpolo. Residente en Alcorcón, jugó en el desaparecido Ondarreta hasta la desaparición del mítico equipo madrileño y puso rumbo a Canoe, cuna de grandes deportistas madrileños y un club que a inicios de siglo XXI era la mayor oposición para el monopolio, lógico y legítimo, catalán en España. Allí se formó como jugador, coleccionó nacionalidades en categorías y jugó en División de Honor a las órdenes de entrenadores como Félix Fernández o Mario García, con el que también coincidió en el agua.

En el verano de 2017, el pequeño de los hermanos Bustos (su hermano Javi también se dedica al waterpolo a alto nivel) puso rumbo a su siguiente gran aventura, en la que continúa hoy en día: el Club Natació Atleti Barceloneta. El mejor equipo catalán de los últimos 20 años (homologable a los éxitos del Sabadell en categoría femenina) acogió a Álex como a uno más, moduló su carácter y le dio un nuevo rol: más centrado en la defensa, en la minimización máxima de errores, en el trabajo sucio y duro, pero sin renunciar nunca al ataque. Así, el jugador que de joven era comparado con Guillermo Molina, pasó a encontrar una función definida con la que dio el salto a la Selección nacional absoluta.

El jugador madrileño debutó con España en 2014, en un amistoso contra Ucrania, y participó en el Preolímpico de Trieste en 2016, aunque una inoportuna lesión le obligó a una recuperación exprés que no le permitió entrar en la convocatoria de los Juegos de Río. Desde la llegada de David Martín, Álex ha sido un fijo: Mundial 2017, Europeo 2018, Mundial 2019, Europeo 2020, Juegos 2020 y Mundial 2022. Un noveno antes de empezar a ganar medallas de forma ininterrumpida, con la única salvedad del cuarto puesto de Tokio, un premio amargo tras llegar imbatidos a las semifinales ante Serbia. Allí, igual que ahora, era uno de los dos únicos jugadores madrileños que había en el equipo, junto a Edu Lorrio. Todo un logro si hablamos de un deporte tradicionalmente dominado por los catalanes.

Ahora, todo un campeón del mundo como Álex Bustos charla con AS. España se ha olvidado de las derrotas, de ese esperable salto que nunca se llegaba a concretar. Del gol de Filipovic que dijo adiós a las esperanzas en los Juegos. Y vuelve a mirar a los ojos a los dorados 90, conquistando un Mundial que a España se le resistía desde Fukuoka 2001. Casi nada.

Hacía 21 años que España no ganaba un Mundial en waterpolo masculino. ¿Qué se siente al conseguir este éxito?

Estoy muy contento. Han pasado los días y yo aún no me lo creo. Hemos hecho algo muy importante. Después de las platas que hemos ganado y las finales a las que hemos llegado nos merecíamos conseguir el oro. Estoy muy contento, a pesar de que todavía no me lo creo del todo.

El año pasado, en Tokio, caéis ante Serbia tras tener el partido encarrilado. Un año después, en la final del Mundial, Italia os llega a empatar en una situación similar. ¿Llegasteis a pensar que os ibais a volver a quedar en la orilla?

Es inevitable que tu cabeza se retrotraiga a todo lo que ha pasado, pero confiaba mucho en mi equipo, en el sistema que nos había dado David, en mis compañeros y en mí mismo. Ese partido no se nos iba a escapar. Notábamos que este podía ser el año, algo que también nos había pasado en los torneos anteriores. Nosotros preparamos los torneos para ganarlos. No nos conformamos con llegar a la final. Este año hemos notado algo diferente y tal y como había transcurrido el campeonato sabíamos que podíamos conseguirlo. En la final íbamos ganando y al final nos empatan. Italia es un gran equipo y nosotros cometimos algunos errores y al final nos empatan. Pero yo confiaba mucho en mi equipo y sabía que no se nos iba a escapar.

Italia es un rival histórico de España, desde la final de los Juegos de Barcelona de 1992, hasta las finales del Mundial 2019 o el Europeo 2020. ¿Sabe mejor que el oro haya sido ante los italianos?

Nos daba igual el rival que fuera mientras nosotros fuéramos campeones. Daba igual Croacia, Montenegro, Serbia… Es verdad que Italia es un rival histórico, pero nos daba igual el rival. Queríamos el oro y así ha sido.

Guillermo Molina, Xavi García, Iván Pérez… Con ellos no se dio ese ansiado salto y ahora sí. ¿Estamos ante una nueva generación dorada? ¿Por qué antes no y ahora sí?

Y no sólo ellos (Molina, García o Pérez). Kiko Perrone, Mario García, el propio David Martín (entrenador de la Selección en estos momentos). Han pasado jugadores históricos por nuestro waterpolo y no hemos llegado a dar el salto. No te sé decir por qué ahora sí y antes no. Nosotros somos un grupo igual que ellos, con la ambición de ganar. Llevábamos tres platas consecutivas y un cuarto puesto en Tokio, queríamos esto ya. Simplemente ha llegado ahora.

¿Vuestra adaptación a las nuevas normas que hay en el waterpolo (cambiadas en el último ciclo olímpico), os han beneficiado respecto a otros equipos?

Nos hemos adaptado muy bien a las nuevas normas. Nosotros no somos jugadores tan grandes como los serbios o los húngaros. Somos jugadores más móviles y estas normas nos benefician en este aspecto. Pero hay que realzar y poner en importancia al staff que tenemos: David (Martín), Svilen (Piralkov, segundo entrenador), cuerpo médico, fisioterapias… Es posible que nos hayan beneficiado estas nuevas normas, pero nos hemos creído la filosofía de juego que nos presentaba nuestro equipo, con David a la cabeza. Es un éxito de todos.

Lo has mencionado varias veces. David Martín llegó sin experiencia en equipos absolutos y empezó con un noveno puesto en el Mundial de 2019, pero se ha convertido en una figura esencial. ¿Cómo de importante es para vosotros?

Es nuestro líder fuera del agua, nuestro entrenador. El que nos propone temas tácticos. Es una persona que sabe mucho y que no había tenido experiencia en equipos absolutos, pero ha sido un grandísimo jugador. La gente te cuenta que cuando era jugaodr, ya ejercía como entrenador, como veterano. Además, dentro del agua tenemos a alguien increíble, se han acabado los adjetivos para definirle: Felipe Perrone. La de Felipe y David es una unión perfecta. Hay que recordar que en el primer campeonato de David Martín quedamos novenos y nadie decía nada, era todo malo. Ahora, vamos a trabajar más duro si cabe para seguir coleccionando éxitos.

En cuartos de final ante Montenegro y en la final ante Italia, el VAR perjudicó a España en dos ocasiones muy concretas (por un gol no revisado, y por una pulsación por error sancionable a posteriori para la Selección). ¿Qué opinas de las tecnologías en el deporte?

La tecnología está para ayudar. Poder entrar en criterios que te favorezcan o te perjudiquen es otra cosa. Pero yo creo que está para ayudar. Estas dos jugadas ya son anecdóticas por haber conseguido el oro. Pero también nos dieron goles gracias a la tecnología. Todo lo que sea mejorar el waterpolo, bienvenido sea.

Hablemos de ti. Desde que eres pequeño, has sido una joven promesa. Te han promocionado, has cumplido con las expectativas y has pasado por el club más grande de Madrid, y luego de toda España, entrando muy joven, ya en categorías, en campeonatos internacionales con España. ¿Hay mucha presión en este proceso?

Por suerte tengo una familia a mi lado que nunca me ha dejado que me suba a la parra, que siempre me ha dicho las cosas claras. También he tenido entrenadores que se han movido por la misma línea. La presión que me ha venido de fuera la he utilizado como motivación. Soy una persona que se pone altas las expectativas. Más presión de la que yo me ponía me iba a volver loco. Mis padres y mi hermano mayor (Javi, jugador del CN Sabadell) así como entrenadores, me han permitido tener los pies en el suelo y tengo que agradecérselo a todo el mundo. Tengo la ambición las ganas y la motivación de conseguir muchas más cosas. Y voy a seguir trabajando duro y estaré ahí para el lugar en el que el entrenador en cada momento. Mi rol ha cambiado, pero donde se me requiera yo voy a dar lo máximo.

¿Cómo de importante es cuidar de la salud mental en deportes minoritarios?

Creo que en todo deporte, minoritario o no, la salud mental es muy muy importante. Nosotros tenemos que rendir a través de nuestro cuerpo y sabemos que no siempre vamos a estar ni muy bien, ni muy mal. Son etapas dentro de una misma temporada, dentro de una vida deportiva. Y para gestionar esto la salud mental es muy importante, al igual que la gente que trabaja con ella. Parece que en esta sociedad, dices que vas al psicólogo, al psiquiatra, a un coach deportivo y la gente te mira como si pasara algo. Creo que poco a poco se va quitando este tabú de salud mental y para los deportistas es una herramienta necesaria para saber gestionar emociones, momentos complicados, presión, adrenalina. Hay muchas cosas que los deportistas sentimos y gestionar la salud mental es clave para cualquier deportista.

Para acabar, pregunta doble. La primera, relacionada con la salud mental: ¿puede estar relacionada con las pocas ganancias que hay dirigidas para los jugadores en el waterpolo español? Y, unido a todo esto, ¿por qué solo se habla de waterpolo cuándo llegan las medallas?

Voy a ir por partes. Desafortunadamente, somos un deporte minoritario aquí en España. En otros países, gente de nuestra edad tiene otras ganancias y no podemos saber si pueden vivir de las rentas una vez retirados. En mi caso, después del waterpolo no sé si podré vivir o no, por eso sigo estudiando y formándome.

Una de las cosas que tenemos esta familia de jugadores que estamos ahora es cambiar que solo se hable de nosotros con medallas. Y si para eso tenemos que ganar más, eso haremos. Pero es cierto que nos gustaría que de nuestro deporte se hablara más, se profesionalizara más, ya no solo dentro de la Selección, sino dentro de todo el waterpolo nacional. Para los niños, los clubes, para nosotros… Sería bueno para todos. Ojalá que con nuestra ayuda y con esta colección de medallas se hable más de nosotros. Todo va enlazado: cuanto más ganas, más se habla de ti. Tenemos esa ambición y esas ganas de cambiar esto, para que el waterpolo deje de ser un deporte minoritario.