Se acabó la tregua: la COVID interviene en el Mundial

De los más de 4.000 tests de antígenos que se han realizado los nadadores en el Mundial de Budapest, empiezan a aparecer los primeros casos que adulteran la competición. Era inevtiable que, ante la reducción de medidas de seguridad, se llegara a esta situación. La primera alarma se encedió el jueves por la tarde cuando se tuvo que suspender el Italia-Canadá de waterpolo masculino que afecta al grupo de España. En unas horas se deberá tomar una decisión: o se juega o el equipo transalpino gana 5-0.

Este viernes, los casos han crecido hasta ocho en natación en línes. El equipo australiano ha sido el más perjudicado. Algunos técnicos han dado positivo y especialmente sensible es la baja de la nadadora Lani Pallister, que estaba clasificada para la final de los 800 libre pero que causara baja. Su lugar lo ocupará Viviane Jungblu. Pallister ya había conseguido dos medallas en estos Mundiales, la última en los 1.500 libre.

Como medida de prevención, todo el equipo australiana deberá llevar mascarilla en la piscina teniendo en cuenta que hay varios casos en su equipo. No se ha conocido de momento la identidad de los otros contagiados ya que se respeta la confidencialidad, pero la federación australiana de natación sí ha revelado el caso de Pallister.

Caeleb Dressel voló a Estados Unidos el jueves, un día después de anunciar su retirada del Mundial debido a problemas de salud. En su caso, ya se descarta oficialmente que fuera COVID teniendo en cuenta de que debería permanecer en cuarentena en Budapest al menos una semana. El nadador, que sufrió una depresión después de los Juegos de Tokio, y su entorno no han dado más detalles de su dolencia.