Santi Santos deja la Selección española de rugby
La FER hace oficial el cese del seleccionador, de mutuo acuerdo, y el nombramiento de Miguel Velasco ‘Miguelón’, su relevo natural, como interino.
Lo que acabó de forma oficiosa con el final del último Campeonato de Europa ya tiene carácter oficial. Santiago Santos deja de ser el seleccionador nacional masculino de rugby. Le releva Miguel Velasco, ‘Miguelón’, su mano derecha y el relevo natural, de forma interina mientras la Federación sigue buscando inquilino en un entorno complicado, con algunos posibles candidatos comprometidos ya de cara al Mundial y otros inalcanzables por cuestiones económicas. El círculo, ahora mismo, se reduce a dos opciones.
Con el adiós de Santos acaba un ciclo de una década en el que España ha alcanzado el mejor ranking de su historia, la 15ª plaza. Ha dirigido a los Leones en nueve Campeonatos de Europa y ha acumulado 46 victorias, con un porcentaje de éxito superior al de todos sus antecesores.
“Santiago, en estos 10 años al frente de los Leones, forma parte de nuestra historia y ha llevado a la máxima clasificación histórica de España en el ranking de World Rugby, dando cuenta de su importancia para el rugby español”, asegura Juan Carlos Martín ‘Hansen’, presidente federativo, en el comunicado emitido por la FER.
Lo cierto es que la etapa de Santos acabó con el ‘caso Van den Berg’ y la segunda descalificación consecutiva de España de un Mundial por razones administrativas. Tocaba renovar el bloque de cara al próximo ciclo mundialista y la única razón por la que comenzó al frente de ese proyecto fueron las dificultades de la Federación por cuajar el relevo. Paradójicamente a la postre se ha acabado haciendo lo que se podría haber hecho en ese momento, dar el timón a ‘Miguelón’.
Más allá de que Santos acabará ‘quemado’ el anterior ciclo, lo cierto es que el cambio de paradigma de la FER, con una nueva estructura que integra bajo un mando único, el de José Antonio Barrio ‘Yunke’, a todas las selecciones nacionales, exigía también una renovación en el puesto. Resuelta esta cuestión, y a falta de nuevo patrón, España tiene una piedra menos en la mochila en su camino al Mundial 2027.