Samuel Molina: “El boxeo me sacó de la calle y se convirtió en una inspiración y motivación diaria”
El boxeo fue refugio y salida para Samuel Molina. El campeón de Europa del peso wélter contó su experiencia de vida en ‘Ángeles Malagueños de la Noche’, una asociación que ayuda de manera desinteresada a las personas más necesitadas.


El deporte va por barrios’ es un proyecto social y deportivo organizado por la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga y que cuenta con la colaboración de Fundación “La Caixa” a través de CaixaBank. En esta ocasión el comedor social Ángeles Malagueños de la Noche acogió un emotivo encuentro con Samuel Molina, boxeador malagueño campeón de Europa del peso wélter.
La charla partió del título genérico La esencia de lo invisible, con relación al apodo del púgil malagueño y a la situación metafórica de ‘invisibles’ de los usuarios del comedor, a quienes fue destinada la charla.
El deportista contó sin tapujos que los golpes que da la vida hay que recogerlos en forma de aprendizaje “Para mí lo fácil era echarme a la calle porque era lo que veía a mi alrededor. Mi padre era alcohólico, mis hermanos también, y mi madre tenía que pedir en Cáritas cada día porque no teníamos un plato encima de la mesa para comer. Vivíamos en muchas ocasiones sin luz y sin agua, no teníamos ni lo mínimo. No tuve una infancia como la mayoría de los niños”.
Una vida muy difícil rodeado por malas influencias. “Nadie entendía que yo cogiera el camino del deporte. Me decían que me iba a quedar loco de tanto entrenar, pero no tenía muchas más alternativas. Me quedé prácticamente solo, aislado, y me refugié en el boxeo. Comprendí que este deporte es noble y respetuoso, muy lejos de lo que se ve en las películas donde está muy focalizada la sangre y la agresividad. Fue mi refugio, lo que me sacó de la calle para convertirse en una inspiración y una motivación diaria”.
Tras visitar ya catorce barrios y lugares vulnerables de Málaga, esta vez el proyecto se acercó al corazón de Málaga y contó con la presencia, entre otros, de Yolanda Solero, responsable de Acción Social de Caixabank en Andalucía Oriental; Miguel Mayorga, gerente de Málaga Deportiva; Pablo Orellana Smith, Concejal del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Málaga; el cómico malagueño Tomás García; y una amplia representación de Ángeles Malagueños de la Noche, entre los que se encontraban su presidente, José Bravo; el secretario, Adolfo Aldana; la tesorera, voluntaria y socia protectora, Montse Vélez; y muchos de sus voluntarios, que no quisieron perderse ni un detalle.
“Cuando caes una vez la solución no es tirar la toalla y darlo todo por perdido” enfatiza. “Al revés, hay que ser fuerte, da igual el ámbito que sea, hay que mirar hacia el frente y seguir peleando por tus sueños y por esos objetivos que te has marcado. Con una sonrisa todo se lleva mejor”.
Tomás García, reconocido cómico malagueño, hizo un paréntesis en sus obligaciones para subir al escenario y gritar a los cuatro vientos que “los invisibles también merecen reír. Las risas son universales y hasta en esos momentos en los que no ves salida, la risa cura”.
La charla, que estuvo moderada por el asociado de la APDM y speaker profesional apasionado del boxeo Nacho Gutiérrez, contó con la presencia de Carlos Fernández Arteaga, deportista con Síndrome de Down de la Escuela Deportiva Inclusiva Espíritu Deportivo, quien junto a su monitor Espi dieron rienda suelta a un improvisado entrenamiento de boxeo en pleno escenario junto a Samuel Molina, que se atrevió incluso a dar a Carlos algún consejo. “Tras golpear, céntrate en la defensa. Defenderte es muy importante”, le explicó bajo la atenta mirada de todos los presentes.
Samuel Molina se refería a su sobrenombre de esta manera. “Mi entrenador tuvo la idea, ya que al iniciarme en este deporte no tenía un apodo y en boxeo es muy común tenerlo. Decidió que fuera La Esencia por la forma en la que compito encima del ring, por mis movimientos. Creo que es un sobrenombre que me define mucho”.

En otro momento del acto destacó: “Todos tenemos derecho a pelear por nuestros sueños y tenemos que hacerlo dándole gracias a Dios por despertarnos cada mañana. Hay mucha gente que no lo hace. Con eso, ya somos ricos y solo cuando se pierde una vida es cuando valoramos donde estamos.
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Y para concluir: “Esa esencia la llevo en mi día a día y a partir de ahí construyo mis deseos más importantes. Victimizarse no vale para nada, está muy de moda hoy en día, lamentablemente. De todo se sale, hasta de lo más imposible”.
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