Remontada y plata mundial para Aleix García y Rodrigo Conde

Llegó la segunda medalla para la delegación española. Si ayer fueron Javier Garcia y Jaime Canalejo, hoy los protagonistas han sido Aleix García (Girona, 22 años) y Rodrigo Conde (Moaña, 25 años). Calle tres para ellos, con Francia y Australia a uno y otro lado, y es que, como diría Michael Corleone: “Mantén cerca a tus amigos pero aún más a tus enemigos”. Con una regata muy complicada y luchada, los españoles repitieron el éxito de ayer con otra plata para España.

La pareja española luchó de tú a tú contra los máximos favoritos, sin complejos ni contemplaciones y con el objetivo de la medalla entre ceja y ceja. Comenzaron la competición como una de las parejas candidatas a todo, dados los resultados obtenidos y la frescura que venían demostrando, llegando a conseguir la mejor marca de todas las embarcaciones en semifinales.

La carrera no fue nada fácil para el madrileño y catalán, que salieron desatados y apretando en los primeros compases hasta que en la llegada de los 200 metros, los franceses Boucheron y Androdias, máximos favoritos y vigentes campeones olímpicos, tomaron la iniciativa, abriendo brecha con los australianos y españoles, que quedaban algo más rezagados. Por su parte, los hermanos croatas Martin y Valent Sinkovic, comenzaban a ceder y se alejaban poco a poco de la lucha por los metales, algo llamativo teniendo en cuenta los grandes resultados obtenidos en los europeos de hace menos de un mes.

García y Conde empezaron a contemporizar, muy confiados en su potencial en el esprint final. Se descolgaron ligeramente al paso de los mil metros, cuando se encontraron a tres segundos de los franceses y a poco más de un segundo de distancia de los australianos, que se veían más enteros y con fuerzas para disputar incluso el oro. Con el transcurso de la carrera, el dúo español carburó y se decidió a atacar, comenzaba la remontada. Todo se iba a repartir entre estas tres parejas: medalla segura pero insuficiente para ellos. Hasta que llegaron los últimos 500 metros. Los franceses se encontraban huidos y con el oro en el bolsilllo pero por detrás, en un mano a mano titánico entre España y Australia, se iba a decidir la plata. Fue entonces cuando el bote español comenzó a volar, sin titubeos y yendo con todo en el esprint final.

Se llegó a los últimos 100 metros en segundo lugar por milésimas y... final. Lo habían logrado. García miraba a izquierda y derecha buscando la confirmación de que eran subcampeones del mundo, hasta que salieron los resultados oficiales. Con un tiempo de 6:09:34, mejor marca de la competición para ellos, el segundo escalón tenía nombre y apellidos españoles.

Sin miedo a los favoritos

Si ya se habían dado a conocer, consiguiendo un increíble segundo puesto en los pasados europeos, hoy repartieron sus cartas de presentación ante el mundo entero. Sin miedos ni vergüenzas, de cara, y dejando atrás a dos leyendas como los croatas, luchando contra los campeones olímpicos y demostrando que han llegado para quedarse. La guerra que han dado en estos Mundiales quieren confirmarla en los próximos Juegos, para los que tendrán la opción de clasificarse el próximo año, donde, ya sí, entre todos, ellos serán una de las parejas a batir.

Virginia Díaz, sexta

Menos suerte corrió Virginia Díaz (Astillero, 31 años), a la que las fuerzas no le permitieron pelear por los metales en su final de skiff femenino (W1x). Finalizó la regata en sexto lugar con una marca de 7:44:46, lejos de sus mejores registros, lo que evidencia que estaba mermada físicamente, ya que tanto en la serie como en su semifinal, los tiempos fueron sustancialmente mejores. Pese a ello, la cántabra termina como sexta del mundo en unos Mundiales que concluyen para el la delegación española con dos platas y que, sin duda, marcarán un punto de inflexión en el remo español.