Raúl Gómez y Tomaz, protagonistas en el reparto de puntos

En una temporada convulsa, con cambio de entrenador incluido, el Inter Movistar empieza a enderezar el rumbo, aunque le sigue constando sacar lo tres puntos. Lo hace de la mano de Alberto Riquer, que asumió el banquillo interista subiendo desde el filial, aunque con una amplia trayectoria en los banquillos, tanto en España como en el extranjero. El equipo sumó su un punto tras igualar ante el siempre combativo Jimbee Cartagena (2-2), que termina con buen sabor de boca una intensa semana ante Barça y el citado Inter. Pese a ello, los de Duda siguen instalados cómodamente en puestos de playoffs tras su buen arranque de temporada.

Las gradas del Jorge Garbajosa presentaban un gran aspecto, ya que apenas se veían butacas libres, y la afición local pronto vio como el Cartagena, con una docena de seguidores presente, se adelantaba por medio de Tomaz, el brasileño nacionalizado español esta temporada y que es un fijo de las listas de la Selección para Fede Vidal. El Movistar encajó bien el golpe, con Alberto Riquer pidiendo tranquilidad a los suyos, y empezaron a encadenar ocasiones: Fits, Lazarevic, Drahovsky... a Chemi se le acumulaba el trabajo en la portería, evitando el empate en numerosas ocasiones.

Tuvo que ser Raúl Gómez el que pusiese las tablas al rematar, de gran manera, un saque de córner desde la frontal del área. Lo buscaba con ímpetu el Movistar y llegó, y siguió en esa línea tras la reanudación. De nuevo Raúl Gómez, y otra vez desde fuera del área, batió a Chemi con un disparo ajustado. El albaceteño, que llegó a Torrejón desde Rusia siendo un pívot dominante, también ejerce de cierre en el Movistar, una posición en el que el ya exentrenador Pato le probó la pasada campaña por las bajas en aquel momento.

El Cartagena, sin ocasiones claras hasta el momento, recurrió al portero-jugador con Tomaz a falta de 3:50. Duda tomó riesgos, y en la primera acción acarició el tanto. Mandaba Jesús Herrero a los suyos, encerrados pista propia y el speaker pidiendo el apoyo de la grada. Inter sufría... y acabó llegando el tanto del empate, precisamente de Tomaz. Quedaba 1:48, y Riquer apostó por Drahovsky de portero-jugador. Quería algo más que un empate en casa. El marcador no se movió y el Cartagena agotó la última posesión con Tomaz con la elástica de portero. Reparto de puntos en un partido eléctrico.

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