Rahm ya tiene menú para la cena de campeones del Masters: tortilla, croquetas, chuletón, rodaballo...
El torneo anuncia los platos que el vasco ofrecerá como anfitrión en el mítico encuentro de campeones del primer major del año.
Un compendio de algunas de las grandes joyas de la cocina española. Eso es lo que ofrecerá Jon Rahm, en colaboración con el reputadísimo chef español José Andrés, a sus comensales en la cena de campeones del Masters de Augusta, un mítico encuentro entre lo más granado de la historia de este grande que incluye a leyendas como Jack Nicklaus, Tiger Woods, Phil Mickelson o algunas de sus más recientes incorporaciones, como Scottie Scheffler, Jordan Spieth, el también español Sergio García, anfitrión en 2018 o Hideki Matsuyama.
El torneo hizo público el menú este martes. Está encabezado por una sección de ‘Tapas y pintxos’ muy al estilo vasco, que incluye una selección de ibéricos, tortilla de patatas (con cebolla, por cierto), patatas con chistorra, croquetas de pollo, lentejas estofadas según la receta de su madre y queso Idiazábal con trufa negra, además de unas clásicas gildas.
El primer plato principal es una ensalada de txangurro y patata y para seguir se ofrecen dos opciones, mar y montaña: o bien chuletón a la parrilla con cogollos de Tudela y pimientos del piquillo, o bien rodaballo al pil pil con espárragos blancos. El postre, una milhojas de crema y nata. Una selección ante la que a buen seguro palidecerán las hamburguesas de Scottie Scheffler o incluso el pollo frito de Tiger Woods.
“Le llamé y en 10 segundos me hizo el menú así de rápidamente. Y le tuve que decir, mete esto y esto. Y fue una llamada muy rápida. Pero sí que me dio el mejor consejo de todos, que no lo había pensado. Me dice Jon, haz el menú como si estuvieses en casa”, reveló Rahmbo de la confección de la carta junto a José Andrés este mismo martes, en su rueda de prensa como vigente campeón previa a la 88ª edición del torneo, que arranca el 11 de abril. El maridaje será con botellas de Imperial, “especial” para él porque, explicó, era uno de los “favoritos” de su tío, que le dio dos botellas “de un aniversario del Athletic en el 94″. “Si a alguien no le gusta el menú, por favor que no lo diga. Es demasiado importante para mí como para tener que escuchar eso”, bromeó. En lo que se refiere al discurso, adelantó que hablará “desde el corazón”. “Ponerte de pie en esa sala y tener a todas estas personas mirándote es bastante intimidatorio. Con suerte un par de copas de vino me ayudarán”, se rió.
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