Rahm frena en Yeda

Las opciones de Jon Rahm de consumar su primer triunfo en el LIV se enfriaron algo en la mañana de este sábado, cuando el vizcaíno perdió el liderato en el Royal Greens Golf & Country Club de Yeda (Arabia), en la cuna de la que desde diciembre es su nueva casa, con una vuelta de -1 para -9 en total que le alejó del tren de cabeza, comandado por el chileno Niemann, campeón en Mayakoba que sigue en estado de gracia (-6 para -13).

Aunque alabe el formato y sus peculiaridades cada vez que tiene ocasión, lo cierto es que algunas de las excentricidades del circuito no terminan de sentarle bien. Si en Las Vegas se le vio molesto con la música de fondo de esos conciertos que son una de las señas de identidad del LIV, en Yeda se quejó del vuelo de un dron cuando falló un approach cómodo en el 13 que resultó en un segundo bogey seguido, frenazo en seco a una vuelta que hasta entonces le mantenía en la cima de la clasificación. Había embocado tres birdies por los diez primeros, con un solo bogey, hasta ese par de fallos, que no terminó de corregir en un tramo final benigno, lastrado por el putter, aunque se dejó una pequeña puerta abierta de cara al domingo.

El problema es que ahora se le han metido en medio jugadores de pedigrí como los sudafricanos Oosthuizen (-10) y Schwartzel (-11), ambos campeones de majors, que tienen a los Stingers primeros de la tabla por equipos con -29. En la mitad baja, los otros tres españoles en la superliga árabe: Sergio García, que tiró un +1 para -2 con tres birdies y cuatro bogeys; David Puig, -2 para -4 en una montaña rusa con seis birdies, tres de ellos en los tres últimos hoyos, dos bogeys y un doble bogey; y Chacarra, que también dio una de cal y una de arena, -1 para par. Fuera de la pelea colectiva los Fireballs, la Legion XIII de Rahm, esta vez espoleada por el -3 de Vincent, tiene remotas opciones de sumar una segunda victoria tras la de México.

Otro via crucis de Kim

En esa pugna no está el wild card Anthony Kim, que siguió echando golpes a una mochila que ya está en +12, con +6 en esta segunda vuelta en la que acumuló tres bogeys, y dos doble bogeys. Solo pudo echarse a la boca un birdie en el 1 y es último descontando a Wolff, que se retiró este sábado, a la friolera de nueve golpes del penúltimo. Un retorno el suyo al golf de élite que puede haber funcionado como generador de hype para el circuito, pero como apuesta deportiva por ahora no ofrece resultados.