GOLF | DP WORLD TOUR CHAMPIONSHIP
Rahm mantiene el ritmo en un día de locos en Dubái
El vasco entrega un -5 para -11 en un sábado en el que el inglés Wallace, nuevo líder tras su asombroso -12 para -16, empata tres récords.
Jon Rahm se las apañó como pudo este sábado para mantener un ritmo de anotación monstruoso en la final del circuito europeo, el DP World Tour Championship que acoge el Earth Course de Jumeirah Estates, en Dubái. Las condiciones fueron, por segunda jornada consecutiva, consecuencia de las lluvias previas al torneo, una invitación a ir a por las banderas para los 50 mejores de la temporada en el Viejo Continente, y vaya si lo hicieron. Entre los que sacaron partido, Jon Rahm, que entregó un -5 para -11 en el acumulado, en línea con el día anterior. Fabuloso porque además lo hiló en un recorrido en el que por momentos se le vio desajustado, escaso para las cifras que se manejaron en el trazado de Greg Norman.
La más llamativa, la del inglés Matt Wallace, quien confirma esta semana lo que ya empezó a apuntar con su victoria en Punta Cana en marzo: que vuelve a habitar en él el golfista importante del que se hablaba hace unos años. Con su -12 para -16, nueve birdies seguidos del 10 al 18, empató tres récords del circuito, el de más birdies consecutivos, el de menos golpes (27) en los segundos nueve hoyos y el de más birdies en una ronda, 12. Ni un bogey ni un eagle en su tarjeta. Vuelta para enmarcar.
Saldrá este domingo líder, con cinco golpes de ventaja sobre un Rahm que aguantó a duras penas el ritmo. “Bastante tengo con seguir a Jeff (Winther)”, decía resignado en una entrevista a pie de campo tras ver cómo el danés, su compañero de partido, cosía una racha de tres birdies en los tres primeros hoyos. Acabó en -8 para -14, metido en un furgón de perseguidores que incluye también pesos pesados como el inglés Fleetwood (-6 para -15) o el noruego Hovland (-6 para -15).
Un océano les separa de Rahmbo, aunque en estas condiciones de todo puede pasar. Por si las moscas, el de Barrika se aferró se aferró al rebufo de ese grupo con cinco birdies y ningún bogey, fallando varios greenes en los nueve primeros y varias calles en los nueve segundos. Al fin sacó un birdie en los dos hoyos finales, los que le habían lastrado en las dos primeras jornadas (tres bogeys, un eagle) aprovechando el par 5 del 18 con un segundo golpe exquisito desde fuera de la calle que llevó hasta el green. Tampoco consiguió meterse del todo en la pomada, pese a su -7 para -18, el norirlandés McIlroy, virtualmente campeón del DP World Tour.
A quien sí benefició este acelerón en cabeza fue a Jorge Campillo, que se juega la tarjeta del PGA para la próxima temporada. Porque aunque él sigue sin carburar, y este sábado tiró un +2 para +3 que le dejó antepenúltimo, el muro que forman en las primeras plazas Wallace, Fleetwood y Hovland, todos con derechos de juego en el circuito norteamericano y por tanto fuera de esa puja, aleja a rivales como el citado Winther o el escocés Ferguson (-8 para -13) de los puntos que necesitan para desbancarle. Al resto de españoles, genial Larrazábal (-7 para -13, cinco birdies seguidos del 12 al 16, y más cerca de ser top-30 en la Race), bien Otaegui (-4 para -5) y discreto Elvira (+1 para +7), ya solo les queda disfrutar de un último domingo de golf antes de que las vacaciones queden oficialmente declaradas. Para el que se las pueda permitir, claro.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.